En un trágico giro del destino, Erika DeMask, una viuda de Lombard, Illinois, vio cómo sus ahorros de toda la vida, más de un millón de dólares, desaparecían debido a un sofisticado esquema de estafa conocido como “pig butchering” o “matadero de cerdos”. Esta modalidad de fraude se ha vuelto cada vez más común y se basa en crear relaciones emocionales profundas para posteriormente engañar y despojar a las víctimas de su dinero. Erika, quien había perdido a su esposo hace décadas, pensó que había encontrado nuevamente el amor. Comenzó a hablar con un hombre encantador en línea que supuestamente trabajaba en una plataforma petrolera. Con el tiempo, él le envió un ramo de flores, un gesto romántico que solidificó su confianza en él.
“Él decía que me amaba”, recordaba Erika en una entrevista, expresando la decepción que sintió cuando la cruda realidad salió a la luz. Lo que parecía ser una historia de amor se convirtió en un cuento trágico de desconfianza y manipulación. El proceso de la estafa comenzó de forma gradual. El estafador, siguiendo el patrón típico de los fraudes de “pig butchering”, inició la relación de manera amigable, creando un vínculo emocional que llevó a Erika a confiar en él plenamente. Después de establecer esta conexión emocional, el estafador empezó a pedir dinero con justificaciones que parecían razonables.
Para empezar, solicitó 20,000 dólares para realizar reparaciones en la plataforma petrolera donde supuestamente trabajaba. Erika, en su deseo de ayudar a la persona que creía amar, accedió a enviarle la cantidad solicitada. Sin embargo, las solicitudes de dinero no cesaron ahí. Un par de semanas después, Erika se encontró enviando 35,000 dólares más, repitiendo este ciclo varias veces. En total, envió más de un millón de dólares a este hombre que, a través de hábiles manipulaciones, le prometió que duplicaría su inversión.
Como muchos en situaciones similares, Erika se sintió atrapada en un ciclo del cual le costaba salir, creyendo que estaba invirtiendo en su futuro. La situación de Erika no es un caso aislado. Según las autoridades, los fraudes de “pig butchering” están en aumento en los Estados Unidos, con pérdidas que superan los 3.5 mil millones de dólares, afectando a más de 40,000 personas solo en 2023. James Barnacle, del FBI, manifestó que ha visto pérdidas individuales que ascienden a varios millones, lo que demuestra cuán devastadores pueden ser estos esquemas.
La forma en que estos estafadores operan es astuta y deliberada. Elegir a las víctimas más vulnerables, aquellos que han experimentado pérdidas emocionales significativas, permite a los criminales crear un vínculo que es difícil de romper. La manipulación emocional es una herramienta potente en estas estafas, ya que las víctimas terminan creyendo que están en una relación genuina, lo que les lleva a tomar decisiones financieras que, de otro modo, nunca considerarían. Erika se encontró en una situación crítica tras darse cuenta de que había sido víctima de un fraude monumental. Para tratar de recuperar parte de su inversión, se vio obligada a vender su casa y a solicitar un préstamo sobre el capital de su vivienda para cubrir impuestos e intereses acumulados.
“Ahora sólo me quedan 400 dólares”, decía con la voz entrecortada, reflejando el dolor y la tristeza por la pérdida de su vida y ahorros. Para aquellos que podrían ser blanco de este tipo de esquemas, es crucial entender cómo funcionan y qué señales de advertencia buscar. Aquí hay algunas pautas para ayudar a identificar una posible estafa de “pig butchering”: 1. Relaciones Rápidamente Intensificadas: Si alguien que conociste recientemente en línea parece estar interesado en ti de manera intensa y veloz, es posible que esté utilizando tácticas de manipulación emocional. 2.
Peticiones de dinero: Esté atento a solicitudes de dinero, especialmente si vienen de alguien que asegura que necesita cubrir gastos inesperados o inversiones. Los estafadores a menudo presentan historias convincentes para obtener dinero. 3. Promesas demasiado buenas para ser verdad: La promesa de grandes retornos en inversiones es una bandera roja, especialmente si no puedes verificar la legitimidad del esquema. 4.
Falta de información verificable: Si el perfil de la persona es poco claro o parece demasiado perfecto, mantén una dosis de escepticismo. La mayoría de los estafadores pueden utilizar fotos falsas y crear historias elaboradas para hacerse pasar por alguien que no son. 5. Aislamiento: Si la persona intenta aislarte de amigos o familiares, es posible que tenga intenciones maliciosas. Una relación saludable se basa en la confianza y el apoyo mutuo.
6. Información inconsistente: Presta atención a cualquier discrepancia en las historias que la persona comparte. La inconsistencia puede ser una señal de que algo está mal. Es comprensible que Erika y muchos otros se sientan avergonzados y desalentados después de ser víctimas de estos fraudes. Sin embargo, es importante recordar que hay recursos disponibles.
Las víctimas pueden buscar apoyo a través de organizaciones que se especializan en ayudar a los afectados por fraudes y estafas. En conclusión, el caso de Erika DeMask es un recordatorio doloroso de los riesgos que existen en el mundo digital, donde la confianza puede ser explotada y la vulnerabilidad puede ser objeto de abuso. Con la creciente popularidad de las citas en línea y las inversiones digitales, estar consciente de los peligros y aprender a identificarlos es vital para proteger nuestros activos y nuestra salud emocional. Solo a través de la educación y la precaución podemos disminuir el riesgo de convertirnos en víctimas de estos engaños cada vez más sofisticados.