Lido Finance, la plataforma de staking líquido líder en Ethereum, está en el centro de una propuesta que podría cambiar significativamente su estructura de gobernanza y, por extensión, influir en todo el ecosistema Ethereum y DeFi. La propuesta, conocida como Lido Improvement Proposal (LIP) 28, introduce un modelo de gobernanza dual que da a los poseedores de stETH, los tokens líquidos que representan el ether apostado a través de Lido, una participación activa en las decisiones del protocolo mediante un mecanismo de veto. Esta iniciativa no solo busca reforzar la descentralización y la responsabilidad dentro del protocolo sino también ofrecer una mayor voz a los usuarios que mantienen su ETH apostado en la plataforma, algo que hasta ahora no estaba contemplado de manera formal en la estructura de gobernanza de Lido. Hasta el momento, la gobernanza de Lido ha estado limitada a los poseedores del token nativo LDO. Estos participan en las decisiones que influyen en el rumbo del protocolo, pero los poseedores de stETH, quienes a menudo representan la mayoría principal de ETH bloqueado en staking, no tenían influencia directa.
El planteamiento de LIP-28 propone un cambio radical: los titulares de stETH podrán vetar ciertas propuestas que han sido aprobadas por los poseedores de LDO, estableciendo así un equilibrio dinámico entre ambos grupos y evitando que decisiones unilaterales puedan afectar negativamente la confianza y seguridad del ecosistema. La importancia de esta propuesta se magnifica si tomamos en cuenta el enorme tamaño del valor total bloqueado (TVL) en Lido, que representa más del 25% de todo el ETH en staking dentro de la red Ethereum. Esta cuota considerable de participación convierte a Lido en un actor fundamental en la seguridad y funcionamiento de la blockchain, y por ello, las decisiones tomadas dentro de su DAO repercuten directamente en miles de usuarios y en la estabilidad del ecosistema. La implementación de un sistema de gobernanza dual refleja la necesidad creciente de mecanismos que aseguren que los intereses de los principales stakeholders estén debidamente representados y protegidos. El modelo propuesto introduce un contrato de timelock dinámico que actúa como una capa de protección adicional entre las decisiones que aprueba la DAO y su ejecución final.
Esta demora programada permite que los poseedores de stETH reaccionen si consideran que una propuesta lesiona sus intereses. Dicho sistema dinámico funciona mediante la activación de ciertos “umbrales” o sellos. Por ejemplo, si al menos el 1% del ETH apostado a través de Lido es depositado en un contrato de custodia designado para expresar disconformidad, comienza a aumentar la duración del timelock para esa decisión específica. Si la oposición alcanza el 10% del total, se activa una especie de “rage quit” que bloquea la ejecución del cambio hasta que estos usuarios descontentos puedan retirar sus fondos, garantizando un mecanismo efectivo de salida y protesta. Esta sensibilidad a la opinión de los usuarios que mantienen su capital apostado intenta balancear la rapidez operativa de la DAO con la necesidad de proteger la confianza de los stakers.
En el contexto actual, debido a cómo funciona el proceso de staking en Ethereum y su liquidez limitada, la capacidad para actuar ante cambios que se perciban como negativos es un aspecto fundamental para mantener la estabilidad y evitar escenarios donde una mayoría pueda implementar decisiones perjudiciales sin oposición real oportuna. La propuesta de Lido llega en un momento crucial para Ethereum. La red ha experimentado recientemente un crecimiento significativo, impulsado por la actualización Pectra que mejora la escalabilidad y eficiencia en la capa de ejecución. Esta mejora técnica, que incrementó la capacidad máxima de staking por validador hasta 2,048 ETH, también ha renovado el interés en plataformas de staking líquido como Lido, cuya participación es central para mantener la sana salud de la red. El auge en el precio de ETH en un 30% alrededor de esta actualización ha aumentado a su vez la atención de la comunidad hacia los protocolos de Ethereum, haciendo que propuestas como la de Lido no solo sean relevantes desde un punto de vista técnico sino también estratégico y financiero.
La posibilidad de que stETH tenga voz en la gobernanza puede atraer mayor confianza y participación, al reconocer formalmente a los stakers como actores clave con derecho a influir en el futuro del protocolo. Desde una perspectiva de gobernanza descentralizada, el mecanismo de veto que propone LIP-28 puede servir como un precedente innovador no solo para Lido sino para múltiples protocolos DeFi que buscan incrementar la inclusión y democratización en la gestión comunitaria. Tradicionalmente, la gobernanza en muchos proyectos se ha concentrado en los poseedores de tokens nativos, pero Lido impulsa la idea de que quienes mantienen activos bloqueados, generalmente con incentivos alineados a largo plazo, deben tener también una capacidad legitima de influir o incluso bloquear decisiones que consideren perjudiciales. Esta dualidad, sin embargo, no otorga un poder absoluto a los titulares de stETH. No podrán aprobar propuestas de forma unilateral, sino que su influencia se limita a vetar, proporcionando así un balance entre la agilidad en la toma de decisiones y la protección de los intereses de los stakers.
El modelo incorpora además un sistema de respuesta para la DAO, incentivando a que los responsables de las propuestas reconsideren o ajusten sus planes ante una protesta significativa. El ecosistema Ethereum y DeFi ya están atentos a cómo se desarrollará esta fase de discusión y votación. La comunidad está consciente de las implicaciones que un cambio en el modelo de gobernanza de un protocolo tan central puede tener. A su vez, competidores directos como Rocket Pool y Frax Ether observan con interés, ya que podría marcar una tendencia relevante para la industria, enfocada en la inclusión y en mayor resiliencia frente a decisiones unilaterales. Otro aspecto importante es cómo este cambio puede afectar la economía interna y el valor del token LDO, que en horas recientes ha experimentado un incremento apreciable.
La mayor participación y protección ganada para los stakers puede traducirse en mayor confianza en el protocolo y, por ende, en mejores perspectivas de valor a largo plazo. Esto también alienta la adopción de staking líquido y mejora la dinámica de oferta y demanda del mercado asociado. Más allá del impacto en la gobernanza de Lido, esta propuesta refleja un cambio más amplio en el pensamiento sobre la gobernanza descentralizada en blockchain. Aboga por un enfoque en el que los usuarios finales y los proveedores de liquidez tengan una voz real y tangible en los procesos decisivos, fortaleciendo la descentralización y resistencia del sistema ante decisiones centralizadas o maliciosas. En conclusión, Lido Finance está planteando un paso audaz y necesario hacia una gobernanza más inclusiva y democrática, adaptándose a la creciente complejidad y tamaño que ha alcanzado en Ethereum.
Otorgar voz y veto a los poseedores de stETH propone un equilibrio fino entre rapidez y seguridad, entre innovación y protección, que podría servir de modelo para otras plataformas y ecosistemas. La evolución de esta propuesta y su eventual implementación serán aspectos clave para seguir de cerca, no solo para quienes participan en Lido, sino para toda la comunidad descentralizada que apuesta por un futuro más justo, transparente y resistente en el mundo DeFi y blockchain.