El Boeing 777X ha sido objeto de expectación y especulación desde su anuncio en noviembre de 2013. Esta nueva versión del popular Boeing 777 prometía mejoras en economía de combustible, mayor capacidad de pasajeros y tecnología innovadora como las puntas de ala plegables, que permitirían una envergadura excepcional sin comprometer la capacidad operativa en aeropuertos. Sin embargo, más de una década después de su lanzamiento, el avión aún no ha entrado en servicio comercial. ¿Qué ha sucedido con el Boeing 777X y por qué está retrasado en sus entregas? El Boeing 777 es conocido por ser uno de los aviones de pasajeros más destacados de Boeing. Su versión más antigua, el 777-200, voló por primera vez en 1994 y fue introducido en el servicio comercial en 1995.
Desde entonces, Boeing ha seguido desarrollando la serie con versiones más grandes y de mayor alcance, como el 777-300ER y el 777-200LR. Antes de la llegada del 777X, este modelo había acumulado una sólida reputación por su eficiencia y confort en vuelos de larga distancia. Cuando Boeing presentó el 777X, el mundo de la aviación se entusiasmó con las promesas que traía. El nuevo modelo debía ofrecer a las aerolíneas un avión más rentable, que redujera los costos operativos y, potencialmente, los precios de los boletos. La introducción de las puntas de ala plegables era un hito significativo en la aeronáutica comercial, ya que ofrecía una mayor envergadura sin el inconveniente de ocupar más espacio en los aeropuertos, un punto crucial dado el tamaño y la infraestructura de muchas instalaciones en todo el mundo.
A pesar de las expectativas, las entregas del 777X han sido retrasadas repetidamente. Inicialmente, el plan era entregar la primera unidad a Emirates en 2020. Sin embargo, conforme se avanzaba en el desarrollo, comenzaron a surgir problemas. En 2019, tras el ensamblaje del primer 777-9, el modelo destinado a Lufthansa, surgieron problemas con los motores GE9X, que requirieron rediseño y extensas pruebas. Esta situación fue el primer indicio de que el cronograma de entregas se vería afectado.
A la serie de contratiempos se sumó un incidente dramático durante una prueba de presión en el fuselaje del 777X, donde una explosión en una de las unidades de prueba provocó que un componente se desprendiera. Aunque este evento no representó un riesgo inminente para la seguridad de los futuros vuelos, la repercusión en el calendario de producción fue considerable, aumentando la incertidumbre en torno a las fechas de entrega. El impacto de la pandemia global de COVID-19 en 2020 también exacerbó los retrasos. Los cierres de fábricas, interrupciones en la cadena de suministro y la reducción de la demanda de viajes aéreos complicaron aún más la situación, colocando a Boeing en un terreno inestable. Las dificultades continuaron en 2021 cuando la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) rechazó la solicitud de Boeing para la autorización de inspección de tipo, citando preocupaciones sobre la seguridad y los procedimientos de prueba.
Con el paso de los años, todos estos contratiempos se han traducido en una espera interminable para las aerolíneas que se han mantenido a la expectativa de la llegada del 777X. Entre los principales clientes se encuentran Emirates, que ha realizado un pedido de 262 unidades, y Qatar Airways, con 74 aviones en su lista de espera. La aerolínea alemana Lufthansa también expresó su frustración, ya que inicialmente tenía la intención de recibir las aeronaves mucho antes, pero ha tenido que cambiar sus planes debido a los constantes retrasos. A medida que el horizonte de entrega se movía sin cesar, Boeing anunció en 2022 que la nueva fecha prevista situaba las entregas para 2025. Sin embargo, incluso esa proyección se enfrenta ahora a nuevas incertidumbres.
Recientemente, se descubrieron daños estructurales en una de las aeronaves de prueba, con grietas detectadas en otros modelos. A pesar de que estos problemas se pueden resolver relativamente rápido, la historia de retrasos ha dejado a los clientes ansiosos. Con la promesa de un 777X aún en el aire, las aerolíneas y los analistas de la industria se preguntan cuándo, finalmente, este avión de última generación comenzará a volar en rutas comerciales. Las aerolíneas que han hecho grandes inversiones en este modelo esperan no solo modernizar su flota, sino también beneficiarse de todo lo que el 777X les puede ofrecer en términos de eficiencia y rendimiento. Por su parte, Boeing ha reiterado su compromiso de realizar entregas seguras y eficientes, y mientras continúe trabajando para resolver las cuestiones pendientes, los clientes seguirán las actualizaciones con atención.