Los Cincinnati Bengals han tenido un comienzo de temporada tumultuoso, marcando un récord de 0-3 por primera vez en la era de Joe Burrow. A medida que la afición se inquieta y los analistas se preguntan si este equipo podrá reponerse, es crucial reflexionar sobre los aspectos más destacados de este inicio difícil. Aquí, desglosamos tres pensamientos sobre los Bengals en este momento crítico de la temporada. Crecimiento de Burrow A pesar de que el equipo aún no ha conseguido una victoria, hay motivos para el optimismo en torno a su mariscal de campo, Joe Burrow. En la última derrota ante los Washington Commanders, Burrow mostró destellos del talento que lo ha convertido en una estrella emergente en la NFL.
Completó 29 de 38 pases para 324 yardas y tres touchdowns. Esta actuación marcó, sin duda, su mejor partido de la temporada hasta ahora. A medida que avanza la temporada, parece que Burrow se está adaptando cada vez más a las exigencias del juego, algo fundamental considerando que todavía está recuperándose de una cirugía en la muñeca. A menudo, cuando un equipo comienza mal, la atención se centra en el rendimiento de su mariscal de campo. Sin embargo, cuesta imaginar lo que hubiera sucedido si Burrow hubiese estado luchando en este inicio de temporada.
Su progreso semanal es un buen indicativo no solo de su recuperación, sino también de las posibilidades de reactivación de los Bengals. Este crecimiento es esencial, ya que la confianza en el mariscal podría ser el factor determinante que impulse a la ofensiva en las semanas siguientes. La conexión que mantiene Burrow con sus receptores, especialmente con Ja'Marr Chase, también es motivo de celebración. En el partido contra los Commanders, Burrow lanzó dos touchdowns largos a Chase, dejando claro que su química en el campo sigue siendo sólida. A medida que el equipo busca desesperadamente una victoria, el éxito de la relación entre Burrow y Chase puede desempeñar un papel fundamental.
¿Dónde está el juego de pase? A pesar de la destacada actuación de Burrow, un área de preocupación significativa para los Bengals ha sido su defensa, particularmente su capacidad para ejercer presión sobre el mariscal de campo contrario. En el mismo juego contra Washington, la defensa fue penetrada con una facilidad inquietante. El mariscal de campo de los Commanders, Jayden Daniels, tuvo una tarde histórica, completando 21 de 23 pases, lo que representa un impresionante 91% de efectividad. Esto se debió en gran parte a la falta de presión que recibió, teniendo un promedio de 3.13 segundos para lanzar.
Esta falta de presión es un problema que los Bengals necesitan abordar urgentemente. Si su pass rush no logra crear distracción ni incomodidad para los mariscales de los equipos adversarios, continuarán teniendo dificultades en el resto de la temporada. La forma en que Lou Anarumo, el coordinador defensivo, puede ajustar su estrategia será crucial. Se requiere un enfoque más agresivo y creativo para generar ese empuje defensivo que es tan necesario. Sin una defensa que pueda brindar apoyo, incluso las mejores actuaciones de Burrow podrían ser insuficientes para asegurar victorias.
La situación se vuelve aún más preocupante al mirar hacia adelante. Con partidos venideros que incluyen enfrentamientos con mariscales de campo experimentados y dinámicos, como Andy Dalton, los Bengals no pueden permitir que sus oponentes se sientan cómodos en el pocket. La lucha por mejorar la defensa es un esfuerzo colectivo que requerirá tanto de los jugadores como de los entrenadores. De espaldas a la pared Para muchos de los jugadores en el vestuario de los Bengals, esta situación es inexplorada e incluso desconcertante. Burrow, Chase y otros miembros clave del equipo nunca han tenido que enfrentarse a un comienzo de temporada tan adverso.
En momentos como este, la forma en que los líderes del equipo responden puede marcar la diferencia entre una temporada perdida y una oportunidad de recuperación. Burrow ha expresado sus reflexiones sinceras sobre el estado del equipo y la necesidad de una introspección crítica. "Habrá una reflexión crítica que tendré que hacer para ver qué tipo de líder quiero ser hacia adelante. Lo que siento que el equipo necesita de mí en el futuro", comentó tras el partido. Esta disposición a reflexionar y ajustar su enfoque es un signo positivo.
Su liderazgo será vital para mantener la moral del equipo en alto mientras intentan salir de esta racha perdiendo. A pesar de los reveses, no todo está perdido para los Bengals. Cada una de sus tres derrotas ha sido por márgenes estrechos, perdiendo un total combinado de 12 puntos y cada enfrenta a su oponente por menos de seis puntos. Esta tendencia resalta que, aunque el equipo tiene problemas, también hay indicios de que la victoria podría estar más cerca de lo que parece. Cada juego ha presentado oportunidades que no han sabido capitalizar, pero los Bengals deben encontrar maneras de cerrar los partidos y convertir esas oportunidades en triunfos.
La mentalidad del equipo será un factor crucial en su capacidad para recuperarse. A medida que se acercan a la próxima semana y un enfrentamiento con los Carolina Panthers, deberán canalizar su frustración en energía positiva. Con la capacidad de Burrow y la conexión con su equipo, los Bengals tienen el potencial para invertir esta situación. En conclusión, a pesar de un 0-3 que pesa sobre los hombros del equipo, hay motivos para la esperanza. El crecimiento de Burrow, la necesidad urgente de una defensa más efectiva y la capacidad de respuesta de los líderes del equipo son factores que podrían alterar el rumbo de la temporada.
La NFL es conocida por sus sorpresas, y si los Bengals logran unir estos aspectos, aún podrían tener una oportunidad de reescribir la narrativa de su temporada. A medida que continúan su camino, el enfoque en estos temas será clave para forjar el camino hacia la recuperación y el éxito.