Donald Trump, el ex presidente de Estados Unidos, ha dado un paso audaz hacia el mundo de las criptomonedas con el lanzamiento de su nuevo proyecto, World Liberty Financial (WLFI). Esta plataforma de finanzas descentralizadas (DeFi) se centra en el uso de un token criptográfico diseñado para facilitar el acceso al dinero a comunidades que tradicionalmente han estado desatendidas por los bancos. El anuncio fue realizado en un evento en vivo por Twitter Spaces, donde Trump, conocido por su capacidad para captar la atención del público, reveló su incursión formal en la tecnología blockchain. Después de meses de especulaciones y rumores en las redes sociales, la declaración fue un momento significativo que podría cambiar la dinámica del espacio criptográfico en Estados Unidos. World Liberty Financial se presenta como un mercado financiero alternativo que ofrece la posibilidad de prestar y pedir préstamos con criptomonedas.
La propuesta es notable, especialmente en un contexto donde muchas personas en todo el mundo todavía no tienen acceso a servicios bancarios tradicionales. Sin embargo, este objetivo de ayudar a las comunidades desatendidas se ve ensombrecido por la decisión de limitar la venta de tokens a inversores acreditados, es decir, aquellos que tienen un patrimonio neto de al menos un millón de dólares. La estructura del proyecto se basa en el uso de un token de gobernanza denominado WLFI. Este token permitirá a sus poseedores participar en las decisiones sobre la plataforma, aunque es importante destacar que no será transferible ni generará rendimiento. Esto lo diferencia de otros activos criptográficos que suelen ser comercializables o que permiten generar ingresos pasivos.
De un total de 100% de la oferta de tokens, el 63% estará destinado a estos inversores acreditados, mientras que el 37% restante se repartirá entre recompensas para los usuarios y el equipo del proyecto. La fecha de lanzamiento del token WLFI aún no está clara, lo que ha llevado a especulaciones sobre su futura utilidad y popularidad. Aunque se prevé que sirva principalmente como un medio de gobernanza, la exclusión de la mayoría del público plantea preguntas sobre la efectividad del proyecto en cumplir con su objetivo original de servir a las comunidades que carecen de acceso a servicios financieros. Una de las principales preocupaciones relacionadas con este nuevo proyecto se centra en los posibles conflictos de interés debido a la implicación de Trump en el mundo de las criptomonedas, especialmente en un año donde las elecciones de 2024 marcan su regreso a la arena política. Críticos y expertos han destacado que su participación podría crear dilemas éticos, considerando su papel previo como líder del país.
Además, el involucramiento de Chase Herro, un emprendedor vinculado a un fallido proyecto de DeFi, ha suscitado dudas. Su anterior empresa, Dough Finance, colapsó tras un hackeo que resultó en la pérdida de los fondos de los inversores, lo que genera inquietud sobre la seguridad y la viabilidad de World Liberty Financial. Expertos legales, como Ciara Torres-Spelliscy, profesora de derecho en Stetson, también han expresado su preocupación. Argumentan que el proyecto podría violar la Cláusula de Emolumentos de la Constitución de Estados Unidos. Esta cláusula prohíbe a los funcionarios recibir regalos o pagos de gobiernos extranjeros sin el consentimiento del Congreso, lo que podría ser un riesgo dado que las plataformas DeFi permiten la participación global sin verificación de identidad.
A pesar de las cuestiones éticas y legales que surgen en torno al proyecto WLFI, Trump ha mantenido un discurso optimista, indicando que la criptomoneda es un área a la que el país debe prestarle atención. En una reciente entrevista, mencionó: "La criptografía es solo una de esas cosas que tenemos que hacer, nos guste o no". Por su parte, Donald Trump Jr. ha resaltado la importancia de las finanzas descentralizadas como un medio para eliminar la influencia política en el sistema bancario, argumentando que “la banca se ha politizado. DeFi elimina ese componente político”.
A pesar de la mezcla de críticas y entusiasmo, la entrada de Trump en el espacio de las criptomonedas ha sido recibida con cierto optimismo en la comunidad blockchain. Esto refleja un interés creciente en cómo la criptomoneda y la tecnología blockchain pueden influir en la política estadounidense. La percepción de Trump sobre las criptomonedas parece haberse transformado, impulsada en parte por el éxito de su colección de NFT, a la que atribuye un considerable mérito. En el evento de Twitter Spaces, afirmó que estaba "asombrado" por el éxito de sus colecciones de NFT y la demanda de criptomonedas para adquirirlas. También destacó la influencia de su familia, mencionando que su hijo Barron tiene varios "wallets" (billeteras digitales), lo que indica un interés familiar por la tecnología.
El lanzamiento de World Liberty Financial podría convertirse en un tema crucial en las próximas elecciones de 2024. A medida que el espacio de las criptomonedas continúa evolucionando, es probable que la influencia de figuras políticas como Trump juegue un papel clave en su desarrollo. En el evento "Future of Digital Assets", programado para el 19 de noviembre, se espera que los líderes de la industria discutan la intersección entre la política, las finanzas y la tecnología blockchain, lo que podría arrojar luz sobre las ramificaciones a largo plazo del proyecto de Trump. En conclusión, el proyecto World Liberty Financial no solo marca un hito en la carrera de Donald Trump en el ámbito de las criptomonedas, sino que también plantea una serie de preguntas sobre el futuro de las finanzas descentralizadas y su capacidad para alcanzar a aquellos que más lo necesitan. Con un enfoque en las comunidades desatendidas, el proyecto podría ofrecer oportunidades significativas, aunque el camino por delante está lleno de incertidumbres y controversias.
A medida que el interés electoral en la criptomoneda aumenta, la manera en que se desarrollará WLFI y el impacto que tendrá en la política y la economía seguirá siendo un tema a observar durante los próximos meses.