Michael Lewis, un nombre que resuena en el mundo del periodismo y la literatura contemporánea, ha capturado la atención de muchos a lo largo de los años con sus obras que analizan temas complejos de la economía, el deporte y la política. Recientemente, ha vuelto a centrar la atención en su enfoque narrativo único, que, curiosamente, se aleja de la tradicional dicotomía de héroes y villanos. En un artículo reciente del New York Times, Lewis expone su visión sobre los personajes que aborda en sus libros, argumentando que la narrativa simplista que reduce a los individuos a buenos o malos no refleja la complejidad de la condición humana. Desde su éxito inicial con "Liars Poker", donde exploró el ambiente de Wall Street en los años 80, hasta su trabajo más reciente con "The Premonition", Lewis ha demostrado una habilidad excepcional para contar historias que revelan las grietas en los sistemas que damos por hecho. Pero lo que distingue a Lewis de otros escritores de no ficción es su negativa a categorizar a sus protagonistas como villanos.
En “The Premonition”, por ejemplo, Lewis no pinta a los funcionarios de salud pública que fallaron en la respuesta inicial a la pandemia de COVID-19 como villanos mal intencionados. En cambio, presenta a personas que, a pesar de sus errores y limitaciones, estaban tratando de hacer lo mejor dentro de un sistema desbordado. Según Lewis, esta perspectiva no solo es más precisa, sino que también abre la puerta a un entendimiento más profundo de las dinámicas humanas y las complejidades de la toma de decisiones. El periodista argumenta que la cultura popular tiende a favorecer narrativas que son fáciles de digerir, donde los antagonistas se dibujan en un trazo grueso. Sin embargo, en el mundo real, las decisiones no siempre son blanco y negro.
A menudo, los individuos que toman decisiones difíciles lo hacen con la mejor de las intenciones, aunque sus acciones resulten en consecuencias desastrosas. Este enfoque no solo humaniza a los personajes, sino que también nos ayuda a entender el contexto detrás de sus decisiones. Un ejemplo claro de esta filosofía se puede encontrar en "The Big Short", donde, en lugar de demonizar a los banqueros que contribuyeron a la crisis financiera de 2008, Lewis elige mostrar cómo muchos de ellos estaban atrapados en un sistema que incentivaba el riesgo y la avaricia. Esta narrativa ofrece una visión matizada que, en última instancia, invita a los lectores a reflexionar sobre las estructuras más amplias que dan forma a las acciones de los individuos. El uso de este enfoque humanizador se traduce en una conexión más profunda con el lector.
Al leer sobre personajes que se enfrentan a dilemas morales y profesionales en lugar de caricaturas unidimensionales, el lector se ve obligado a confrontar sus propios juicios y prejuicios. Esta dinámica puede ser incómoda, pero también esencial para fomentar un diálogo más constructivo sobre los problemas sociales y económicos que enfrenta nuestra sociedad. Lewis no evita abordar temas polémicos; de hecho, parece acelerar el pulso de estos relatos. Su libro "Flash Boys" ilumina el oscuro mundo del comercio de alta frecuencia y la manipulación del mercado. Sin embargo, en su exposición, no trata a los líderes de la industria como malhechores, sino como producto de un ecosistema que premia prácticas dudosas.
De este modo, invita a sus lectores a cuestionar no solo a los actores individuales, sino también el sistema en su conjunto que permitió que tales situaciones ocurrieran. Su manera de abordar a personajes controvertidos y situaciones complejas es un recordatorio de que, si bien estamos predispuestos a buscar culpables en tiempos de crisis, a menudo es más productivo buscar soluciones. Este enfoque también se traduce en una especie de llamado a la acción: en lugar de caer en la trampa de la culpa, podemos trabajar juntos para reformar los sistemas que fomentan comportamientos perjudiciales. En el fondo de la narrativa de Lewis se encuentra una creencia fundamental en la humanidad. A pesar de los fracasos y las falencias del sistema, su enfoque sugiere que existe una capacidad inherente en las personas para aprender, adaptarse y mejorar.
Esto se convierte en un tema recurrente en sus obras, ya que Lewis no solo cuenta historias sobre el fracaso, sino que también encuentra la esperanza y la posibilidad de redención en medio de la adversidad. La narrativa que hace Lewis ha ganado resonancia no solo en el ámbito literario, sino también en el discurso público más amplio. En una época donde la polarización parece ser la norma, su llamado a ver más allá de las etiquetas de héroe y villano podría servir como un bálsamo en un mundo fragmentado. En este sentido, su trabajo no solo es relevante, sino necesario. Por último, abordar la figura del autor desde un enfoque humanizador tiene relevancia en el contexto de cómo construimos nuestras sociedades.