En un notable desarrollo para el sector de las criptomonedas y las plataformas de intercambio, Coinbase ha asegurado una importante victoria legal luego de que el estado de Alabama retirara oficialmente su acción de cumplimiento relacionada con el polémico programa de staking que ofrece la compañía. Esta decisión representa un alivio para Coinbase y marca un hito en la serie de disputas regulatorias que enfrenta la empresa en diversas jurisdicciones dentro de Estados Unidos. Además, consolida su postura de que el staking no debe considerarse un valor ni un instrumento sujeto a la estricta regulación de valores. El staking es un proceso mediante el cual los usuarios pueden obtener recompensas a cambio de participar en la validación de transacciones en ciertas blockchains, como Ethereum 2.0.
Coinbase ofrece este servicio para que sus clientes puedan rentabilizar sus activos digitales, incentivando la participación en la red y generando ingresos pasivos. Sin embargo, este modelo de negocio ha sido cuestionado por reguladores que consideran que podría infringir leyes relacionadas con valores financieros, lo cual ha generado controversias y litigios en varios estados. Alabama, junto con otros nueve estados, había iniciado en junio de 2023 un procedimiento en conjunto para acusar a Coinbase de ofrecer valores no registrados a través de su programa de staking. Esta acción estuvo acompañada y respaldada por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), que a nivel federal también vinculó el staking con la oferta de valores no autorizados, intensificando la presión regulatoria sobre el intercambio. No obstante, la situación ha dado un giro considerable.
A finales de febrero de 2025, un tribunal federal desestimó con prejuicio la demanda presentada por la SEC contra Coinbase, lo que implica que el caso no puede ser reabierto en el futuro. Esta resolución favorable se suma a la reciente decisión de Alabama de retirar su acción de cumplimiento, reduciendo así el número de estados que actualmente impugnan el programa de staking a sólo cinco. Este contexto le brinda a Coinbase un margen de maniobra más amplio y posa la lupa en la necesidad de una regulación federal clara y unificada. La desestimación de Alabama se inscribe en un escenario regulatorio en plena evolución. La SEC ha creado un grupo de trabajo dedicado a evaluar y definir cómo debe estructurarse la regulación en torno a las criptomonedas, incluido el staking.
Esto refleja cierto reconocimiento por parte de los reguladores de que las normativas actuales no son adecuadas para afrontar los productos y servicios innovadores que surgen en el mercado cripto. La espera por reglas más coherentes y adaptadas a esta nueva realidad ha sido un punto recurrente en los discursos de Coinbase y otros actores relevantes del sector. Paul Grewal, director legal de Coinbase, ha expresado públicamente su postura crítica frente a la decisión de algunos estados que persisten en iniciar demandas contra la compañía. Según Grewal, mientras cinco estados continúan con litigios que afectan a los consumidores al limitar su acceso a oportunidades legítimas para generar rendimiento con sus activos digitales, existe un importante desgaste innecesario de recursos públicos. Además, destaca que varios de esos estados han prohibido por completo el staking, una posición que contrasta con la experiencia y la demanda de los usuarios.
Esta victoria legal ha tenido también un impacto positivo en la cotización de Coinbase en los mercados financieros. Tras anunciar la retirada de Alabama y la desestimación del litigio federal, las acciones de la compañía experimentaron un aumento cercano al 3% en una jornada determinada, lo que se sumó a una recuperación acumulada del 14% en la semana previa. A pesar de estas subidas, el valor de mercado de Coinbase sigue siendo volátil y ha bajado un 4% en el último mes, reflejando las incertidumbres que todavía persisten en torno a la evolución de la regulación y la dinámica del mercado cripto. Una parte crucial en la lucha de Coinbase ha sido su éxito en obtener documentos internos del organismo regulador durante la administración de Gary Gensler. Entre estos documentos figura un análisis realizado por el personal de la SEC en mayo de 2022 que examina el estatus del Ethereum 2.
0 bajo el marco de la prueba de Howey, clave para determinar si ciertos productos financieros deben declararse valores. También han aflorado correos electrónicos y reportes posteriores que revelan debates internos sobre la clasificación del staking y de ETH, lo que aporta transparencia y contexto a la complejidad regulatoria actual. El caso de Coinbase resalta un problema mayor y vigente para todo el ecosistema cripto en Estados Unidos: la ausencia de un marco regulatorio integral y consensuado que tenga en cuenta las particularidades de las tecnologías blockchain y los productos derivados como el staking. Los esfuerzos dispersos de múltiples estados y la temprana aproximación del SEC han generado un ambiente de incertidumbre jurídica que afecta la innovación y la adopción masiva. En consecuencia, la atención está puesta ahora en el futuro de la legislación federal y en la expectativa de que el Congreso o la propia SEC establezcan reglas claras que definan qué es considerado un valor en este contexto y cómo deben protegerse tanto los inversores como los consumidores sin obstaculizar el progreso tecnológico.