El mercado inmobiliario tradicional se encuentra al borde de una revolución tecnológica sin precedentes gracias al auge de la tokenización en blockchain. Un reciente informe del Centro para Servicios Financieros de Deloitte prevé que para 2035 el valor de los bienes raíces tokenizados podría superar los 4 billones de dólares, partiendo de menos de 300 mil millones en 2024. Esta proyección plantea un crecimiento anual compuesto superior al 27%, lo que demuestra un entusiasmo significativo por esta innovación que combina tecnología blockchain y activos del mundo real, conocidos como RWAs (Real World Assets). La tokenización consiste en la digitalización de activos físicos, como propiedades inmobiliarias, mediante tokens que representan parcial o total propiedad en una blockchain. Esto no solo democratiza el acceso a este tipo de inversiones sino que también trae consigo beneficios como mayor transparencia, seguridad, liquidez y facilidades en la transferencia de activos, eliminando muchas de las barreras y costos asociados a los métodos tradicionales.
El informe de Deloitte destaca cómo la transformación del sector inmobiliario se está viendo impulsada por tendencias postpandemia, tales como el aumento del trabajo remoto, los riesgos climáticos y la creciente digitalización. Estos factores han provocado un cambio en la demanda y en el uso de los espacios físicos: edificios de oficinas se están reconvirtiendo en centros de datos para inteligencia artificial, hubs logísticos y comunidades residenciales energéticamente eficientes. En este contexto, la tokenización permite a los inversores obtener exposición específica y programable a estos nuevos perfiles de activos, aumentando el atractivo de las inversiones inmobiliarias. Las condiciones económicas globales también han impulsado el interés por la tokenización y los activos digitales. La incertidumbre generada por políticas como los aranceles de importación del gobierno estadounidense ha llevado a los inversores a buscar refugios seguros.
En este sentido, tanto las stablecoins como los RWAs tokenizados se consideran depósitos de valor más estables que han recibido importantes flujos de capital ante la volatilidad de otros mercados. Un caso destacado ha sido el incremento de volumen en operaciones tokenizadas de oro, que superó los mil millones de dólares en abril de 2025, un récord alcanzado en medio de turbulencias financieras relacionadas con crisis bancarias en Estados Unidos. Este fenómeno refleja la confianza creciente en la tokenización como mecanismo para resguardar valor y facilitar el acceso a activos tangibles. El auge de la tokenización también puede influir positivamente en los marcos regulatorios. Según expertos como Chris Yin, cofundador de Plume Network, a medida que la adopción de activos tokenizados crece, los reguladores globales estarán más inclinados a desarrollar normativas claras y favorables que impulsen una adopción más amplia.
Yin establece un paralelo con la evolución de servicios como Uber, que inicialmente operaron en zonas grises regulatorias hasta ser plenamente aceptados conforme su uso se expandió. No obstante, la implementación generalizada de la tokenización inmobiliaria enfrenta retos significativos. La regulación sigue siendo una barrera, especialmente en un mercado tan globalizado y diverso como el inmobiliario. Los proyectos exitosos deberán garantizar el cumplimiento de las normativas internacionales para poder escalar y acceder a mayores públicos inversores. Además, la educación del mercado y la construcción de confianza en estos productos serán claves para superar la resistencia inicial.
Por otro lado, algunos líderes del sector digital muestran reservas sobre la supuesta revolución de la tokenización inmobiliaria. Michael Sonnenshein, director de operaciones en Securitize, ha expresado que si bien la tecnología blockchain puede aportar mejoras en eficiencia – como la reducción de intermediarios y procesos de custodia – las demandas actuales del ecosistema en cadena se centran más en activos líquidos que en bienes raíces, que tradicionalmente han sido poco líquidos y de mayor complejidad. En definitiva, la predicción de Deloitte apunta a un cambio estructural profundo dentro de uno de los sectores más tradicionales y significativos de la economía global. La tokenización inmobiliaria promete transformar la forma en que se invierte y se gestiona la propiedad, facilitando una mayor democratización financiera y nuevas formas de interacción con los activos físicos mediante la tecnología blockchain. La proyección para 2035 no solo representa una oportunidad para inversionistas minoristas y grandes jugadores, sino que también apunta a un ecosistema más eficiente, transparente y accesible que podría disminuir las barreras de entrada, reducir costos y aumentar la velocidad de transacción en el mercado inmobiliario mundial.
Para los próximos años, la clave estará en la colaboración entre actores tecnológicos, reguladores y el sector tradicional para alcanzar un equilibrio que permita la adopción masiva y segura de esta innovadora modalidad de inversión. El futuro del sector inmobiliario, por tanto, parece estar ligado a la convergencia entre tecnología, finanzas y nuevas dinámicas sociales originadas por cambios en patrones de trabajo y consumo. La tokenización sobre blockchain no solo remodelará la inversión sino también la gestión activa de bienes raíces, convirtiéndose en un pilar fundamental dentro del desarrollo económico global en las próximas décadas.