La tokenización de activos ha emergido como una de las tendencias más disruptivas en el ámbito financiero y tecnológico, proyectando una transformación profunda en la manera en que los bienes y valores se manejan y comercializan en el mundo. Un informe conjunto realizado por Ripple y el Boston Consulting Group (BCG) ha estimado que el mercado global de activos tokenizados podría alcanzar un valor de 18.9 billones de dólares para el año 2033, una cifra que refleja un crecimiento exponencial respecto al tamaño actual de aproximadamente 600 mil millones en 2025. Este crecimiento vertiginoso se atribuye a numerosos factores que han convergido para hacer posible una adopción masiva y acelerada de la tokenización. En primer lugar, la evolución tecnológica de las blockchains ha permitido que estas plataformas sean suficientemente robustas para soportar transacciones de grandes volúmenes, lo que abre las puertas a su utilización por parte de grandes instituciones financieras y empresas.
Por otro lado, la clarificación regulatoria en varios países ha generado un entorno más favorable para la emisión y negociación de activos digitalizados, brindando mayor confianza a los inversores y operadores del mercado. Un aspecto relevante señalado en el estudio es la notable influencia que tienen los inversores jóvenes en esta tendencia. Las nuevas generaciones, más familiarizadas con los entornos digitales y las criptomonedas, muestran una creciente preferencia por activos digitales y tokenizados, lo que impulsa la demanda y, en consecuencia, el desarrollo del mercado. El concepto de tokenización implica transformar activos reales —como bienes raíces, bonos o productos financieros— en tokens digitales que pueden ser negociados en blockchain con mayor liquidez, transparencia y accesibilidad. Esto permite que fracciones de activos que tradicionalmente eran difíciles de dividir y comerciar puedan ahora ser adquiridos en pequeñas cantidades, democratizando así la inversión y aumentando el acceso a mercados antes reservados para grandes inversores.
De acuerdo con el informe de Ripple y BCG, la tasa anual compuesta de crecimiento para la tokenización será del 53%, destacando a las stablecoins y el sector inmobiliario como los protagonistas principales en esta expansión. El sector inmobiliario, con valoraciones que superan los 300 billones de dólares a nivel global, se presenta como uno de los activos más prometedores para la tokenización, gracias a la complejidad inherente de sus transacciones y a la liquidez limitada que presenta en la actualidad. Asimismo, los bonos de grado de inversión, que representan alrededor de 140 billones de dólares, y el financiamiento del comercio global, que supera los 10 billones, también forman parte del vasto ecosistema que puede beneficiarse de la digitalización y tokenización. Estos sectores podrían experimentar mejoras significativas en eficiencia, reducción de costos y rapidez en operaciones gracias a la adopción de soluciones basadas en blockchain. La integración de la tokenización en las actividades bancarias y financieras es otra área donde se observa un crecimiento acelerado.
Laurent Marochini, CEO de la entidad de Standard Chartered en Luxemburgo, destaca que diferentes clases de activos adoptan la tokenización a ritmos variables, principalmente en aquellos segmentos donde aporta mejoras reales en eficiencia y donde existen condiciones propicias para el desarrollo de mercados secundarios robustos. No obstante, el informe también señala que esta cifra de 18.9 billones de dólares no contempla las criptomonedas tradicionales ni las monedas digitales de bancos centrales (CBDCs), puesto que estas últimas no necesariamente requieren la tecnología blockchain para su funcionamiento; también excluye los mercados de China y Rusia debido a limitaciones en el acceso a datos precisos. Más allá del impacto económico, la tokenización conlleva implicaciones en términos de accesibilidad al mercado, transparencia y trazabilidad. La tecnología blockchain ofrece un registro inmutable y público de las transacciones, lo que mitiga riesgos de fraude y aumenta la confianza entre participantes del mercado.
Para los inversores minoristas, esta tecnología abre la posibilidad de diversificar portafolios con activos antes inaccesibles. Por otra parte, múltiples actores emergentes como Coinbase Asset Management, Glasstower y el mismo Ripple están apostando por la tokenización a partir de 2025, dinamizando aún más este ecosistema. El ingreso de estos jugadores revela el interés creciente de grandes empresas tecnológicas y financieras por posicionarse en un mercado que hasta hace poco era incipiente y poco explorado. Las expectativas generadas por el informe superan estimaciones previas, como las presentadas por McKinsey, que proyectaban una capitalización de mercado de alrededor de 2 billones de dólares para 2030. El salto hacia casi 19 billones para 2033 refleja la aceleración en las adopciones tecnológicas y regulatorias, así como el cambio cultural en el ámbito financiero global.
En lo regulatorio, cada vez más gobiernos y organismos internacionales están impulsando marcos normativos claros para facilitar la tokenización. Un ejemplo sobresaliente es la creación de sandboxes regulatorios en lugares como Dubái, que permiten a las empresas de criptomonedas y tokenización desarrollar y probar soluciones en entornos controlados, reduciendo incertidumbres legales y fomentando la innovación. Considerando todo este panorama, se puede anticipar que la tokenización será un motor fundamental para el futuro del mercado financiero global. Sus ventajas incluyen mayor eficiencia en la realización de transacciones, liquidez mejorada, reducción de intermediarios, así como una accesibilidad ampliada para pequeños y medianos inversores. Además, la tokenización puede impulsar sectores específicos, como el inmobiliario, la emisión y negociación de bonos, el comercio internacional y otros mercados tradicionales que requieren modernización.
La digitalización de estos activos permitirá optimizar procesos, disminuir costos y abrir nuevas oportunidades de inversión a nivel mundial. En resumen, la colaboración de empresas como Ripple y consultoras globales de renombre, como BCG, resaltan la importancia estratégica de la tokenización. El salto de 600 mil millones a casi 19 billones en menos de una década muestra una oportunidad inédita para inversores, reguladores y actores económicos. Este cambio responde a una convergencia tecnológica, adaptaciones regulatorias y cambios demográficos que están redefiniendo el ecosistema del capital global. La tokenización no solo es el futuro de los activos, sino una revolución que promete transformar la economía mundial de manera profunda y sostenible.
Mantenerse informado y participar activamente en este desarrollo será clave para empresas, inversores y profesionales que quieran aprovechar esta evolución.