En un movimiento significativo para la protección del ecosistema financiero digital, la agencia australiana de inteligencia financiera AUSTRAC ha anunciado un estricto operativo contra los exchanges de criptomonedas inactivos o “dormidos” registrados en el país. Esta iniciativa busca fortalecer la vigilancia, eliminar operadores fraudulentos y garantizar la transparencia en un sector que sigue creciendo y atrayendo una gran base de usuarios. AUSTRAC, responsable de monitorear delitos financieros como el lavado de dinero, la financiación del terrorismo y la evasión fiscal, supervisa actualmente un total de 427 exchanges digitales registrados como Digital Currency Exchanges (DCE). Sin embargo, un alto porcentaje — aproximadamente una cuarta parte — de estos participantes parecen estar inactivos, lo que ha encendido las alarmas de la autoridad debido al potencial riesgo que representan. El problema radica en que estos exchanges inactivos pueden ser aprovechados por criminales para crear una fachada de legitimidad y facilitar actividades ilícitas.
Por ello, AUSTRAC ha lanzado una campaña clara: las plataformas que no estén operativas deberán dar de baja sus registros o enfrentar la cancelación por parte del organismo regulador. Esta medida también se anticipa a los cambios regulatorios que partirán desde marzo de 2026, cuando todas las plataformas que operen con criptomonedas deban registrarse y ajustarse estrictamente a las normas contra el lavado de activos y otros delitos. El CEO de AUSTRAC, Brendan Thomas, ha sido contundente al afirmar que los exchanges dormidos recibirán un mensaje claro: “úsenlo o piérdanlo”. Con estas palabras busca evitar que dichos operadores sean comprados y utilizados como herramienta para estafas y operaciones fraudulentas. Además, subraya la responsabilidad de todas las empresas registradas de mantener actualizada la información sobre sus servicios y operaciones para garantizar transparencia y responsabilidad ante las autoridades y los usuarios.
Esta iniciativa tiene un doble propósito. Por un lado, proteger a los consumidores australianos que buscan servicios legítimos y confiables para comprar, vender o intercambiar criptomonedas. Por otro lado, aumentar la integridad del sector criptográfico mediante un registro depurado que refleje solo a aquellos proveedores activos y comprometidos con el cumplimiento normativo. Desde 2019, AUSTRAC ya ha cancelado la inscripción a diez firmas que mostraban inactividad o incumplimiento, entre ellas el caso muy mediático de FTX Express, la filial local del tristemente célebre exchange FTX, cuya cancelación se efectuó en junio de 2024 tras el colapso global de su matriz. Este precedente sirve como recordatorio de la importancia de contar con mecanismos regulatorios robustos capaces de supervisar incluso entidades que operan en un mercado tan dinámico como es el de las criptomonedas.
Para facilitar a los usuarios la verificación de la legitimidad de los proveedores, AUSTRAC planea publicar próximamente una lista pública de exchanges registrados y activos en Australia. Esta medida buscará que cualquier persona pueda confirmar si está tratando con un operador autorizado y sujeto a supervisión, lo que a su vez dificultará la operación de estafadores en este espacio. Este avance regulatorio se enmarca en un proceso más amplio de conformación de un marco legal para las criptomonedas en Australia. Aunque todavía no se ha promulgado una regulación específica para todo el sector, el gobierno australiano ha iniciado debates y consultas con actores de la industria desde agosto de 2022, con vistas a implementar directrices claras y efectivas. En marzo de 2025, se presentó una propuesta para incorporar el comercio de criptomonedas dentro de las leyes financieras existentes, apuntando a otorgar mayor seguridad y control antes de las elecciones federales previstas para mayo.
Paralelamente, en febrero de 2025, la agencia tomó medidas contra 13 proveedores de servicios de remesas y exchanges relacionados, con más de 50 casos bajo investigación por posibles incumplimientos normativos. Se negaron renovaciones de registro a seis empresas cuyos equipos clave fueron vinculados con delitos graves, evidenciando un compromiso firme con la calidad y la ética en el sector. El entorno global de las criptomonedas sigue siendo desafiante para los reguladores, dadas la naturaleza descentralizada y transnacional de estas tecnologías. Sin embargo, acciones como la llevada a cabo por AUSTRAC posicionan a Australia como un país proactivo en materia de supervisión financiera digital, con el objetivo de crear un ambiente seguro para inversores y usuarios y fomentar un desarrollo responsable de las criptomonedas. En resumen, la estrategia de AUSTRAC para eliminar exchanges dormidos representa un paso firme hacia la profesionalización y regulación efectiva del sector cripto en Australia.
Al exigir que todas las plataformas activas mantengan un registro actualizado y legitiman su operación, la agencia blinda el mercado frente a fraudes y malas prácticas, protege a los consumidores y promueve un entorno financiero digital más confiable. Esta campaña también es un recordatorio para los emprendedores y empresas que operan en el ámbito de los activos digitales sobre la importancia de la transparencia y el cumplimiento regulatorio, elementos clave para el crecimiento sostenible y la aceptación masiva de las criptomonedas en la economía nacional. Con medidas contundentes y un marco regulatorio en evolución, Australia demuestra su compromiso por integrar la innovación tecnológica con la responsabilidad y seguridad financiera.