Desde hace unos años, el mercado de criptomonedas ha sido el escenario de una intensa competencia entre dos gigantes: Bitcoin y Ethereum. En 2024, la pregunta más relevante entre los inversores y entusiastas de las criptomonedas es si Ethereum (ETH) está perdiendo terreno frente a Bitcoin (BTC). A medida que las cifras muestran un rendimiento superior de Bitcoin en comparación con Ethereum, muchos se preguntan si es momento de cambiar sus posiciones. Este artículo se adentra en los matices de esta rivalidad y explora el futuro de ambas criptomonedas. Desde la fusión de Ethereum, un evento que marcó un hito en su trayectoria, los números no han sido favorables para ETH.
Según datos recientes, Bitcoin ha superado a Ethereum en más de un 44% desde la fusión, dejando a muchos inversores sintiendo la presión. Esta divergencia en el rendimiento a menudo se atribuye a las diferencias fundamentales en la dinámica de suministro entre ambas criptomonedas. Mientras Bitcoin ha experimentado una disminución en la emisión de nuevas monedas debido a su reciente evento de halving, Ethereum ha continuado con un suministro creciente tras su última actualización, conocida como “Denon”. El halving de Bitcoin, ocurrido en 2024, ha reducido a la mitad la emisión de nuevas monedas, lo que plantea un escenario más “desinflacionario” a largo plazo. Por otro lado, a pesar de que Ethereum ha implementado medidas de reducción de suministro, como la Propuesta de Mejora de Ethereum (EIP) 1559, la realidad es que en el corto plazo, el suministro de ETH ha aumentado.
La información muestra que en el último año, la cantidad de Ethereum en circulación ha crecido en casi un millón de ETH, lo que corresponde aproximadamente a un 1% de inflación. Aunque esto puede sonar alarmante, es importante señalar que desde la fusión, el suministro total de ETH ha disminuido en un 0.08%. Este panorama mixto pone de relieve que, si bien hay una presión inflacionaria a corto plazo, las tendencias a largo plazo aún se inclinan hacia un escenario deflacionario. Sin embargo, la situación no es sólo una cuestión de números; también se ve intensificada por la participación de los inversores institucionales.
Desde el lanzamiento de los ETFs de Ethereum, ha habido flujos de salida negativos, con más de medio mil millones de dólares en ventas. Grayscale, un actor importante en el espacio financiero, ha liquidado una parte significativa de sus tenencias en ETH, lo que ha impactado directamente en su rendimiento. A pesar de esto, surge un rayo de esperanza: BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, ha atraído cerca de mil millones de dólares en flujos hacia su ETF de Ethereum, sugiriendo que aún existe un fuerte interés por parte de los actores clave del mercado. Aunque Grayscale continúa vendiendo, es posible que una vez estabilizados estos movimientos de venta, veamos un regreso a las compras netas. La pregunta crucial que persiste es si Ethereum podrá recuperar su impulso y, eventualmente, superar a Bitcoin en el próximo año.
Históricamente, Ethereum ha demostrado ser más fuerte durante los mercados alcistas, especialmente en los años posteriores a los halvings de Bitcoin. Esto ha llevado a algunos analistas a argumentar que el vasto ecosistema de finanzas descentralizadas (DeFi), tokens no fungibles (NFT) y contratos inteligentes podría impulsar su crecimiento futuro. Sin embargo, la preocupación persiste ya que ETH ha continuado mostrando un rendimiento inferior en comparación con BTC durante los últimos tres años. Al analizar las perspectivas técnicas, se sugiere que Ethereum se encuentra cerca de un nivel de soporte crítico, y un posible colapso en este nivel podría preceder un aumento considerable en su precio. En ciclos anteriores, Ethereum ha seguido patrones similares, donde prueba niveles de soporte y luego experimenta un “impulso” en su acción de precios.
Algunos analistas son optimistas y predicen que ETH puede experimentar un repunte de precios antes de que finalice el cuarto trimestre de 2024, siempre y cuando las condiciones macroeconómicas sean favorables. Las predicciones de precios para el futuro son audaces. Se estima que Bitcoin podría multiplicar su valor por tres o incluso por cuatro en este ciclo, alcanzando precios que podrían llegar a los 165,000 dólares. Si este escenario se materializa, se espera que Ethereum alcance aproximadamente un 8% del valor de Bitcoin, lo que se traduciría en un precio de alrededor de 13,200 dólares para ETH. Sin embargo, se anticipa que existirá una resistencia psicológica significativa en torno al umbral de 10,000 dólares, lo que implica que Ethereum necesitaría un entorno muy optimista para superar ese nivel.
Si bien 13,200 dólares podría parecer una meta inalcanzable, la historia demuestra que Ethereum ha registrado ganancias masivas en años de mercados alcistas, especialmente después de los halvings de Bitcoin. En el ciclo anterior, ETH alcanzó casi el 9% del valor de BTC, y en ciclos previos, llegó a tocar picos de hasta el 15%. Aunque esos niveles máximos podrían no repetirse, un ratio ETH-BTC del 8% es totalmente posible, considerando el papel continuo de Ethereum como la columna vertebral de DeFi y NFTs. Aún así, el mayor riesgo radica en la naturaleza impredecible del mercado de criptomonedas. Aunque muchos analistas son optimistas sobre ambos, Bitcoin y Ethereum, las posibilidades de obstáculos regulatorios, cambios macroeconómicos o desarrollos tecnológicos imprevistos son altas.
Los inversores en ETH o BTC deben tener en cuenta estos factores. En conclusión, a pesar del reciente rendimiento inferior de Ethereum, su potencial a largo plazo sigue siendo fuerte. La posición única de Ethereum como plataforma líder para DeFi, NFTs y contratos inteligentes le proporciona una base sólida para recuperarse, especialmente si la situación macroeconómica mejora en 2024. No obstante, los inversores deben ser cautelosos ante los riesgos a corto plazo, ya que ETH enfrenta presiones de suministro y ventas institucionales. El viaje de Ethereum en 2024 dependerá de su capacidad para recuperar impulso, atravesar niveles técnicos clave y continuar atrayendo el interés tanto de inversores minoristas como institucionales.
Mientras Bitcoin pueda estar liderando la carga, la historia de Ethereum está lejos de haberse terminado.