El pasado domingo, el Mühlenplatz de Unterkirnach se convirtió en el escenario de una vibrante celebración de la cultura y la gastronomía local con la realización del Naturparkmarkt. Este mercado, que reune a vendedores de productos regionales, atrajo a una multitud de visitantes ansiosos por descubrir la diversidad y calidad de los productos elaborados en el hermoso entorno del sur de la Selva Negra. Desde temprano por la mañana, el ambiente en el Mühlenplatz se llenó de risas y conversaciones animadas. Familias enteras, grupos de amigos y amantes de la naturaleza se dieron cita para disfrutar de un día que prometía ser especial. El mercado, que se ha convertido en una tradición en la región, no solo es una oportunidad para comprar productos frescos y locales, sino también para disfrutar de la calidez de la comunidad, compartir experiencias y aprender sobre la importancia de la sostenibilidad.
La inauguración del evento fue liderada por Karin Lanzen, coordinadora del proyecto Naturpark Südschwarzwald, quien enfatizó la relevancia de apoyar a los productores locales. Lanzen expresó que cada compra en el mercado contribuye al cuidado de la naturaleza y a la preservación del paisaje del sur de la Selva Negra. A través de su discurso, logró conectar a los asistentes con la historia de la tierra que habitan y con la vitalidad de las tradiciones locales. Uno de los puntos destacados del mercado fue la amplia gama de productos disponibles. Este año, 27 expositores participaron, un número significativamente mayor respecto a eventos anteriores.
Los asistentes tuvieron la oportunidad de adquirir desde verduras y frutas frescas hasta miel, quesos, embutidos, y productos artesanales. Todo lo que se ofrecía estaba impregnado de la esencia del lugar: sabores auténticos, colores vibrantes y, lo más importante, la promesa de calidad. Un momentazo fue cuando un productor de miel explicó a los asistentes cómo su trabajo no solo beneficia a su negocio, sino que también es fundamental para la polinización de los árboles frutales en la zona. Al comprar un frasco de miel, los visitantes no solo llevaban a casa un producto delicioso, sino que también estaban apoyando el ecosistema local. Este tipo de interacción entre los productores y los consumidores resalta el propósito más profundo del Naturparkmarkt: fomentar la conexión con la naturaleza y la conciencia ambiental.
Durante el día, los visitantes no solo se limitaron a comprar. Muchos se detuvieron para observar a los artesanos en acción. En una esquina del mercado, Sandra Fürderer y Sandra Schuler mostraron sus habilidades en la elaboración de tradicionales zapatos de paja. La curiosidad era evidente en los rostros de los asistentes, que se acercaban para observar el minucioso proceso de creación. Más adelante, el cestero Ulrich Grießhaber de Tennenbronn trabajaba con destreza, trenzando varas de sauce para formar hermosos cestos, una actividad que captura la esencia del patrimonio artesanal de la región.
La música también fue un elemento fundamental en la atmósfera del mercado. Los Schochenbacher Musikanten ofrecieron un animado espectáculo musical, lo que brindó un ambiente festivo en el Mühlenplatz. Los asistentes podían disfrutar no solo de los productos, sino también de buena música y la oportunidad de relajarse y socializar con amigos y vecinos. En el Mühlenpavillon, se habían dispuesto mesas para que los visitantes pudieran degustar los platos elaborados en los distintos puestos, creando un espacio perfecto para disfrutar de una comida al aire libre. Uno de los mayores atractivos del día fueron sin duda los adorables alpakas del Hof Schöndienst, que atraían miradas y sonrisas.
Estos simpáticos animales se convirtieron en los verdaderos protagonistas de la tarde, haciendo que incluso los más scepticos se acercaran para acariciarlos. La interacción con los animales reflejó la conexión profunda entre la comunidad y la vida rural, recordando a todos la importancia de cuidar y preservar el entorno natural. El mercado también ofreció actividades para los más pequeños. La tradicional Kinderkochschule, una escuela de cocina para niños, fue un éxito rotundo. Tiago y Leandro, entusiastas aprendices que ya habían participado en el evento del año pasado, estaban emocionados por crear su propio ketchup sin azúcares añadidos, utilizando la dulzura natural de las frutas.
Con la guía de expertos del Naturpark, los niños no solo aprendieron sobre cocina, sino también sobre la importancia de la alimentación saludable y local. Cerca de allí, otros niños fueron guiados por Ulrich Grießhaber en la creación de decoraciones navideñas a partir de varas de sauce. Cada creación era un reflejo de la dedicación y creatividad de los pequeños, que iluminaban el ambiente con su alegría y entusiasmo. Además, las actividades de manualidades y el popular face painting a cargo del equipo de la Spielscheune fueron un éxito, dejando a los niños felices y llenos de color. El Naturparkmarkt en Unterkirnach es una celebración que va más allá del simple acto de compra y venta.
Es un compromiso con el desarrollo sostenible de la región y un esfuerzo colectivo para valorar y preservar las tradiciones locales. Este año, el mercado conmemoró su séptima edición como parte de una serie de 20 mercados que se celebran en el Naturpark Südschwarzwald, un reconocimiento a la dedicación de la comunidad y los productores que, desde 1999, han trabajado para fortalecer el vínculo entre la naturaleza y sus habitantes. La apertura de la Kirnachmühle durante el evento fue otro punto de interés, ofreciendo a los visitantes una mirada al pasado. Este edificio no solo representa una parte de la historia de Unterkirnach, sino que también simboliza la importancia de los recursos locales y la producción en la región. Los asistentes pudieron recorrer la milla y aprender sobre las funciones que antiguamente cumplía en la comunidad.
Con el final del día, el Mühlenplatz dejó de ser solo un lugar físico; se había transformado en un símbolo de comunidad, tradición y conciencia ambiental. El Naturparkmarkt es más que un mercado; es una declaración de intenciones para el futuro, un compromiso de cada uno de los asistentes por apoyar y proteger la riqueza natural y cultural de la Selva Negra. La promesa de volver el próximo año se sentía en el aire, ya que todos los que asistieron sabían que habían sido parte de algo especial, algo que valía la pena seguir celebrando.