En un mundo marcado por la inmediatez y la velocidad de los cambios, la Fundación Long Now emerge como un faro de reflexión profunda, invitándonos a pensar en horizontes temporales que sobrepasan nuestras propias vidas y generaciones presentes. Fundada en 1996, esta organización sin fines de lucro tiene como objetivo principal fomentar el pensamiento a largo plazo, apelando a la responsabilidad que todos compartimos como antepasados y futuros guardianes del planeta y la civilización. El concepto de "largo ahora" define el marco temporal en el que esta fundación centra sus esfuerzos: los próximos y últimos 10,000 años. Esta perspectiva amplía la escala de tiempo habitual para pasar de años o décadas a milenios, un ejercicio que desafía nuestra capacidad para imaginar futuros distantes y diseñar proyectos con la durabilidad y la relevancia suficientes para perdurar mucho más allá de nuestro propio tiempo. La obra inaugural y quizá más emblemática de la Fundación Long Now es el Reloj de los 10,000 años, un gigantesco monumento mecánico instalado en el interior de una montaña en el oeste de Texas.
Este reloj está diseñado para funcionar con precisión durante los próximos diez mil años, marcando el paso del tiempo a una escala civilizatoria. La elección de una arquitectura mecánica, en lugar de dependencia de tecnologías digitales modernas, subraya la búsqueda de sostenibilidad, robustez y facilidad de mantenimiento a largo plazo. Este reloj no sólo simboliza el transcurrir del tiempo sino que también invita a una conexión emocional y ética con el futuro lejano. Con diales especialmente diseñados y un generador de campanas creado en colaboración con el músico Brian Eno, el reloj puede producir más de 3.5 millones de secuencias de campanadas únicas, cambiando diariamente durante los próximos 10,000 años.
Este nivel de detalle dota a la pieza de una dimensión artística y cultural que trasciende su función práctica. El ensamblaje y la construcción de este reloj monumental continúan actualmente, y aunque no hay una fecha definida para su culminación, su avance representa un compromiso tangible con la noción de legar algo valioso y duradero para futuras generaciones. Es un proyecto que combina ingeniería, arte, filosofía y visión, y que desafía las limitaciones de tiempo a las que estamos acostumbrados. Más allá del reloj, la Fundación Long Now alberga diversos proyectos que exploran la preservación, la continuidad y la innovación en escalas temporales amplias. Uno de los más destacados es el Proyecto Rosetta, una iniciativa que ha reunido un archivo de miles de lenguas humanas.
Este archivo ha sido materializado en un objeto físico llamado el Disco Rosetta, una pequeña pieza que almacena información accesible incluso después de miles de años. El Proyecto Rosetta ha tenido logros impresionantes, incluyendo la colocación de copias de este archivo en lugares tan remotos como un cometa y la luna, buscando así preservar la diversidad lingüística humana más allá de las fronteras terrestres. Esta iniciativa no solo actúa como un archivo histórico sino que también simboliza el respeto por la diversidad cultural y el deseo de que el patrimonio humano esté protegido mucho tiempo después de nuestra existencia. Otros esfuerzos relevantes de la fundación incluyen "Long Bets", un espacio que fomenta la formulación y la discusión de predicciones a largo plazo; "Manual para la Civilización", una biblioteca colaborativa cuyo objetivo es recolectar obras esenciales para reconstruir la civilización si alguna vez fuera necesario; y la serie mensual de charlas, donde expertos y pensadores reflexionan sobre temas relacionados con el futuro distante. Adicionalmente, la Fundación ha incubado otras organizaciones centradas en la conservación y la restauración, un buen ejemplo es "Revive & Restore", que busca el rescate genético de especies en peligro o extintas, abordando retos biológicos y éticos de gran escala temporal.
La comunidad juega un papel fundamental en la Fundación Long Now. La colaboración, el intercambio y la diversidad son esenciales para cultivar el pensamiento a largo plazo. Sus oficinas centrales, ubicadas en San Francisco, se combinan con un espacio público conocido como The Interval, que funciona como bar, café, museo y lugar de eventos. Este espacio también alberga prototipos a gran escala del Reloj de los 10,000 años, sirviendo como punto de encuentro para personas interesadas en la exploración y la conversación sobre el futuro. La Fundación ofrece además un programa de membresía global que conecta a más de 11,000 personas en más de 65 países, creando una red internacional de individuos comprometidos con el pensamiento a largo plazo.
Esta comunidad se beneficia del acceso a contenidos exclusivos, charlas mensuales y la oportunidad de participar activamente en proyectos que trascienden la vida cotidiana y la urgencia inmediata. El reto de pensar a largo plazo no es sencillo. Requiere un cambio de perspectiva radical, entendiendo que las decisiones que tomamos hoy pueden tener repercusiones incluso siglos o milenios en el futuro. La Fundación Long Now nos invita a ser “buenos ancestros”, una idea que resuena con la responsabilidad intergeneracional y la necesidad de proteger y enriquecer el legado común. La conservación de tradiciones antiguas, como la reconstrucción periódica del santuario interior en Ise, Japón, que se ha llevado a cabo cada 20 años desde el año 4 a.
C., es un ejemplo viviente de pensamiento a largo plazo. La Fundación Long Now toma inspiración de estas prácticas para aplicar la misma mentalidad en cuestiones contemporáneas, desde la tecnología hasta la ecología y el conocimiento cultural. En conclusión, la Fundación Long Now representa un compromiso visionario para extender el alcance de nuestra conciencia temporal, instándonos a imaginar futuros amplios y diversos y a actuar con intención y cuidado para salvaguardar lo que valoramos hoy para quienes heredarán nuestro mundo. Cada proyecto y cada iniciativa de la fundación es un paso hacia la construcción de una cultura de responsabilidad a largo plazo que se convierte en un legado invaluable para la humanidad.
En tiempos donde la velocidad y la coyuntura suelen dominar, su mensaje y acciones constituyen un recordatorio poderoso de que pensar en la larga duración es, en definitiva, pensar en nuestra propia existencia y en la calidad de vida de generaciones futuras.
