¿Está Tesla a punto de humillar a sus detractores del Full Self-Driving? El mundo de la automoción se encuentra en constante evolución, y Tesla Inc. (NASDAQ: TSLA) ha estado en el centro del debate sobre la conducción autónoma. Desde sus inicios, la empresa ha prometido que sus vehículos podrán conducirse sin intervención humana. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y la competencia se intensifica, muchos se preguntan si Tesla cumplirá con esas promesas o si, por el contrario, decepcionará a sus inversores y detractores. En el último año, el rendimiento de las acciones de Tesla ha estado por debajo de las expectativas.
A finales de 2024, la empresa vio una caída de aproximadamente el 15% en su valor, lo que ha generado inquietud en un entorno de mercado que está cada vez más saturado de competidores en el sector de los vehículos eléctricos (EV). A pesar de que Tesla alcanzó récords en sus ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos, las cifras de crecimiento han disminuido considerablemente. En el segundo trimestre de 2024, las entregas cayeron un 5%, mientras que los ingresos por automóviles experimentaron una bajada del 7%, un indicador de que la compañía enfrenta desafíos serios. La tecnología de conducción autónoma de Tesla, conocida como Full Self-Driving (FSD), sigue siendo un pilar fundamental para el futuro de la compañía. Los inversores han puesto muchas de sus esperanzas en esta tecnología, que no solo es crucial para la valoración del mercado de Tesla, sino que también podría redefinir la movilidad moderna.
Sin embargo, a pesar de los avances en las versiones más recientes del FSD, como la 12.3, existen problemas que deben resolverse antes de que la compañía pueda avanzar hacia la obtención de la aprobación regulatoria para la conducción completamente autónoma. El debate actual se centra en si el sistema de Tesla será capaz de superar las limitaciones actuales de hardware, especialmente en su procesamiento de datos. Algunos expertos son optimistas, creyendo que este sistema de visión podría mejorar con el tiempo. Otros, no tan convencidos, argumentan que una tecnología basada únicamente en visión podría no ser suficiente para garantizar la seguridad y eficacia de la conducción autónoma.
Los analistas se encuentran divididos. Por un lado, los defensores del FSD resaltan su impresionante capacidad y el potencial futuro que podría tener en el mercado. Sin embargo, también hay una creciente preocupación sobre la competencia que Tesla enfrenta. Rivales como Waymo y otros fabricantes de vehículos han lanzado sus propias tecnologías que desafían la supremacía de Tesla en el sector de la conducción autónoma. Las promesas de un futuro donde los robotaxis, impulsados por la inteligencia artificial de Tesla, se conviertan en una parte integral de nuestras ciudades aún tienen que materializarse.
Recentemente, la atención se ha centrado en la próxima presentación de la tecnología de robotaxis de Tesla, que se había programado inicialmente para agosto, pero que se ha retrasado ahora hasta octubre de 2024. Este cambio ha generado especulaciones sobre la magnitud de las mejoras y nuevas características que se integrarán. Muchos se preguntan si este lanzamiento finalmente atraerá a los inversores y humillará a aquellos que se han mostrado escépticos sobre la capacidad de la empresa para conseguir su sueño de una flota de robotaxis. Sin embargo, los signos de descontento entre los inversores son evidentes. Algunos, como Ross Gerber, han tomado la decisión de reducir significativamente sus inversiones en la compañía después de no lograr alcanzar las metas de producción y entrega prometidas por Tesla.
Estas decisiones reflejan un sentimiento general de incertidumbre sobre el futuro próximo de la compañía. A pesar de los desafíos, hay quienes creen en la visión a largo plazo de Tesla. Ark Invest, a cargo de Cathie Wood, ha establecido un objetivo de precio de $2,600 para las acciones de Tesla para 2029, impulsado principalmente por el potencial del negocio de robotaxis. Según sus estimaciones, hasta el 90% del valor y ganancias de Tesla podrían derivarse de esta operación. Aunque esta predicción ha sido recibida con escepticismo, el entusiasmo de Ark Invest destaca la atracción que la conducción autónoma tiene para ciertos sectores del mercado.
El hecho de que la base de inversores de Tesla esté dividida plantea una cuestión importante: ¿Cuál es el camino correcto para la compañía en este momento? Mientras algunos persiguen un enfoque más conservador centrado en las ventas de vehículos eléctricos, muchos otros apuestan por el potencial disruptivo que la IA y la automatización podrían proporcionar. En un contexto donde las proyecciones a largo plazo parecen sombrías, Tesla debe decidir su enfoque para seguir siendo relevante frente a un panorama competitivo que evoluciona rápidamente. Frente a estas incertidumbres, la figura de Elon Musk, CEO de Tesla, también se encuentra bajo el microscopio. La inquietud sobre su necesidad de vender acciones de Tesla para abordar problemas financieros en sus otros negocios, como X (anteriormente Twitter), podría generar una presión adicional sobre el stock. Esto ha suscitado temores de que una venta significativa por parte de Musk pudiese desestabilizar aún más la acción, afectando la confianza de los inversores.
A medida que se avecina la presentación de las nuevas tecnologías de Tesla, el sentimiento de los inversores podría oscilar entre la esperanza y la cautela. La posibilidad de que el anuncio de los robotaxis logre revertir la caída en la apreciación de las acciones se mantiene en el aire. Sin embargo, si el lanzamiento resulta ser menos impactante de lo esperado, podría intensificar el escepticismo que rodea a la empresa y abrir la puerta a un mayor escrutinio en el futuro. En resumen, la pregunta de si Tesla podrá humillar a sus detractores del FSD es una mezcla de optimismo y escepticismo. Las condiciones del mercado y las expectativas de los inversores indican que, aunque el potencial de la conducción autónoma de Tesla es significativo, las barreras tecnológicas y la competencia son retos inminentes.
A medida que la compañía navega por estas aguas inciertas, el tiempo dirá si la visión de Elon Musk sobre la movilidad autónoma se transformará en una realidad o si sus críticos tendrán razón. Sin duda, la atención del mundo seguirá puesta en Tesla en los próximos meses.