En un movimiento que ha despertado el interés y la atención de muchos, el representante de Nueva Hampshire, Keith Ammon, ha propuesto un proyecto de ley que permitiría al estado invertir una proporción de sus fondos públicos en activos digitales, específicamente en Bitcoin y metales preciosos. Esta iniciativa surge en un contexto donde los efectos de la inflación y la búsqueda de opciones de inversión más seguras son temas de conversación frecuente entre los políticos y economistas del país. El lema estatal de Nueva Hampshire, "Live Free or Die" (Vivir libre o morir), resuena fuertemente con esta propuesta. Ammon argumenta que la posibilidad de que el estado invierta en Bitcoin se alinea con la ética de libertad individual y minimización de la regulación que caracteriza a muchas de las políticas de New Hampshire. Según él, "Estamos atados al dólar estadounidense, pero esta medida nos permitiría tener una pequeña porción de reservas en esta nueva clase de activos no correlacionados que podrían ofrecer mayor protección en el futuro.
" La propuesta permite que el tesorero del estado asigne fondos hacia metales preciosos como oro y plata, así como "cualquier activo digital con una capitalización de mercado superior a los 500 mil millones de dólares, promediados durante el año anterior". Actualmente, esto significa que solo Bitcoin calificaría para tal inversión bajo los criterios establecidos en el proyecto de ley. Además, se incluirían disposiciones para que el tesorero realice actos de "préstamo o participación" con los activos digitales, algo que podría abrir nuevas oportunidades para generar rendimientos a través de la estructura de prueba de participación presente en redes como Ethereum y Solana. El proyecto también ha generado un debate más amplio sobre la propiedad y el uso de criptomonedas en el ámbito gubernamental. Desde el lanzamiento de Bitcoin, han sido varios los estados que han buscado establecer reservas estratégicas de este activo digital.
Hasta ahora, se han presentado propuestas en al menos nueve estados para la creación de reservas de Bitcoin, reforzando la idea de que la adopción de criptomonedas como activos digitales no está limitada solo a inversores individuales. El contexto nacional también ayuda a entender por qué Nueva Hampshire se alinea con esta tendencia. Durante la campaña electoral presidencial reciente, el expresidente Donald Trump mencionó la idea de almacenar Bitcoin en las reservas del Tesoro Nacional, lo que ha llevado a davantage a la búsqueda de soluciones creativas frente a las tensiones económicas actuales. Como parte de esta agenda, otros estados como Texas y Oklahoma han presentado proyectos de ley similares que buscan integrar el uso de Bitcoin en la economía estatal y ofrecer alternativas para mitigar el impacto de la inflación que afecta a sus ciudadanos. El tema del interés por el Bitcoin también se ha intensificado a medida que los precios de esta criptomoneda han alcanzado nuevos máximos desde el día de las elecciones.
Algunas voces en el sector sugieren que la rápida acumulación de riqueza en Bitcoin también resuena con el deseo de muchos políticos de distanciarse de un sistema financiero tradicional que ha mostrado ser ineficaz en controlar la inflación. Sin embargo, la aceptación y adopción de Bitcoin aún enfrenta desafíos. Entre ellos se encuentra la resistencia de algunas plataformas e instituciones, así como la falta de conocimiento y familiaridad por parte de algunos funcionarios gubernamentales. Ammon, reconoce que su conversación inicial con la tesorera del estado, Monica Mezzapelle, fue breve y que no ha recibido señales claras de si ella es favorable al proyecto. Desde el punto de vista de la economía estatal y del manejo de los fondos públicos, el proyecto de ley plantea una serie de preguntas sobre el riesgo y la recompensa de diversificar las inversiones gubernamentales hacia activos que en su naturaleza son altamente volátiles.
Ammon, por su parte, aboga por la educación de los funcionarios estatales en torno a estos nuevos activos, indicando que "el estado que se quede atrás en construir reservas de Bitcoin perderá". Además de lo que representa este paso para Nueva Hampshire, el posible establecimiento de un fondo de reserva de Bitcoin podría sentar un precedente para otros estados, mostrando que el interés por las criptomonedas puede ser una respuesta efectiva a los problemas económicos actuales. A medida que continúan las discusiones y los debates, se espera que la propuesta de Ammon genere un diálogo considerable sobre el futuro del uso de criptomoedas en el gobierno y la forma en que los estados pueden utilizar la innovación financiera para su beneficio. Por último, esta iniciativa podría posicionar a Nueva Hampshire como líder en la adopción de tecnologías financieras emergentes. Mientras otras entidades continúan explorando formas de integrar Bitcoin y otras criptomonedas en sus economías, la propuesta de Nueva Hampshire se alinea con un movimiento más amplio hacia la aceptación de activos digitales, haciendo eco del espíritu de innovación y libertad que resuena en el lema del estado: "Vivir libre o morir".
Como tal, el impacto de esta legislación podría no solo ser significativo para la economía de Nueva Hampshire, sino también para la narrativa sobre cómo se manejan los activos digitales en el ámbito gubernamental en los Estados Unidos.
