En el mundo del fútbol americano, los mariscales de campo (quarterbacks) han alcanzado un estatus estelar no solo en el campo, sino también en el ámbito financiero. La temporada 2024 ha traído consigo cifras asombrosas en lo que respecta a los contratos de los quarterbacks, reafirmando la importancia de esta posición en la NFL. A medida que la liga continúa evolucionando, los contratos no solo reflejan el rendimiento deportivo, sino también la creciente demanda por jugadores de élite. El mercado de quarterbacks ha visto un aumento meteórico en la última década debido a la escasez de talentos altamente cualificados y listos para la NFL. Esto ha llevado a los equipos a asegurar contratos con cualquier mariscal de campo decente que encuentren, sin importar el costo.
A medida que el límite de salario de la liga sigue en ascenso, los contratos para las extensiones de los mejores quarterbacks se acercan notablemente a los 200 millones de dólares en valor total. Para 2024, el panorama ha cambiado con nuevas cifras récord que merecen ser exploradas. Joe Burrow, el destacado mariscal de campo de los Bengals, comenzó el año como el quarterback mejor pagado de la NFL gracias a un contrato de cinco años que le garantiza un salario de 55 millones de dólares por temporada. Sin embargo, esta expectativa duró poco, ya que unas horas antes del inicio de la temporada regular, Dak Prescott, de los Dallas Cowboys, firmó un contrato que lo catapultó a la cima con un promedio de 60 millones de dólares anuales. El contrato de Prescott marca un hito en la historia de la NFL, ya que representa la primera vez que un mariscal de campo supera la barrera de 60 millones de dólares anuales.
Este contrato no solo destaca su capacidad y rendimiento en el campo, sino que también refleja la disposición de los equipos de la NFL para invertir grandes sumas en talentos que pueden llevar a sus franquicias a la gloria. Detrás de Prescott, Burrow comparte el segundo lugar en términos de salario anual promedio con otros quarterbacks notables como Trevor Lawrence y Jordan Love, quienes también comandan 55 millones de dólares anuales. La lista de los quarterbacks mejor pagados continúa con Tua Tagovailoa, quien gana 53.1 millones de dólares, seguido por Jared Goff con 53 millones, y Justin Herbert, quien recibe 52.5 millones.
Mientras tanto, la mente maestra histórica de la franquicia de los Kansas City Chiefs, Patrick Mahomes, aunque actualmente está en medio de un contrato de 10 años valorado en 450 millones de dólares, ha visto su salario anual promedio ajustarse a 52.65 millones tras una reestructuración en 2023. Es importante notar que aunque su contrato a largo plazo establece un promedio de 45 millones por año, los ajustes recientes reflejan más adecuadamente su impacto en el equipo y su posición como uno de los mejores mariscales de campo de la liga. En términos de garantías, Dak Prescott también se lleva la palma con un impresionante total de 231 millones de dólares garantizados, superando a Deshaun Watson, quien logró 230 millones en su contrato con los Cleveland Browns. Estos números destacan no solo la confianza de los equipos en estos jugadores, sino también el potencial riesgo asociado al juego y la importancia de proteger sus respectivas inversiones.
Joe Burrow y Justin Herbert también se encuentran en la conversación de garantías, habiendo alcanzado la cifra de 219 y 218.7 millones de dólares respectivamente, lo que subraya la tendencia actual en la liga hacia contratos que aseguran altos máximos garantizados. Trevor Lawrence de los Jacksonville Jaguars ha sido el último en ingresar al exclusivo club de los 200 millones, lo que marca un punto de referencia para el futuro de los contratos de quarterbacks. En el tema de contratos totales, Patrick Mahomes sigue liderando con su contrato de 450 millones de dólares. A lo largo de su carrera, ha demostrado ser una fuerza dominante en la NFL, llevando a los Chiefs a múltiples campeonatos de Super Bowl y capturando el premio de Jugador Más Valioso en varias ocasiones.
El valor total de su contrato, aunque impresionante, puede mejorar aún más si se realizan nuevas reestructuraciones, algo que se prevé en el futuro. Posteriormente, Joe Burrow y Trevor Lawrence han firmado contratos cada uno valorados en 275 millones de dólares, mientras que Justin Herbert sigue con 262.5 millones. Lamar Jackson, Josh Allen y Jalen Hurts también figuran en la lista de contratos significativos, con valores que oscilan entre 255 y 260 millones de dólares. La tendencia actual en el sector de los quarterbacks indica que cualquier nuevo contrato, especialmente para jugadores destacados, comenzará con un promedio anual de al menos 50 millones de dólares y garantías que superan los 200 millones.
La marea de los contratos de quarterbacks ha cambiado drásticamente en los últimos años, y es posible que este fenómeno todavía esté en marcha. En el contexto del crecimiento del límite salarial y el aumento en el valor de los derechos de televisión, no es descabellado pensar que las cifras seguirán aumentando. Esto significa que, con cada nuevo talento que irrumpa en la liga, los equipos deberán estar preparados para desembolsar un considerable número de millones para asegurar a sus futuros mariscales. La carrera por convertirse en el mariscal de campo mejor pagado de la NFL seguirá intensificándose a medida que nuevos talentos emergen y los veteranos buscan asegurar sus futuros. Cada año, la posición de quarterback se vuelve más competitiva y valiosa, lo que atraerá la atención de los ejecutivos de las franquicias y mantendrá a los fanáticos al borde de sus asientos.