En un momento en el que la preocupante crisis climática exige mayor responsabilidad y transparencia por parte de empresas y entidades financieras, la reciente decisión de la Canadian Securities Administrators (CSA) de pausar el desarrollo de normas obligatorias para la divulgación de información climática ha generado un debate importante en el ámbito financiero y ambiental en Canadá. La presidenta y directora general de CPA Canada, Pamela Steer, ha manifestado su profundo descontento con esta medida, calificándola de un retroceso que podría afectar seriamente la transparencia del mercado y la posición del país en la economía global. Su preocupación refleja la creciente demanda de inversores y actores económicos internacionales por registros estandarizados y confiables en materia de riesgos climáticos y sostenibilidad, elementos críticos para tomar decisiones informadas y fomentar un mercado competitivo y responsable. El anuncio de la CSA señaló que la suspensión temporal del trabajo en los requisitos de divulgación climática busca brindar a los mercados canadienses y a las organizaciones emisoras el tiempo necesario para adaptarse a los constantes cambios regulatorios en Estados Unidos y otras regiones del mundo. Sin embargo, Pamela Steer advierte que esta pausa podría complicar aún más el panorama, puesto que actualmente no existe un estándar uniforme para reportar riesgos ambientales en Canadá.
Esta diversidad en los métodos de reporte genera confusión e incertidumbre entre los inversores, quienes deben interpretar información heterogénea, dificultando la evaluación precisa del nivel de riesgo y el potencial impacto financiero vinculado al cambio climático. En un contexto global en el que la gestión del riesgo climático se ha convertido en un criterio fundamental para la inversión, la decisión de la CSA pone en juego la competitividad del mercado canadiense frente a otras economías que avanzan hacia una divulgación obligatoria y consistente. Los inversionistas institucionales han resaltado que contar con requisitos mandatorios reforzaría la confianza en los mercados canadienses y, por ende, aumentaría el atractivo del país para captar capitales internacionales esenciales para impulsar la innovación tecnológica, la competitividad y el crecimiento económico sostenible. El retraso impuesto por la CSA podría tener efectos contraproducentes, ya que la falta de una regulación clara y obligatoria puede erosionar la confianza de los inversores, ralentizando el progreso hacia una economía baja en carbono y un sistema financiero resiliente al clima. A pesar de que esta pausa temporal podría permitir a las organizaciones fortalecer sus capacidades internas para futuras obligaciones de reporte, CPA Canada advierte que prolongar las demoras generará incertidumbre y un costo mayor para las empresas y el mercado en general.
La importancia de contar con informes de sostenibilidad uniformes radica también en la necesidad de prevenir prácticas engañosas, tales como el greenwashing, donde las empresas maquillan sus compromisos ambientales para mejorar su imagen pública sin realizar acciones concretas que reduzcan su impacto ambiental. La CSA ha asegurado que, durante el periodo de pausa, continuará monitoreando las prácticas de divulgación de los emisores y tomará medidas contra cualquier información falsa o engañosa, lo que indica un reconocimiento del problema pero también evidencia las limitaciones actuales sin un marco regulatorio robusto. Además, la decisión de la CSA se enmarca en un panorama internacional donde países aliados y competidores canadienses están adoptando rápidamente marcos normativos sobre divulgación climática, influenciados por recomendaciones internacionales como las del Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD). Estas normas buscan homogenizar criterios para que los emisores reporten riesgos financieros vinculados al cambio climático de forma clara y comparable, facilitando que los inversionistas analicen riesgos y oportunidades con mayor certeza. El retraso en la implementación de normas obligatorias en Canadá podría, por tanto, resultar en un desfase respecto a estándares internacionales, lo que podría afectar negativamente la capacidad del país para atraer inversiones financieras sostenibles y cumplir con compromisos globales frente al cambio climático.
Este escenario tiene consecuencias directas en la economía y, a largo plazo, en la salud ambiental y social del país. En contraste, CPA Canada demuestra un compromiso activo no solo en la promoción de la divulgación climática sino también en el fortalecimiento profesional y colaborativo del sector contable a nivel global. En febrero de 2025, la entidad firmó un memorando de entendimiento con el Institute of Chartered Accountants of Pakistan, creando una vía de membresía recíproca que permitirá a contadores pakistaníes obtener la designación CPA canadiense y viceversa. Este acuerdo refleja la intención de CPA Canada de fomentar estándares profesionales internacionales, incluyendo aquellos vinculados a la sostenibilidad y responsabilidad corporativa. La postura de Pamela Steer y CPA Canada pone de manifiesto la tensión entre la necesidad imperiosa de transparencia y acción climática en el sector financiero frente a la cautela y la espera para la alineación regulatoria global.