En un paso significativo hacia la reforma de su sistema educativo, Corea del Sur ha decidido eliminar las denominadas “preguntas asesinas” del examen de ingreso a la universidad, conocido como suneung. Esta medida, anunciada por el Ministerio de Educación, busca reducir la dependencia de los estudiantes en las escuelas de refuerzo, conocidas como “hagwons”, que han proliferado en el país debido a la intensa competitividad académica. Cada año, más de medio millón de estudiantes surcoreanos enfrentan el desafío de un examen que dura nueve horas y que, a menudo, determina no solo la elección de su universidad, sino también sus futuras trayectorias laborales y, en algunos casos, incluso sus posibilidades de matrimonio. El suneung es más que un simple examen; es un evento social que afecta a la vida de muchos, generando una presión abrumadora sobre los jóvenes y sus familias. Las “preguntas asesinas” se refieren a aquellas cuestiones en el examen que no se pueden responder simplemente estudiando el currículo de las escuelas públicas.
Estas preguntas han sido diseñadas para diferenciar a los estudiantes más destacados, pero su inclusión ha llevado a una especie de “carrera armamentista” educativa, donde las familias sienten la necesidad de invertir grandes sumas de dinero en tutorías privadas para asegurar que sus hijos se preparen adecuadamente. El ministro de Educación, Lee Ju-ho, ha expresado su firme compromiso de hacer del suneung un examen justo que se base en la educación pública, evitando que las habilidades de los estudiantes sean determinantes prominentes en el acceso a la educación superior. “Voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para excluir preguntas que estén fuera del sistema educativo público y convertir el examen en una prueba justa”, declaró Lee en una reciente conferencia de prensa. Con esta declaración, el gobierno surcoreano busca un cambio profundo en la forma en que se evalúa el rendimiento académico. Corea del Sur ha experimentado un crecimiento exponencial en el sector de la educación privada.
En 2022, los hogares surcoreanos gastaron más de 20 mil millones de dólares en educación privada para estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria. Este gasto se traduce en un promedio mensual de 320 dólares por estudiante, una suma considerable en un país donde el costo de vida es alto. Esta situación ha creado una brecha creciente entre aquellos que pueden permitirse el lujo de asistir a hagwons y aquellos que no, intensificando la desigualdad en el acceso a la educación. Un aspecto particularmente preocupante del sistema educativo surcoreano es el impacto psicológico que tiene en los jóvenes. Con tasas de depresión y suicidio entre los adolescentes que se encuentran entre las más altas del mundo, la presión por rendir en el examen de ingreso a la universidad ha sido apuntada como un factor significativo en esta crisis social.
El escaso tiempo de ocio, la falta de apoyos emocionales y la competitividad feroz han llevado a muchos estudiantes al límite. En este contexto, la eliminación de las “preguntas asesinas” podría ser un alivio bienvenido para miles de jóvenes que se sienten abrumados por las expectativas. Las reformas educativas en Corea del Sur no son un fenómeno nuevo. A lo largo de los años, ha habido múltiples intentos de modificar el sistema para disminuir la dependencia de la educación privada. A principios de año, se propuso un plan para eliminar las preguntas difíciles de los exámenes de práctica, pero esta iniciativa no tuvo el éxito esperado.
La historia sugiere que cualquier cambio en la cultura educativa de Corea del Sur enfrenta una resistencia considerable, dado que las generaciones pasadas han sido criadas en un entorno donde el éxito académico se mide a menudo en términos de calificaciones y posiciones en los exámenes. El examen de suneung tiene una importancia cultural que va más allá de la educación. Durante el día del examen, se toman medidas extraordinarias para evitar cualquier interrupción. Por ejemplo, se suspenden los despegues y aterrizajes en los aeropuertos durante la prueba de comprensión auditiva en inglés. La atención pública y mediática que recibe este evento resalta la presión social que rodea la educación en Corea del Sur.
El desafío que enfrenta el gobierno es monumental. A medida que se implementan cambios en el sistema educativo, también debe existir un esfuerzo paralelo para reeducar a la sociedad sobre el valor de un enfoque más equilibrado hacia el aprendizaje y la evaluación. Esto incluye fomentar un ambiente donde el fracaso no sea visto como el fin del mundo, sino como una oportunidad para aprender y crecer. Además, es importante que el gobierno tome medidas para apoyar a los estudiantes en riesgo que podrían verse gravemente afectados por estos cambios. El bienestar emocional y psicológico de los estudiantes debe ser una prioridad, y se requieren recursos adecuados para garantizar que reciban el apoyo necesario.