El mercado de los vehículos eléctricos (VE) se mantiene como un espacio fundamental en la transformación de la industria automotriz y en la transición hacia energías más limpias. Dentro de este sector, dos compañías han captado la atención de inversores y analistas: Rivian Automotive y Nio. Pese a la gran expectación inicial, ambas empresas atraviesan un momento en el que deben consolidar resultados para convencer al mercado de su viabilidad económica y su capacidad de crecimiento sostenido. Rivian Automotive saltó a la fama como una de las startups de vehículos eléctricos con mayor potencial, posicionado como un competidor directo de Tesla y otros fabricantes establecidos. Durante el cuarto trimestre, la compañía anunció un hito importante al reportar su primer trimestre con margen bruto positivo, entregando un gross profit de aproximadamente 170 millones de dólares, superando ampliamente las expectativas del mercado que apuntaban a unos 49 millones.
Este avance fue una muestra alentadora para quienes ponían en duda la rentabilidad de un fabricante que venía registrando pérdidas desde su inicio. Sin embargo, este progreso trae consigo matices relevantes. Gran parte del ingreso reportado se apoyó fuertemente en la venta de créditos regulatorios. Estos créditos, otorgados por gobiernos a fabricantes que producen vehículos eléctricos para cumplir con normativas medioambientales, permiten que dichas empresas vendan el exceso de créditos a otras firmas que no alcanzan esos objetivos de emisiones. En el cuarto trimestre, Rivian generó cerca de 299 millones de dólares a partir de estas ventas, una cifra que infló el resultado operativo y plantea interrogantes sobre la sustentabilidad de este modelo a largo plazo.
El futuro financiero de Rivian sigue siendo incierto. La empresa ha adelantado que espera mantener ingresos similares por créditos regulatorios durante 2025, y ha proyectado un margen bruto positivo para todo el año. Lograr esta meta sería un paso relevante para establecer un camino hacia la rentabilidad consistente. No obstante, algunos analistas, como Daniel Roeska de Bernstein, consideran optimista esta perspectiva y advierten que la compañía podría no alcanzar la rentabilidad hasta 2027. Un factor clave en la evolución de Rivian es la desaceleración en el ritmo de entregas de sus vehículos eléctricos.
La compañía enfrenta un estancamiento en la expansión de su mercado, lo que puede limitar el crecimiento de sus ingresos derivados de ventas directas. Además, Rivian está apostando a su modelo R2, cuya salida al mercado está programada para la primera mitad de 2026, lo que deja un vacío de productos nuevos que pueda dinamizar las ventas durante este período. Para los inversores y analistas, el comportamiento del margen bruto será una variable central para evaluar la salud financiera de Rivian a lo largo de 2025. La reducción de costos de producción y la mejora en los procesos serán determinantes para mejorar la rentabilidad sin depender exclusivamente de los créditos regulatorios. La compañía está en una encrucijada donde deberá demostrar que su modelo de negocio puede sostenerse y crecer en un contexto cada vez más competitivo.
Por otro lado, Nio, el fabricante chino de vehículos eléctricos, presenta un perfil diferente aunque no exento de desafíos. Nio ha mostrado una estrategia de diversificación mediante el lanzamiento de nuevas marcas como Onvo y Firefly, buscando ampliar su alcance en diferentes segmentos del mercado automotriz. Durante el último trimestre, las entregas de vehículos fueron lideradas por la marca premium Nio, con más de 52 mil unidades, mientras que Onvo contribuyó con cerca de 20 mil vehículos. El crecimiento esperado por estas nuevas líneas fue importante, sin embargo la expansión de Firefly apenas está comenzando, por lo que su efecto en ingresos y entregas se espera que se materialice en periodos futuros. Nio tiene por delante el reto de consolidar estas marcas para mantener un impulso constante en ventas y fortalecer su posición, especialmente en un mercado interno saturado y afectado por una feroz competencia de precios.
China, el principal escenario para Nio, está experimentando una intensa guerra de precios dentro del sector de vehículos eléctricos, lo que puede erosionar márgenes y presionar resultados financieros. En este entorno, la habilidad para innovar, gestionar costos y diferenciarse será fundamental para que Nio mantenga su crecimiento y evite la caída en rentabilidad. Además, la compañía deberá sortear la incertidumbre económica global que afecta el consumo y la inversión en tecnología. La industria automotriz en general está transitando por una fase de ajustes y consolidación, y el sector de vehículos eléctricos no es la excepción. Las expectativas de los inversores son cada vez más exigentes, y las empresas deben equilibrar demanda, producción, innovación y finanzas para sobrevivir y prosperar.
Ambas empresas, Rivian y Nio, tienen sin duda mucho que probar. Mientras Rivian lucha por demostrar que puede generar ganancias sin depender principalmente de créditos regulatorios y lanzar nuevos modelos que reaviven su crecimiento, Nio busca capitalizar su diversificación e introducir nuevas marcas en un mercado muy competitivo. Para los inversionistas interesados en el espacio de vehículos eléctricos, la recomendación es seguir de cerca no solo las cifras de ventas, sino principalmente los márgenes de beneficio y la evolución de los costos operativos, ya que son indicadores claros del progreso hacia la rentabilidad. También es crucial prestar atención a factores externos como la regulación ambiental, la competencia en precios y la innovación tecnológica que pueden impactar significativamente el desempeño de estas empresas. En resumen, mientras que la apuesta por vehículos eléctricos sigue siendo una tendencia de futuro con gran potencial, las compañías Rivian y Nio deben superar obstáculos operativos y de mercado para consolidar su posición.
Su capacidad para adaptarse rápidamente, gestionar eficientemente sus recursos y ofrecer productos atractivos para consumidores será determinante para su éxito sostenido en un sector cada vez más exigente y dinámico.