El año 2025 marca un punto de inflexión para la industria de las criptomonedas en Estados Unidos, con la confirmación de que ocho grandes empresas del sector están realizando incursiones significativas y ampliando sus operaciones en el mercado estadounidense. Este movimiento ha generado un renovado interés y optimismo entre inversores, reguladores y entusiastas de las criptomonedas, ya que refleja una temporada de transformación y adaptación en la que convergen avances regulatorios, estrategias corporativas y un ambiente político más receptivo. Desde el inicio del año, la administración del presidente Donald Trump ha facilitado un cambio en la percepción y en el enfoque respecto a la regulación cripto, posicionando al país como un terreno fértil para el desarrollo y consolidación de la economía digital basada en activos digitales y tecnología blockchain. Durante 2025, monedas líderes como Bitcoin (BTC), Ethereum (ETH), Ripple (XRP) y otras han seguido mostrando volatilidad pero mantienen un interés estable, lo que se acompaña por la reaparición y expansión de plataformas y servicios enfocados en criptomonedas. Entre los actores que han anunciado su intención de expandirse en Estados Unidos, destacan grandes nombres como Binance, OKX, Nexo, Circle, Crypto.
com, eToro, Andreessen Horowitz (a16z) y Coinbase. Cada uno presenta un enfoque particular pero con un denominador común: la confianza en que una mayor claridad regulatoria y un marco legislativo más adaptado permitirá un crecimiento sólido y sostenido. Binance.US, por ejemplo, ha sido uno de los pioneros en retomar su oferta de servicios con depósitos y retiros en dólares, tras haber estado temporalmente suspendidos como consecuencia de diversos litigios y procedimientos regulatorios. Este regreso es acompañado por cambios en la administración ejecutiva y la implementación de ajustes para cumplir con las leyes de Estados Unidos, además del intento del CEO Changpeng Zhao (CZ) de obtener clemencia presidencial para enfrentar las sanciones y multas impuestas por violaciones de la normativa, incluyendo un acuerdo millonario con el Departamento de Justicia.
OKX, otro gigante de intercambio de criptomonedas con presencia global, ha dado un paso importante al reabrir su mercado estadounidense a principios de 2025 con una estrategia escalonada y la designación de un nuevo director regional especializado en riesgos y cumplimiento provenientes de la banca tradicional. Esta reentrada sucede después de que la empresa enfrentara multas considerables y dificultades legales derivadas del incumplimiento de la normativa contra el lavado de dinero, pero ahora apuesta por un modelo más transparente y adaptado a las exigencias regulatorias. La plataforma Nexo también ha reiniciado operaciones en Estados Unidos. Este proveedor de soluciones financieras basadas en activos digitales había cesado sus actividades en el país en 2022 tras enfrentarse a una serie de cargos relacionados con la falta de registro de algunos de sus productos. El regreso de Nexo ha sido respaldado públicamente por Donald Trump Jr.
, lo que subraya la conexión política que existe en esta coyuntura y los esfuerzos de la administración actual por revitalizar la innovación financiera. Otro caso destacado es Circle, la empresa emisora de la stablecoin USDC, que ha traslado su sede global a Nueva York en anticipación de una Oferta Pública Inicial (IPO) prevista para 2025. Esta mudanza refuerza la intención de Circle de integrarse al mercado financiero tradicional y estabilizar la confianza en una moneda anclada al dólar con la regulación adecuada. Con un respaldo fuerte de entidades bancarias como JPMorgan Chase y Citigroup, la compañía aspira a una valoración de cinco mil millones de dólares. Crypto.
com ha apostado por diversificar su oferta de productos en los Estados Unidos al expandir su cartera para incluir trading de acciones y ETFs, buscando brindar una plataforma integral que permita a sus usuarios interactuar fácilmente entre activos financieros tradicionales y criptomonedas. Esta integración forma parte de una tendencia emergente en el sector, en la que las compañías combinan elementos del sistema financiero convencional con la innovación tecnológica cripto para captar un espectro más amplio de clientes. eToro, una reconocida plataforma de trading en línea, también ha presentado sus planes para salir a bolsa en el mercado estadounidense próximamente, a pesar de haber enfrentado sanciones regulatorias relacionadas con operaciones no autorizadas con ciertos activos digitales. La intención es captar capital significativo a través de una oferta inicial que fortalecerá sus servicios limitados a criptomonedas clave como Bitcoin y Ethereum para clientes estadounidenses, en sintonía con las políticas regulatorias presentes. En cuanto a los fondos de riesgo, la firma Andreessen Horowitz (a16z) tomó la decisión de trasladar sus operaciones enfocadas en criptomonedas de regreso a Estados Unidos, después de haber abierto oficinas en el Reino Unido poco tiempo antes, debido a un ambiente regulatorio menos favorable en Europa.
Este movimiento refuerza la confianza en el crecimiento del ecosistema cripto dentro del marco regulatorio estadounidense y su liderazgo en innovación tecnológica. Finalmente, Coinbase, una de las plataformas de intercambio de criptomonedas más grandes de Estados Unidos, llevó a cabo la compra de Deribit, un prominente operador de derivados cripto, con un costo de cerca de 2.9 mil millones de dólares. Esta adquisición busca posicionar a Coinbase como líder del mercado de derivados digitales, un área que ha cobrado impulso y relevancia durante los últimos años y representa un crecimiento estratégico para la compañía. Es importante destacar el contexto legislativo que respalda estas expansiones.
Proyectos de ley como el STABLE Act y el GENIUS Act avanzan en el Congreso, presentando un marco más claro y eficiente para regular la industria cripto. Estos marcos buscan proteger a los inversores, promover la transparencia y fomentar el desarrollo tecnológico, dejando atrás la incertidumbre que había permeado durante años. A pesar de la participación activa de figuras políticas, incluidos los miembros de la familia Trump en algunos de estos emprendimientos, persisten preocupaciones sobre potenciales conflictos de interés y la suficiencia de las medidas regulatorias para evitar prácticas como la promoción injustificada de tokens o riesgos a los usuarios retail. La comunidad financiera y reguladores mantienen una vigilancia constante para asegurar que el avance del sector vaya acompañado de seguridad y confianza. El panorama descrito refleja un renacimiento del interés institucional y comercial hacia las criptomonedas en Estados Unidos, dentro de un marco que combina controles regulatorios con apertura a la innovación.
En este movimiento, la colaboración entre empresas fintech, reguladores y actores políticos juega un rol fundamental. Este nuevo impulso económico y tecnológico podría sentar las bases para que Estados Unidos continúe siendo un líder mundial en la adopción y evolución del ecosistema cripto. Para los inversores y actores del mercado, esta ola de expansión representa tanto oportunidades como retos. Por un lado, la entrada de firmas consolidadas con propuestas robustas podría ampliar la oferta de servicios, mejorar la liquidez y fortalecer la confianza en la industria. Por otro lado, la adaptación a las nuevas regulaciones y la supervisión continua demandarán altos estándares de transparencia y cumplimiento.
En conclusión, el año 2025 se perfila como un punto de inflexión para la industria de las criptomonedas en Estados Unidos, con ocho grandes empresas que no solo anuncian su expansión sino también la consolidación de un ecosistema cripto que busca integrarse plenamente a la economía tradicional con responsabilidad y visión a futuro. La cooperación entre actores reguladores y privados será clave para que esta etapa de crecimiento sea sostenible y beneficiosa para todos los involucrados.