En los últimos años, el auge de los NFTs (tokens no fungibles) ha revolucionado el concepto de propiedad digital, generando un gran interés tanto de inversores como de marcas reconocidas a nivel mundial. Entre estas empresas, Nike fue una de las primeras en apostar fuertemente por este mercado mediante la adquisición de RTFKT, una startup dedicada a la creación de moda digital y coleccionables vinculados a la cultura sneaker y al metaverso. Sin embargo, esta incursión no ha estado exenta de problemas. En diciembre de 2024, Nike tomó la polémica decisión de cerrar su división de NFTs ligada a RTFKT de forma repentina, dejando a numerosos compradores con activos digitales que rápidamente perdieron valor. Esta situación motivó que un grupo de usuarios afectados presentara una demanda colectiva en una corte federal de Nueva York contra la marca deportiva, acusándola de prácticas ilegales en la venta de estos tokens.
El litigio se centra en la alegación de que Nike, a través de su unidad RTFKT, vendió NFTs que serían considerados legalmente como valores no registrados, lo que implicaría una violación de las leyes de protección al consumidor y de regulación financiera en distintos estados de Estados Unidos. Además, los demandantes sostienen que la negativa de Nike a continuar el proyecto hizo que los precios de estos activos digitales se desplomaran, provocando pérdidas económicas significativas para los compradores. El principal demandante, Jagdeep Cheema, oriundo de Australia, afirmó que nadie hubiera adquirido estos NFTs si hubiese sabido que la compañía "les quitaría la base de sustento" al abandonar el proyecto de manera abrupta. La adquisición de RTFKT por parte de Nike en 2021 fue vista inicialmente como un movimiento estratégico innovador para posicionarse en el emergente mercado digital vinculado a la moda y el gaming. RTFKT se especializaba en crear ediciones limitadas de zapatillas y objetos virtuales coleccionables que los usuarios podían comprar, vender e intercambiar en distintas plataformas digitales.
Esta sinergia entre una marca global de consumo y una startup tecnológica parecía tener mucho potencial, especialmente en un momento en que el metaverso y la propiedad digital comenzaban a abrir nuevas oportunidades comerciales. Sin embargo, el inesperado anuncio en diciembre de 2024, donde Nike informó que estaba desmantelando la división NFT de RTFKT, generó desconcierto entre los seguidores y compradores. Aunque la empresa indicó que su “innovación” seguiría manifestándose en otros proyectos, la falta de claridad y la suspensión del soporte para los NFTs ya vendidos causaron un efecto negativo inmediato en estos activos que dependían en gran parte de la continuidad y soporte que ofreciera la marca. Con la caída del valor, muchas colecciones y tokens que habían sido adquiridos a precios elevados quedaron prácticamente sin valor en el mercado secundario. Este caso de Nike no es aislado y refleja una problemática más amplia en el ecosistema de los NFTs.
Tras el auge explosivo entre 2021 y 2022, el mercado ha evidenciado una volatilidad notable y numerosas colecciones que llegaron a valer sumas millonarias ahora se encuentran cotizando en cifras muy bajas, en muchos casos menos que el valor original de compra. Esta tendencia preocupa a consumidores e inversores, que en muchos casos no tienen una guía clara ni regulaciones sólidas que protejan sus activos digitales. La naturaleza de los NFTs, que a menudo se consideran piezas únicas o coleccionables digitales vinculadas a blockchain, genera dudas sobre si deben ser tratados como valores financieros tradicionales como acciones o bonos. La demanda contra Nike podría sentar un precedente legal importante en este ámbito, ya que los tribunales examinarán si la venta de NFTs puede encuadrarse dentro de la regulación de valores y bajo qué circunstancias las empresas responden ante un posible colapso o cierre de un proyecto. Esta incertidumbre regulatoria ha sido un desafío constante para empresas que incursionan en este mercado emergente y para los reguladores que buscan proteger al consumidor sin sofocar la innovación tecnológica.
Además del aspecto legal, el caso pone en evidencia la importancia de la transparencia y la comunicación clara con los compradores en proyectos relacionados con activos digitales. La confianza es fundamental para que los usuarios se sientan seguros al invertir en productos que, además de tener un componente especulativo, se sustentan en la continuidad del soporte tecnológico y comercial por parte de las empresas responsables. La decisión de Nike de cerrar su división NFT de forma silenciosa y sorpresiva afectó esta confianza y provocó un impacto económico que ahora busca repararse judicialmente. Mientras tanto, Nike aún no ha ofrecido una respuesta pública concreta acerca de la demanda ni una postura firme sobre cómo piensan manejar las reclamaciones y preocupaciones de los usuarios afectados. Expertos legales y del sector tecnológico observan con atención este caso ya que podría definir nuevas reglas para la industria del metaverso y los activos digitales, especialmente en la intersección entre grandes corporaciones y consumidores.
El NFT y su ecosistema continúan evolucionando rápidamente. Marcas y plataformas deben aprender la lección que deja esta situación para garantizar un equilibrio entre la innovación, la protección al consumidor y cumplir con las normativas legales vigentes. A medida que reguladores de distintos países trabajan en establecer marcos legales claros, los usuarios y coleccionistas digitales podrán exigir mayor responsabilidad y transparencia. Sin duda, la experiencia de Nike y su proyecto RTFKT será un caso de estudio sobre las implicancias comerciales, legales y tecnológicas de los NFTs en la economía digital actual y futura. Paralelamente, el mercado de NFTs sigue experimentando fluctuaciones, forzando a las empresas y usuarios a adoptar una actitud de precaución y análisis crítico.
El crecimiento del metaverso y la adopción de activos digitales invaluables para la identidad virtual y el comercio presentan un futuro prometedor, pero lleno de desafíos que requieren la colaboración entre tecnología, legislación y ética comercial. En conclusión, la demanda colectiva contra Nike en relación a su división NFTs RTFKT pone en evidencia la complejidad y riesgos inherentes a los proyectos de activos digitales, la necesidad de regulación clara y justa, y la importancia de proteger a los consumidores en un mercado que aún debe madurar. La resolución y el impacto de este proceso legal serán clave para el futuro de las empresas que apuestan por la innovación digital y para los compradores que esperan confianza y seguridad en sus inversiones digitales.