Verizon Communications ha sido durante mucho tiempo considerada una de las acciones más sólidas y defensivas en el sector de las telecomunicaciones, especialmente para los inversores que buscan estabilidad y dividendos constantes. Sin embargo, en un entorno donde el crecimiento de suscriptores postpago muestra señales de desaceleración o incluso contracción, es fundamental reevaluar si Verizon mantiene las características que la convierten en una apuesta segura para los inversores que buscan protección y rentabilidad a largo plazo. El detalle más importante para Verizon en sus reportes trimestrales no suele estar en sus ingresos globales o en sus ganancias netas, sino en el número de suscriptores postpago. Este segmento representa clientes con planes mensuales fijos, tradicionalmente más rentables y con mayor estabilidad a diferencia de los abonados prepago, quienes tienden a presentar mayor rotación y menor perfil económico. Ante los recientes resultados, esta métrica ha generado preocupación entre analistas e inversores.
Durante el primer trimestre de 2025, Verizon sufrió una pérdida neta de 289,000 suscriptores postpago, una noticia que contrastó con un modesto crecimiento de 568,000 suscriptores en el cuarto trimestre de 2024. Este bajón superó las expectativas de los analistas, quienes anticipaban una pérdida de unos 197,000 usuarios para ese periodo. Aunque el primer trimestre suele mostrar cierto grado de bajas por estacionalidad, el impacto fue más profundo de lo habitual. Esta caída en suscriptores postpago parece estar ligada principalmente a los recientes incrementos de precios en los planes, estrategia aplicada para mitigar el aumento de costos y mejorar los ingresos medios por usuario. De hecho, las cifras de ingresos por servicios inalámbricos en Verizon aumentaron un 2.
7% hasta los 20.8 mil millones de dólares, pese a la disminución en la base de suscriptores. Esto refleja que, aunque algunos clientes optaron por abandonar sus planes, los que se quedaron están pagando tarifas mayores, compensando en parte la pérdida de volumen. Para contrarrestar esta situación, Verizon ha lanzado nuevas ofertas que buscan atraer y retener clientes. Destacan planes como myPlan y myHome, que brindan flexibilidad y personalización al usuario.
myPlan está diseñado para clientes móviles, permitiendo agregar beneficios como servicios de streaming con descuento o almacenamiento en la nube ilimitado, mientras que myHome está enfocado en el segmento de banda ancha fija, adaptándose a las necesidades crecientes de conectividad en el hogar. Además, la implementación de un bloqueo de precios de tres años y garantías gratuitas de teléfono busca fortalecer la propuesta de valor y minimizar la rotación. Por otro lado, la división de banda ancha de Verizon continúa siendo un motor de crecimiento significativo. En el primer trimestre de 2025, la compañía reportó una ganancia neta de 339,000 suscriptores en este segmento, integrando 45,000 nuevas conexiones de Internet Fios y 308,000 suscriptores de banda ancha fija inalámbrica. La base total de conexiones de banda ancha aumentó un 13.
7% en comparación con el año anterior, alcanzando un total de 12.8 millones de usuarios, con 4.8 millones de ellos utilizando el acceso fijo inalámbrico. El avance en el despliegue de tecnología, como el uso de la banda C (C-band), es otro punto estratégico para Verizon. Esta banda espectral se está aprovechando para mejorar tanto los servicios de banda ancha fija móvil como las soluciones inalámbricas tradicionales, llevando conectividad a zonas donde no existe una infraestructura física robusta.
La empresa planea expandir su alcance con 650,000 pasajes adicionales de Fios durante el año, reforzando su apuesta por la conectividad de alta velocidad y baja latencia. En términos financieros, Verizon ha mostrado resultados sólidos y estables. Sus ingresos totales crecieron un 1.5% alcanzando 33.5 mil millones de dólares, mientras que las ganancias por acción ajustadas aumentaron un 3.
5%, ubicándose en 1.19 dólares, superando ligeramente las previsiones de los analistas. Por su parte, el EBITDA ajustado avanzó un 4.1% hasta los 12.6 mil millones de dólares, indicando una mejora en la eficiencia operativa a pesar de los desafíos en suscriptores móviles.
Estos indicadores financieros sustentan la capacidad de Verizon para mantener una política de dividendos constante y atractiva para sus accionistas. La empresa tiene un historial robusto de pago de dividendos, los cuales han sido una fuente de ingreso relevante para los inversores defensivos que buscan estabilidad en mercados volátiles. Sin embargo, la pregunta central es si la desaceleración e incluso pérdida de suscriptores postpago puede erosionar la naturaleza defensiva de la acción. Históricamente, las acciones defensivas ofrecen flujos de caja previsibles, baja volatilidad y la capacidad de distribuir dividendos aun en ciclos económicos adversos. Aunque Verizon enfrenta la presión de un entorno competitivo y un ciclo de consumidores más sensibles a precios, su diversificación hacia la banda ancha y la rápida adopción de nuevas tecnologías le otorgan resiliencia.
El mercado de telecomunicaciones es altamente competitivo, con empresas disputando cuotas de mercado mediante estrategias agresivas de precios y paquetes integrados. El desafío para Verizon será equilibrar la monetización de su base actual sin acelerar la pérdida de clientes, mientras impulsa el crecimiento en segmentos complementarios y emergentes. Además, la transformación digital global y la creciente demanda por conectividad confiable y rápida posicionan bien a Verizon para aprovechar nuevas oportunidades, especialmente en áreas rurales o poco atendidas gracias a su despliegue de redes de banda C y servicios de banda ancha fija inalámbrica. Para los inversores enfocados en ingresos sostenibles y baja exposición a volatilidad, Verizon aún presenta un perfil atractivo. Su capacidad para adaptarse mediante innovación de servicios, su historial de cumplimiento con dividendos y la solidez financiera respaldan su perfil como acción defensiva.
Sin embargo, la disminución en suscriptores postpago invita a mantener un monitoreo cercano sobre su evolución en captación y retención de clientes, así como su ejecución en segmentos de crecimiento. En conclusión, aunque Verizon ha experimentado débil crecimiento y pérdidas en su negocio tradicional de suscriptores postpago, sigue contando con fundamentos sólidos para mantenerse como una acción con características defensivas, especialmente por su estabilidad financiera, diversificación de servicios y enfoque en dividendos. La clave para mantener su posición será adaptarse a las dinámicas cambiantes del mercado, aprovechar nuevas tecnologías y continuar ofreciendo valor a sus clientes. Para quienes buscan mix de protección y rentabilidad, Verizon puede seguir siendo una opción viable, siempre que se tenga presente la necesidad de evaluar periódicamente el desempeño y su capacidad para compensar las fluctuaciones en suscriptores con crecimiento en otras áreas.