La escasez de medicamentos GLP-1: ¿Podrán las empresas biotecnológicas satisfacer la creciente demanda? En el panorama actual de la salud, los medicamentos GLP-1, inicialmente aprobados para el tratamiento de la diabetes y la obesidad, han experimentado un auge sin precedentes en su demanda. Este crecimiento ha sido impulsado no solo por su eficacia en el control del azúcar en sangre y la reducción de peso en pacientes con obesidad, sino también por su utilización off-label para la pérdida de peso cosmética, un fenómeno que ha captado la atención de millones de personas que buscan transformar su imagen. Sin embargo, esta creciente popularidad ha desbordado la capacidad de producción de estas terapias y ha llevado a una escasez significativa de GLP-1 en el mercado. A medida que más personas buscan acceder a estos tratamientos, surge la pregunta: ¿podrán las empresas biotecnológicas mantener el ritmo de esta demanda cada vez mayor? La respuesta a esta pregunta es crítica, no solo para los pacientes que dependen de estos medicamentos, sino también para las empresas que buscan capitalizar un mercado en auge. Los medicamentos GLP-1, como Ozempic y Wegovy, han sido reconocidos por su capacidad de generar una notable pérdida de peso y mejorar la salud metabólica, lo que ha generado un aumento en su prescripción, incluso entre aquellos que no cumplen con los criterios clínicos tradicionales para su uso.
La industria biotecnológica ha empezado a tomar medidas para lidiar con esta escasez. Un ejemplo notorio es la empresa Corden Pharma, una organización de desarrollo y fabricación por contrato (CDMO), que ha anunciado una inversión de 900 millones de euros en los próximos tres años para aumentar la producción de medicamentos GLP-1 en Europa y Estados Unidos. Según Stephen Houldsworth, vicepresidente senior de la compañía, estos esfuerzos están diseñados para asegurar la seguridad de la cadena de suministro y proporcionar apoyo a los innovadores en el espacio GLP-1, aunque los resultados de estas inversiones no se verán inmediatamente. Mientras tanto, Eli Lilly, uno de los principales actores en el mercado de GLP-1, ha decidido intensificar su estrategia de producción. La compañía ha comprometido más de 18 mil millones de dólares desde 2020 para construir, expandir y adquirir instalaciones tanto en Estados Unidos como en Europa.
Recientemente, Eli Lilly adquirió una planta de Nexus Pharmaceuticals en Wisconsin, lo que le permitirá aumentar su capacidad de producción para cumplir con la creciente demanda. Este tipo de inversiones son vitales en un momento donde la disponibilidad de medicamentos no solo afecta a la salud individual, sino también a la salud pública general. La falta de GLP-1 no es un problema únicamente en las naciones desarrolladas. De hecho, la escasez se ha intensificado en países de ingresos bajos y medios, donde las consecuencias para las personas con diabetes tipo 2 pueden ser profundamente severas. La Organización Mundial de la Salud ha alertado sobre el impacto desproporcionado que la escasez de estos tratamientos podría tener en estas poblaciones.
Además, el aumento de la demanda también está relacionado con una tendencia creciente en la prescripción de medicamentos GLP-1 para la pérdida de peso estética. La popularidad de estos medicamentos ha llevado a muchos a buscarlos incluso sin presentar condiciones de salud relacionadas con el peso. Este cambio en el comportamiento de los consumidores ha desafiado al sistema de salud, que enfrenta un número sin precedentes de prescripciones para un medicamento que, en muchos casos, se utiliza fuera de sus indicaciones aprobadas. Frente a esta creciente presión, los reguladores de la salud de Europa han calificado la situación como una seria preocupación de salud pública. Se espera que los problemas de suministro continúen a lo largo del año y no se vislumbra una solución rápida.
La Agencia Europea de Medicamentos ha señalado que la escasez está relacionada no solo con el aumento de la demanda para el tratamiento de diabetes y obesidad, sino también con la creciente utilización de estos tratamientos para la pérdida de peso no médica. A pesar de las dificultades, la industria está respondiendo a estas inquietudes. Novo Nordisk, otro gigante en el espacio de los GLP-1, ha anunciado una inversión de más de 4 mil millones de dólares en una nueva instalación en Carolina del Norte que ampliará su capacidad para procesar sus medicamentos más populares. Esta planta, que incluirá tecnologías sostenibles como paneles solares en el techo, también creará miles de empleos en la región, lo que no solo beneficiará a la empresa, sino también a la economía local. Simtra BioPharma, una empresa estadounidense, ha comenzado a establecer una instalación dedicada a la producción de GLP-1 en Indiana, la cual se espera que comience la producción en 2026.
Este tipo de iniciativas son cruciales para expandir la capacidad de producción y ayudar a mitigar la escasez en el futuro. En el ámbito internacional, Aurisco Pharmaceutical en China también está dando pasos significativos. Ha inaugurado una instalación en Yangzhou para producir péptidos GLP-1 genéricos, con el objetivo de aumentar el acceso a estos medicamentos a nivel global. Los inversores en China también han estado invirtiendo en la adquisición de licencias para medicamentos de obesidad, lo que indica un esfuerzo integral para satisfacer la demanda. El camino por delante parece estar lleno de retos, pero las inversiones masivas y el desarrollo de nuevas instalaciones son señales de que la industria biotecnológica está comprometida en encontrar soluciones a la crisis de suministro de GLP-1.
