En el vertiginoso mundo de la tecnología, las empresas deben estar en constante evolución para mantenerse relevantes y competitivas. Cathie Wood, la célebre inversionista y fundadora de ARK Invest, ha compartido recientemente su visión sobre cómo los gigantes tecnológicos, Apple y Google, planean utilizar la inteligencia artificial (IA) para mantener su dominio en la industria. En un nuevo informe, ARK Invest explora la forma en que estas compañías emblemáticas están incursionando en el mundo de la IA, así como los riesgos y oportunidades que este avance trae consigo. Desde la irrupción de la IA, ha pasado a ser uno de los temas más candentes no solo en el ámbito tecnológico sino también en los foros de inversión, y las grandes corporaciones están cada vez más interesadas en incorporar estas tecnologías en sus estrategias. El 1 de octubre de 2024, ARK Invest publicó un informe que destaca cómo Apple y Alphabet, la empresa matriz de Google, podrían estar liderando la implementación de la inteligencia artificial como una forma de salvaguardar su posición en el mercado.
El informe, redactado por el futurista jefe de ARK, Brett Winton, no solo celebra las posibilidades que ofrece la IA, sino que también lanza una advertencia sobre las dificultades que estas compañías podrían enfrentar al integrar esta tecnología en sus modelos de negocio. Winton es contundente al afirmar que la IA es "absolutamente" una tecnología disruptiva, y resalta que su costo operacional se ha reducido a un ritmo nunca antes visto en la historia. En términos que recuerdan a la Ley de Moore en la industria de los semiconductores, explica que el costo para operar modelos de IA de rendimiento equivalente se está reduciendo a la mitad cada cuatro meses, lo que sugiere que la revolución de la IA avanza a un ritmo cuatro a seis veces más rápido que otras innovaciones. A pesar de estos alentadores números, Winton también plantea una inquietante pregunta: ¿serán Apple y Google realmente capaces de implementar características de IA que cumplan con las expectativas del mercado? Aunque ambas empresas tienen la infraestructura y los recursos necesarios para hacerlo, han optado por una estrategia prudente. Winton señala que es habitual que las empresas tecnológicas consolidadas permitan que las startups "des-rieguen" tecnologías nuevas antes de adoptarlas a gran escala.
Google, por ejemplo, no lanzó su modelo de lenguaje extensivo hasta que OpenAI había estado operando durante más de tres años en el sector. Este enfoque cauteloso plantea la cuestión de si estas empresas están actuando con la agilidad necesaria para no perder terreno frente a competidores más pequeños. Uno de los problemas que enfrenta Google, según Winton, es el rendimiento de sus modelos de IA. A pesar de los esfuerzos evidentes por igualar a OpenAI, el informe sostiene que, desde principios de 2023, utilizar el modelo más avanzado de Google en vez del modelo de OpenAI podría haber costado a los clientes más de un 40% en rendimiento por unidad. Este tipo de datos pone de relieve no solo la competitividad del mercado, sino también la necesidad de que los gigantes tecnológicos se replanteen sus estrategias para poder seguir siendo relevantes.
Por otro lado, Apple, aunque generalmente más conservador en sus lanzamientos de productos, ha mantenido un secreto sobre su próximo modelo de IA que se espera que se introduzca a finales de 2024. Winton sugiere que el hecho de retrasar el lanzamiento de productos con IA puede parecer perjudicial, pero también puede ser una estrategia cuidadosamente diseñada para proteger la reputación de Apple. La firma ha estado construyendo su marca durante décadas, y la idea de lanzar un producto que pueda funcionar de manera impredecible, según Winton, podría ser "aterradora" para la dirección de la empresa. Sin embargo, aunque Apple y Google han sido históricamente titanes en el ámbito tecnológico, esta posición no garantiza que mantendrán su dominio indefinidamente. La naturaleza disruptiva de la inteligencia artificial ofrece oportunidades emocionantes para pequeñas startups que pueden innovar rápidamente y responder a las necesidades del mercado de manera más eficaz.
Las empresas más pequeñas pueden presentar soluciones de IA más flexibles y competitivas que podrían ser mejores que las ofertas de los gigantes establecidos. Ante este panorama, Winton plantea la pregunta: ¿serán Apple y Google capaces de adaptarse y evolucionar lo suficientemente rápido para competir en este nuevo entorno? El avance de la IA plantea también cuestiones éticas y de responsabilidad que las empresas deben tener en cuenta. La introducción de tecnologías de IA en el mundo cotidiano podría tener implicaciones serias sobre la privacidad de los usuarios, la seguridad de los datos y la manera en que se utilizan estos modelos para tomar decisiones automatizadas. Cathie Wood y su equipo de ARK Invest son conscientes de este dilema y subrayan que, aunque la IA promete grandes beneficios, las compañías deben gestionar cuidadosamente los riesgos asociados con su implementación. Es evidente que el debate sobre el futuro de la inteligencia artificial no solo se circunscribe a las oportunidades que brinda, sino también a los retos que acarrea.
El reporte de ARK Invest invita a la reflexión sobre cómo las empresas pueden navegar en este entorno en constante cambio, y sugiere que aquellos que no puedan adaptarse a las nuevas realidades de la IA podrían enfrentarse a consecuencias adversas en el mercado. En este clima de incertidumbre, las grandes empresas tecnológicas no solo compiten entre sí, sino que también deben observar de cerca los movimientos de sus más pequeños rivales. La velocidad del avance tecnológico, combinada con la capacidad de innovación de las startups, crea un ambiente empresarial que nunca deja de transformarse. Esto plantea una oportunidad emocionante y desafiante, tanto para los grandes como para los pequeños actores en el sector. A medida que nos adentramos en un futuro donde la inteligencia artificial jugará un papel cada vez más prominente, quedará por ver cómo Apple y Google implementarán estrategias efectivas que no solo les permitan mantenerse relevantes, sino que también les ayuden a lidiar con la disrupción que la propia tecnología genera.
La historia de la tecnología ha demostrado que la complacencia es a menudo el precursor de la caída, y es imperativo que estos gigantes de la industria mantengan su visión en el horizonte mientras navegan por las aguas a menudo turbulentas de la innovación. El tiempo dirá si su enfoque estratégico paga dividendos o si, por el contrario, resultará en oportunidades perdidas frente a aquellos que pueden ser más ágiles en este nuevo mundo dominado por la IA.