Cada año, el último sábado de abril se celebra en Estados Unidos el Día de las Librerías Independientes, un evento organizado por la American Booksellers Association que busca promover y apoyar a las librerías locales en todo el país. Esta tradición, que ya cumple 12 años, se ha convertido en una oportunidad para que librerías independientes conecten con sus clientes, organicen actividades especiales y fortalezcan su presencia en la comunidad. Sin embargo, en 2025, Amazon ha decidido realizar su segunda venta anual de libros durante el mismo periodo, del 23 al 28 de abril, justo en el epicentro del Día de las Librerías Independientes. Esta coincidencia no ha pasado desapercibida y ha generado un intenso debate acerca de las implicancias de dicha decisión para los pequeños comerciantes y el panorama general del mercado editorial. El contexto es importante para entender la controversia.
En 2024, Amazon llevó a cabo su primera venta anual de libros entre el 16 y el 20 de mayo, fechas posteriores al Día de las Librerías Independientes. Esta vez, sin embargo, la compañía ha optado por adelantar su promoción y empatarla con el momento en el que las librerías independientes buscan su mayor visibilidad anual. Amazon ha declarado que la coincidencia fue inadvertida y se debió a la coordinación de fechas para adecuarse a otros países participantes de su evento. No obstante, este argumento genera escepticismo entre libreros y críticos que perciben la maniobra como una estrategia deliberada para minar la iniciativa de negocios locales. La historia entre Amazon y las librerías independientes es compleja y está llena de tensiones.
Desde sus inicios, Amazon revolucionó la venta de libros al ofrecer vastos catálogos en línea y precios competitivos, en ocasiones vendiendo a pérdida para ganar cuota de mercado. Este modelo afectó duramente a las librerías tradicionales, que en muchos casos enfrentaron serias dificultades financieras o incluso la clausura. Para complicar aún más la relación, Amazon intentó diversificar su presencia física con tiendas propias, aunque finalmente cerró estas sucursales, confirmando la impresión de que la empresa no estaba dedicada a la experiencia del libro, sino más bien a establecer dominio comercial. En este contexto, que Amazon realice una venta masiva justo en la fecha insignia de las librerías independientes resulta, para muchos, una provocación o una forma de competencia agresiva. Más de 1,600 librerías en los 50 estados de Estados Unidos celebran activamente el Día de las Librerías Independientes, un evento en el que no solo venden libros, sino que también promueven la cultura local, la lectura y la interacción comunitaria.
Para ellos, la superposición de las fechas dificulta la atención y los recursos del consumidor, al enfrentar ofertas y promociones directas de una tienda gigante en línea con las que realizan los establecimientos locales. El sentimiento entre libreros es palpable. Andy Hunter, fundador de Bookshop.org, una plataforma que intenta apoyar a las librerías independientes mediante ventas en línea, calificó el movimiento de Amazon como "cínico, manipulador y cruel". Por otro lado, Leah Koch, dueña de la librería Ripped Bodice de Los Ángeles, expresó con vehemencia su rechazo hacia Jeff Bezos y la estrategia de Amazon.
Estas expresiones reflejan un malestar creciente en el sector que percibe una amenaza directa a su iniciativa y supervivencia. Sin embargo, más allá del conflicto, este episodio también resalta la capacidad de las librerías independientes para adaptarse y resistir. A pesar del dominio abrumador de Amazon en las ventas de libros en línea, muchas librerías locales prosperan al ofrecer experiencias que la plataforma digital no puede replicar, como recomendaciones personalizadas, eventos especiales, lecturas y espacios para la comunidad. También han implementado herramientas digitales para complementar sus ventas físicas, demostrando que la coexistencia es posible si se apuesta por la diferenciación y el fomento del vínculo con los lectores. Por su parte, Amazon, aunque domina en el comercio electrónico, ha fallado en consolidar una verdadera presencia física que conecte con la experiencia literaria, lo que dificulta su relación con el público que busca más que solo una transacción rápida.
La empresa parece enfocada en maximizar su impacto comercial, a veces a costa de otros actores del sector. Para los consumidores, este enfrentamiento puede ser una oportunidad para reflexionar sobre sus hábitos de compra y el impacto de elegir una u otra opción. Visitar una librería independiente no solo significa adquirir un libro, sino también apoyar a los pequeños negocios, promover la diversidad cultural y fomentar una red local que contribuye al desarrollo social. Además, las librerías independientes ofrecen un valor añadido a través de sus recomendaciones y la atención personalizada, aspectos que algoritmos y grandes tiendas en línea aún no pueden igualar plenamente. En definitiva, el choque de fechas entre la venta de Amazon y el Día de las Librerías Independientes pone en evidencia no solo una estrategia comercial, sino también una lucha más amplia en torno a la distribución de la cultura y la dinámica del mercado del libro.
Mientras Amazon sigue ampliando su influencia, las librerías locales demuestran que su fortaleza radica en la experiencia y la comunidad. Es un llamado tanto para los empresarios como para los lectores a ser conscientes del poder que tienen sus elecciones y del valor de preservar espacios culturales auténticos que enriquecen la sociedad. Por ello, la invitación está abierta a no esperar un día especial para apoyar a las librerías locales. Visitar y comprar en estos espacios puede convertirse en una práctica habitual que beneficia a toda la red cultural y económica asociada, más allá de las promociones que las grandes corporaciones puedan imponer. Después de todo, el impacto de cada libro vendido en una librería independiente puede trascender el acto comercial y fortalecer un legado cultural que Amazon solo puede replicar parcialmente.
En conclusión, la coincidencia entre la venta anual de Amazon y el Día de las Librerías Independientes no es una simple casualidad. Representa un capítulo más en la relación compleja entre el gigante del comercio digital y los pequeños comerciantes de libros que, a pesar de los retos, continúan luchando por mantener viva la experiencia del libro físico y el vínculo comunitario que esto implica. La decisión de consumidores y lectores será clave para determinar quién prevalecerá en esta batalla por el alma de la literatura en el siglo XXI.