En un año marcado por una serie de eventos impactantes, 2024 se convirtió en un hito para el mundo de las criptomonedas, especialmente para Bitcoin. Después de haber alcanzado un récord histórico de 69,000 dólares en 2021, pocos podían prever que esta criptomoneda iría más allá y rompería la barrera de los 100,000 dólares. Sin embargo, una mezcla de acontecimientos políticos, económicos y financieros impulsó a Bitcoin hacia nuevas alturas, estableciendo un contexto alentador para los inversores. Uno de los catalizadores más significativos de este ascenso fue la victoria electoral de Donald Trump, quien, tras una campaña enérgica y centrada en las criptomonedas, prometió convertirse en un líder que apoyaría la innovación financiera. La retórica pro-cripto de Trump y su promesa de crear una reserva nacional de Bitcoin resonaron con los electores y, por ende, con los inversores.
Desde su elección, Bitcoin experimentó un aumento del 41%, alcanzando un pico sorprendente de 108,000 dólares. Este resultado no solo fue el resultado de promesas políticas, sino también del respaldo y la legitimación que la política pro-criptomoneda de Trump proporcionó al mercado. Adicionalmente, la administración de Trump introdujo al capitalista de riesgo David Sacks como el primer "Czar de A.I. y Cripto de la Casa Blanca", un signo claro de su intención de fomentar el crecimiento de la industria de criptomonedas en Estados Unidos.
Las designaciones de Sacks y otros funcionarios pro-cripto generaron un clima de optimismo, lo que llevó a una mayor confianza por parte de los inversores. La idea de un marco regulatorio más claro y la posibilidad de una mayor adopción institucional llevaron a muchos a considerar a Bitcoin no solo como una inversión volátil, sino como un activo legítimo en la economía moderna. Otro de los factores que desempeñó un papel crucial en el ascenso de Bitcoin en 2024 fue la introducción de fondos cotizados en bolsa (ETFs) que rastrean el precio de Bitcoin. A principios de año, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos aprobó la creación de los primeros ETFs de Bitcoin en el país. Desde su lanzamiento, estos fondos han atraído una afluencia de capital sin precedentes, con casi 36 mil millones de dólares en entradas netas y transacciones que superaron los 2 mil millones de dólares según informes recientes.
El iShares Bitcoin Trust ETF, liderado por BlackRock, se estableció como el fondo más exitoso, acumulando más de 52 mil millones de dólares en activos. Esta llegada de los ETFs ofreció una vía más accesible para que los inversores institucionales y minoristas participaran en el mercado de criptomonedas sin tener que poseer Bitcoin directamente. Esto no solo democratizó el acceso, sino que también inyectó capital fresco en el mercado, alimentando aún más el aumento de precios en el transcurso del año. Mientras tanto, las políticas monetarias de la Reserva Federal también tuvieron un impacto significativo en el mercado de criptomonedas. En septiembre, la Fed sorprendió a los mercados al anunciar una reducción de la tasa de interés del 0.
5%, la primera en más de cuatro años. Esta política de flexibilización, seguida de un recorte adicional de 25 puntos base, estimuló el apetito por el riesgo en los mercados financieros. Cuando las tasas de interés bajan, se genera un aumento en la liquidez y el poder de endeudamiento, lo que lleva a los inversores a optar por activos considerados más riesgosos, como las acciones y las criptomonedas. En este contexto, Bitcoin se benefició de un aumento de inversión de aquellos que buscaban rendimientos más altos en un entorno de tasas bajas. Además, el evento de halving de Bitcoin, que ocurrió en abril, también contribuyó a la narrativa alcista de 2024.
Este evento, que ocurre cada cuatro años, recorta a la mitad la recompensa por minar nuevos bloques, en este caso, de 6.25 BTC a 3.125 BTC. Aunque algunos expertos argumentan que el halving está ya incorporado en el precio anticipadamente por el mercado, su impacto histórico y el efecto esperado de restringir la oferta de Bitcoin continúan alimentando la especulación de que el precio de la criptomoneda se disparará en el futuro. Los analistas del sector han señalado que cada halving anterior ha ido acompañado de un aumento significativo en el precio de Bitcoin en los meses y años siguientes.
Así, el evento de 2024 despertó un renovado interés entre los operadores de mercado, que vieron en esta dinámica una oportunidad para apostarle a la apreciación de Bitcoin a largo plazo. En un año lleno de eventos que influenciaron al criptomercado, podemos afirmar que 2024 fue uno de los años más importantes en la historia de Bitcoin. La combinación de un entorno político favorable bajo la presidencia de Trump, la introducción de ETFs de Bitcoin que facilitaron la inversión y una política monetaria que impulsó el riesgo y la liquidez crearon una tormenta perfecta para el crecimiento del principal activo digital. A medida que el año llega a su fin, el futuro de Bitcoin parece brillante. Inversores de todo el mundo están atentos a cómo se desarrollará la política económica bajo la nueva administración, así como a cualquier innovación futura en el área de las criptomonedas.
Si bien el paisaje es volátil y puede cambiar rápidamente, lo que es indiscutible es que 2024 dejó una marca indeleble en la historia de Bitcoin y preparó el terreno para futuras exploraciones y desarrollos en el criptoespacio. Por lo tanto, mientras nos adentramos en 2025, todos los ojos estarán puestos en los pasos que dará la próxima administración y en cómo las nuevas regulaciones afectarán la percepción y el precio de Bitcoin. Estos desarrollos no solo determinarán el futuro de la criptomoneda, sino que también influirán en el destino de muchas otras innovaciones en la economía digital. Sin duda, 2024 será recordado como un año de transformación y nuevos horizontes para Bitcoin y el mundo de las criptomonedas.