En el dinámico y siempre cambiante mundo de la tecnología, la computación cuántica se presenta como una de las tecnologías más revolucionarias y esperanzadoras. Entre las empresas que destacan en este ámbito, Rigetti Computing ha emergido como un nombre prominente, enfocándose en desarrollar hardware y software cuántico con la ambición de transformar la informática tal como la conocemos. Sin embargo, en el transcurso de 2025, la empresa ha sufrido una caída significativa en el valor de sus acciones, perdiendo más del 30%. Esta situación plantea una pregunta crucial para los inversores y entusiastas tecnológicos: ¿está Rigetti Computing ahora demasiado barata para pasarla por alto? Para entender mejor esta cuestión, es necesario profundizar en el estado actual del mercado de la computación cuántica, los desafíos que enfrenta Rigetti y su perspectiva a mediano y largo plazo. La computación cuántica es un área tecnológica que se encuentra en una fase relativamente temprana, pero con un potencial inmenso.
A diferencia de la computación clásica que utiliza bits para procesar información en forma de 0 y 1, la computación cuántica emplea qubits, que pueden representar simultáneamente múltiples estados gracias al fenómeno de la superposición cuántica. Esta característica permite a las computadoras cuánticas realizar ciertos cálculos con una eficiencia exponencialmente superior a la de las computadoras tradicionales, revolucionando campos como la criptografía, la simulación molecular, la optimización avanzada y la inteligencia artificial. Rigetti Computing ha sido pionera en el desarrollo de soluciones cuánticas híbridas, que combinan componentes clásicos y cuánticos para potencia el procesamiento. A pesar de la notable innovación técnica y la atención mediática, el desarrollo y la comercialización de una computadora cuántica plenamente funcional y que genere rendimientos comerciales sustanciales sigue siendo un gran desafío. De hecho, la tecnología todavía atraviesa una etapa en la que la escalabilidad, la estabilidad y el control del error son obstáculos fundamentales.
Uno de los factores que ha generado preocupación en el mercado, y que ha afectado directamente el precio de las acciones de Rigetti, es la prolongada expectativa de maduración de la tecnología. Según diversos informes, incluido uno elaborado por McKinsey, la mayoría de los expertos y líderes de la industria estiman que podría no ser hasta alrededor de 2035 cuando la computación cuántica alcance un nivel de utilidad práctica masiva. Algunos incluso sugieren que el progreso significativo podría tardar hasta 2040. Estas proyecciones extensas plantean un riesgo considerable para los inversores a corto plazo, ya que el avance tecnológico y la adopción comercial podrían demorarse más de lo anticipado. Además, declaraciones recientes de figuras influyentes en tecnología, como Jensen Huang, CEO de Nvidia, han impactado negativamente el sentimiento del mercado.
Huang señaló que la computación cuántica aún tiene un camino largo de desarrollo y podría tardar entre 15 y 30 años antes de resultar verdaderamente útil para aplicaciones comerciales. Estas observaciones provocaron una venta masiva de acciones relacionadas con la computación cuántica, afectando notablemente a Rigetti Computing y causando una caída significativa en su valoración. A pesar de la bajada, Rigetti continúa manteniendo una capitalización de mercado elevada, cercana a los 3 mil millones de dólares a mediados de 2025. Esta cifra refleja la gran apuesta y confianza del mercado en la promesa a largo plazo de la compañía, pese a que en el corto plazo su negocio sigue siendo riesgoso, y sus pérdidas financieras continúan acumulándose. La empresa no es aún rentable y depende de financiamientos externos y capital de riesgo para sostener su ritmo de desarrollo e innovación.
Para entusiastas y posibles inversores, esta dualidad representa un dilema clásico: por un lado, el potencial disruptivo de la tecnología promete rendimientos extraordinarios en el futuro; por otro lado, la incertidumbre, la falta de madurez tecnológica y los riesgos financieros actuales dificultan tomar una posición optimista definitiva. En términos de competencia, Rigetti no está sola en esta carrera hacia la computación cuántica práctica. Gigantes tecnológicos como Alphabet (Google), IBM, Microsoft y startups especializadas como D-Wave compiten activamente, desarrollando diferentes aproximaciones tecnológicas que podrían definir el rumbo de la industria en los próximos años. La dinámica competitiva hace que la evolución del mercado sea imprevisible y que la ventaja tecnológica de rigetti pueda fluctuar. Desde el punto de vista tecnológico, Rigetti apuesta por un enfoque integral que incluye no solo el desarrollo de su hardware cuántico, sino también la creación de plataformas de computación cuántica en la nube.
Esta estrategia busca facilitar el acceso y la adopción temprana de la tecnología cuántica por parte de organizaciones e investigadores, lo que podría acelerar el desarrollo de aplicaciones prácticas y consolidar su posición en el mercado. Asimismo, la computación cuántica parece alinearse con otras tendencias emergentes, como la inteligencia artificial y el análisis de grandes volúmenes de datos. A medida que crecen las demandas computacionales, especialmente por parte de sectores como la farmacéutica, la logística y las finanzas, la búsqueda de máquinas capaces de procesar tareas complejas de forma eficiente se vuelve especialmente urgente. En este sentido, el éxito de Rigetti podría beneficiarse del impulso conjunto con tecnologías complementarias. Para quienes consideran invertir en Rigetti Computing, es crucial evaluar su perfil de riesgo y horizonte temporal.
Las caídas recientes en su cotización podrían abrir una ventana para adquirir acciones a precios bajos, pero la inversión implica paciencia y tolerancia a la volatilidad, con la posibilidad real de que la comercialización masiva de la tecnología quede a una década o más de distancia. Además, es aconsejable seguir de cerca el desarrollo de hitos tecnológicos y la evolución del marco regulatorio que podría influir en la adopción de la computación cuántica. La colaboración con entidades académicas y el establecimiento de alianzas estratégicas serán factores clave que determinarán el éxito futuro de Rigetti y otros actores del mercado. En conclusión, Rigetti Computing representa una oportunidad con alto potencial, pero también con riesgos significativos derivados de la naturaleza emergente y compleja de la computación cuántica. La depreciación de sus acciones este año puede ser vista por algunos inversores como una oferta atractiva, mientras que otros la interpretan como una señal de precaución.
La decisión de invertir dependerá, en última instancia, de la capacidad del inversor para entender y aceptar los desafíos tecnológicos, económicos y temporales que implica formar parte de este sector altamente innovador y disruptivo.