En el complejo y volátil mundo de la industria del cannabis, Tilray Brands se ha establecido como uno de los actores más conocidos, pero también más golpeados por las dificultades del sector. Durante abril de 2025, las acciones de Tilray sufrieron una caída significativa de más del 26%, un retroceso que posee múltiples causas y consecuencias que merecen un análisis detallado para entender mejor la situación actual y las perspectivas futuras de la empresa. La primera piedra en el camino para Tilray en este mes fue la publicación de su informe de resultados financieros correspondiente al tercer trimestre fiscal de 2025. En dicho reporte, la compañía reveló una disminución del 1% en sus ingresos netos con respecto al año anterior, alcanzando apenas los 186 millones de dólares. Aunque la variación parece pequeña, es importante contextualizarla en un mercado donde la expectativa de crecimiento es constante y los competidores siguen buscando ampliar su cuota Además, en términos de rentabilidad, la noticia fue aún más preocupante.
Tilray registró una pérdida ajustada según criterios no GAAP de 2.9 millones de dólares, mientras que en el mismo periodo del año previo había obtenido una ganancia neta cercana a los 885 mil dólares. Este cambio de signo en las utilidades refleja no solo una peor eficiencia operativa sino también una mayor presión en sus costos e ingresos. El impacto negativo de estos resultados fue reforzado por un anuncio crucial por parte de la dirección de Tilray: la reducción de las proyecciones de ingresos para el año 2025. Originalmente, la empresa esperaba cerrar el año con ingresos situados entre 950 y 1,000 millones de dólares.
Sin embargo, la nueva guía ajustada coloca estos ingresos entre 850 y 900 millones, lo que representa una revisión sustancial a la baja y alimenta la incertidumbre entre inversores y analistas. Esta disminución no puede desvincularse del contexto general del sector del cannabis, que sigue enfrentando múltiples desafíos. Uno de los más determinantes es la permanencia del estatus ilegal de la marihuana a nivel federal en Estados Unidos, limitando la expansión y la normalización del negocio en un mercado clave. Esta situación afecta la confianza de los inversores y dificulta el acceso a financiamiento y operación sin complicaciones legales. Aunado a esta difícil coyuntura regulatoria, el sector ha mostrado signos de saturación y falta de crecimiento explosivo, al menos en el corto plazo.
La competencia es intensa y la creación de valor no es sencilla, dado el alto nivel de costos operativos, la volatilidad del precio del producto y la necesidad de inversión continua en marketing, investigación y desarrollo. Tilray, en un intento evidente por diversificarse y protegerse de las fluctuaciones inherentes al cannabis, ha realizado movimientos estratégicos hacia el negocio de las cervezas artesanales. Esta apuesta se basa en la idea de que la cerveza tiene un mercado más estable y amplio, con menos restricciones legales y mayor aceptación social. Sin embargo, la realidad del sector cervecero tampoco es alentadora del todo, ya que estadísticas recientes muestran un descenso en el consumo en Estados Unidos, alcanzando en 2024 el nivel más bajo en cuatro décadas. Por si fuera poco, la acción de Tilray ha estado cotizando en un rango de precios muy bajo durante este período, ingresando incluso en territorio de 'penny stocks'.
Este tipo de valoración es preocupante porque pone en riesgo el cumplimiento de ciertos requisitos bursátiles mínimos y disminuye la confianza de los inversores institucionales y minoristas. Frente a esta problemática, la empresa ha planteado ejecutar un 'reverse stock split' o consolidación de acciones, con ratios que van desde 1 por 10 hasta 1 por 20. Esta maniobra busca incrementar el precio de la acción al reducir simultáneamente la cantidad total de acciones en circulación. Aunque esta medida puede ser favorable para evitar la exclusión de la bolsa y mejorar la percepción del valor del título, también puede ser interpretada como un signo de debilidad que podría generar desconcierto en el mercado. Los accionistas votarán sobre esta propuesta en una reunión especial programada para junio 10.
De su aprobación dependerá gran parte del camino inmediato que tome la compañía, en términos de percepción de estabilidad financiera y operativa. A nivel operativo, Tilray enfrenta el reto de equilibrar su gasto en la expansión y el mantenimiento de sus actuales líneas de negocio con la necesidad urgente de generar utilidades consistentes. La competencia a nivel global por el dominio del mercado legal de cannabis exige adaptabilidad y capacidad de innovación, cualidades que no siempre están reflejadas en los resultados recientes de la empresa. En conjunto, la caída del 26% durante abril se puede atribuir a una combinación de factores: resultados financieros decepcionantes, ajuste negativo en las proyecciones de ingresos, incertidumbre regulatoria, desempeño negativo en el mercado bursátil, y cuestionamientos sobre la estrategia de diversificación hacia sectores con poco crecimiento. Esta situación es un ejemplo de los altibajos que caracterizan a las empresas del sector cannabis, donde el potencial disruptivo choca con obstáculos legales, comerciales y económicos.