Cinco años de The Lancet Digital Health: Un viaje hacia la transformación digital en la salud En mayo de 2019, el mundo de la salud digital se encontraba en un momento crucial, caracterizado por expectativas desmesuradas y una falta de sustancia en muchos de los avances propuestos. Fue entonces cuando nació *The Lancet Digital Health*, una revista destinada a explorar y criticar los desarrollos en el ámbito digital, con un enfoque riguroso en la investigación que podría tener un impacto significativo en la práctica clínica y las políticas de salud. Al celebrar su quinto aniversario, es pertinente reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos que aún persisten en este campo en constante evolución. Desde el principio, los editores de la revista buscaron amplificar las contribuciones de investigadores que exploraban el potencial de la salud digital, al tiempo que reconocían las dificultades inherentes a este campo. En su primer año, un análisis fundamental de Liu y sus colegas reveló que menos del 0.
1% de los estudios sobre inteligencia artificial (IA) aplicados a la imagenología médica cumplían con los estándares necesarios para su adopción clínica. Esta revelación subrayó la lucha de las revistas científicas para mantener la calidad de sus publicaciones ante el aumento desmedido de estudios sobre IA. Este mismo año, Denniston y Liu apuntaron que la comunidad científica debía mejorar sus estándares de evaluación para no quedar atrás ante la avalancha de investigaciones en IA. A lo largo de estos cinco años, la revista ha sido testigo del cambio de paradigma en el uso de la tecnología en la atención médica, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19, que aceleró la adopción de herramientas digitales. Durante este periodo, se han observado avances sorprendentes, como el uso de dispositivos portátiles para pronosticar la propagación de enfermedades y el empleo de IA en la reorientación de tratamientos farmacológicos.
Estos desarrollos no solo destacan la capacidad de la tecnología para adaptarse a situaciones de crisis, sino que también revelan su potencial para transformar la atención médica cotidiana. En el ámbito de la oncología, se celebró un progreso notable con ensayos que demostraron que las herramientas de IA en la detección del cáncer de mama podrían reducir la carga de trabajo de los radiólogos sin comprometer la calidad de la atención. Sin embargo, a pesar de estos avances, se evidencian importantes retos, especialmente en países de ingresos bajos y medios, donde la infraestructura deficiente, la escasez de mano de obra y la falta de acceso a datos continúan ampliando la brecha digital en la salud. La creciente disparidad en el acceso a la tecnología de salud ha sido un tema recurrente en las publicaciones de *The Lancet Digital Health*. La revista ha abogado por la inclusión y la equidad en la implementación de tecnologías de salud, destacando la importancia de realizar investigaciones fundamentales en regiones con menos recursos, como Africa.
Estos estudios no solo empoderan a los trabajadores de salud locales, sino que también mejoran la calidad de los diagnósticos y la atención médica en comunidades vulnerables. Adicionalmente, la preocupación por el impacto ambiental de las tecnologías digitales ha emerido como un tema crítico. Investigaciones recientes, como las de Vafaei Sadr y sus colegas, han explorado estrategias para lograr una mayor sostenibilidad en el uso de la inteligencia artificial, sugiriendo medidas para reducir las emisiones de carbono asociadas con el aprendizaje profundo en ámbitos como la patología. Este enfoque es vital para garantizar que el avance tecnológico no comprometa la salud del planeta. Con el avance de la IA generativa y los modelos de lenguaje a gran escala, el paradigma de la medicina en la que operamos está entrando en una nueva fase.
Estos desarrollos presentan la oportunidad de predecir condiciones de salud individuales de forma más precisa, lo que a su vez plantea interrogantes sobre la educación médica y los procesos de toma de decisiones en el cuidado del paciente. En este contexto, la necesidad de evaluaciones transparentes y rigurosas de estas tecnologías se vuelve más urgente que nunca. La trayectoria de *The Lancet Digital Health* no solo ha estado marcada por la publicación de investigaciones de vanguardia, sino que también ha fomentado un diálogo inclusivo que busca amplificar las voces subrepresentadas en la salud digital. Esta revista se ha comprometido a garantizar que diferentes perspectivas sean escuchadas y que la salud digital avance de manera equitativa, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización Mundial de la Salud. A lo largo de sus cinco años de existencia, la revista ha destacado los cambios en los estándares de reporte necesarios para garantizar la adopción clínica de las innovaciones digitales.
Iniciativas como CONSORT-AI, CODE-EHR y DECIDE-AI surgen de la necesidad de mejorar la calidad de la investigación y garantizar que los estudios sean relevantes y aplicables en la práctica clínica. Estas normas han jugado un papel crucial en la reducción de sesgos y en la mejora de la transparencia en el desarrollo de herramientas basadas en IA. El futuro de la salud digital es prometedor, pero también está lleno de desafíos que requieren atención inmediata. A medida que la tecnología continúa evolucionando, la comunidad de investigadores y profesionales de la salud debe permanecer alerta y crítica, garantizando que cada avance se realice con un sólido fundamento ético y científico. La promesa de la salud digital no se limita a la innovación técnica; también implica una responsabilidad colectiva para garantizar que todos los segmentos de la población tengan acceso a estas herramientas y que se utilicen para el beneficio colectivo.
En conclusión, al reflexionar sobre los cinco años de *The Lancet Digital Health*, se revela un panorama mixto de logros y desafíos continuos. A pesar de las dificultades, la revista ha cumplido su misión de ser un faro de investigación rigurosa y un defensor de un enfoque equitativo en la salud digital. En un mundo cada vez más interconectado, la salud digital tiene el poder de cerrar brechas, mejorar el acceso y transformar la atención médica. La tarea ahora es asegurar que la tecnología se utilice para crear un futuro más saludable y conectado para todos.