En la era digital actual, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta clave para mejorar la productividad y la eficiencia dentro de las empresas. Microsoft ha innovado en este ámbito con la incorporación de Copilot para SharePoint, una solución que integra asistentes de IA directamente en los sitios de SharePoint para facilitar la búsqueda y gestión de información. Sin embargo, esta innovación tecnológica también trae consigo nuevos riesgos y vectores de ataque que no deben ser subestimados. SharePoint se ha consolidado como una plataforma fundamental para la colaboración y el intercambio de información en muchas organizaciones. Su capacidad para almacenar archivos, gestionar documentos y crear sitios web internos lo convierten en un repositorio valioso, pero también vulnerable, especialmente cuando se trata de datos sensibles.
Incorporar Copilot añade una capa de inteligencia para acceder a esta información de manera interactiva, pero también puede abrir puertas para actores malintencionados. Los atacantes encuentran en Copilot para SharePoint una herramienta poderosa para agilizar la búsqueda de datos críticos almacenados en la plataforma. Tradicionalmente, la exploración de SharePoint podía ser un proceso manual y exhaustivo, con riesgo de detección debido a los registros y notificaciones que se generan al acceder a archivos o realizar búsquedas sospechosas. Gracias a los agentes por defecto de Copilot, que pueden responder preguntas sobre el contenido de un sitio, los atacantes pueden obtener respuestas rápidas y precisas sin dejar rastros evidentes en los registros convencionales de acceso o actividad. Un caso especialmente preocupante es la capacidad de estos agentes para sortear ciertas restricciones de permisos clásicas en SharePoint, como la función de “Vista Restringida”, diseñada para permitir la visualización en línea de archivos sin posibilidad de descarga.
Se ha observado que mediante consultas a Copilot, es posible obtener el contenido completo de archivos a los que supuestamente no se debería tener acceso directo, lo que representa una brecha crítica en el modelo de control de accesos. Otro aspecto a considerar es el uso de agentes personalizados dentro de Copilot. Las organizaciones pueden crear agentes entrenados con sus propios conjuntos de datos, habilitando consultas que engloban múltiples sitios y fuentes de información. Si un atacante logra obtener permisos para desplegar o manipular estos agentes personalizados, podría acceder a un volumen de información mucho mayor, incluso datos históricos o sensibles integrados en el entrenamiento del agente. Además, existe la amenaza emergente de la “poisoning” o contaminación de la base de conocimiento, donde un atacante introduce información maliciosa o engañosa en los datos de entrenamiento, afectando la fiabilidad y comportamiento del agente.
El riesgo que supone Copilot para SharePoint va más allá de la simple exposición de información; afecta la forma en que se protegen los datos y cómo se configuran las políticas de acceso y monitorización. En muchos casos, incluso organizaciones maduras no disponen de mecanismos adecuados para detectar o registrar el uso malicioso de estos agentes, lo que incrementa las posibilidades de una brecha silenciosa y prolongada. Para mitigar estos riesgos, es imprescindible adoptar una higiene rigurosa en el manejo de SharePoint. Esto implica evitar almacenar información sensible que no debería existir en la plataforma, aplicar permisos estrictos y revisados periódicamente, y restringir la creación y despliegue de agentes Copilot únicamente a usuarios y sitios autorizados. Microsoft ofrece herramientas y documentación para controlar la activación de agentes por defecto y para implementar procesos de aprobación que limiten agentes personalizados.
La monitorización constante es otro pilar fundamental en la defensa contra la explotación de Copilot. Las organizaciones deben desplegar soluciones de supervisión que permitan detectar quién está utilizando agentes, qué consultas se están realizando y qué archivos se están accediendo a través de estos medios. Contar con esta visibilidad ayuda a interceptar actividades inusuales o potencialmente maliciosas antes de que produzcan daños graves. No obstante, es vital entender que ninguna medida aislada es suficiente. La seguridad debe ser contemplada como un sistema multilayer donde las políticas, tecnologías y el factor humano converjan para crear un entorno resiliente frente a los ataques.
La concienciación del personal, la revisión continua de las configuraciones y el uso responsable de herramientas avanzadas como Copilot forman parte de una estrategia integral. Finalmente, la aparición de Copilot en SharePoint representa un ejemplo claro de cómo la innovación tecnológica puede ser un arma de doble filo. Si bien aporta enormes beneficios en términos de productividad y gestión de la información, también introduce riesgos que exigen una atención especial. Las organizaciones que comprendan estos desafíos y actúen proactivamente para fortalecer sus controles estarán mejor posicionadas para proteger su activo más valioso: la información. En conclusión, la explotación de la inteligencia artificial Copilot para SharePoint es un panorama emergente en el ámbito de la ciberseguridad que no puede ser ignorado.
La combinación de agentes inteligentes, grandes volúmenes de datos y configuraciones a menudo laxas crea oportunidades para atacantes sofisticados. Adoptar buenas prácticas de seguridad, aprovechar las herramientas de monitorización disponibles y fomentar una cultura de protección constante son pasos imprescindibles para mantener a salvo la información empresarial en este nuevo contexto tecnológico.