El Concejo Municipal de Toronto ha dado un paso significativo hacia la prohibición de la publicidad engañosa de combustibles fósiles en propiedades de la ciudad, en un movimiento que se basa en las recientes regulaciones federales contra el "greenwashing" y una propuesta similar aprobada por la Agencia de Tránsito de Toronto (TTC). Este desarrollo se produce en un contexto donde el cambio climático y la sostenibilidad son temas de creciente relevancia e importancia, tanto a nivel local como global. La votación en el Concejo Municipal, que tuvo lugar el pasado 11 de octubre de 2024, resultó en la aprobación de una moción que instruye al personal de la ciudad a preparar un informe para el próximo año sobre un posible borrador de prohibición. Aunque la moción no pidió una prohibición total de los anuncios que promueven los combustibles fósiles, los grupos ambientales que han estado presionando por un endurecimiento de las políticas consideran este avance como un primer paso alentador hacia la transparencia y la verdad en la publicidad. Dr.
Mili Roy, portavoz de la Asociación Canadiense de Médicos por el Medio Ambiente, comentó que esta acción es un mecanismo crucial para frenar las prácticas publicitarias engañosas que confunden al público y contribuyen a retrasar la urgente necesidad de transición hacia fuentes de energía más limpias. La moción sugiere que un anuncio aún podría ser aceptado si está alineado con el plan de emisiones netas cero de la ciudad y cumple con las nuevas regulaciones federales. Estas regulaciones fueron introducidas en junio y tienen como objetivo obligar a los anunciantes a respaldar las declaraciones ambientales que hacen. Durante mucho tiempo, las empresas de petróleo y gas han enfrentado acusaciones de utilizar la publicidad para engañar al público sobre los efectos climáticos documentados y los riesgos ambientales asociados con la producción y el consumo de combustibles fósiles. El preámbulo de la moción aprobada señala que estas empresas han utilizado su influencia para socavar las políticas de reducción de emisiones, lo que subraya la urgencia de la acción del gobierno municipal.
Pathways Alliance, uno de los dos grupos de defensa de los combustibles fósiles mencionados en la moción, ha afirmado que tiene un papel que desempeñar en las "conversaciones importantes sobre el medio ambiente y el desarrollo de recursos". Esta organización es un consorcio de las principales compañías de arenas petrolíferas de Canadá y ha manifestado su intención de continuar utilizando la publicidad como medio para comunicar su postura y la de los cientos de miles de canadienses empleados en la industria. El pasado mes, la TTC también votó a favor de implementar una nueva política de preselección para los anuncios de Pathways y otro grupo, Canadá Action. Esta política tiene como objetivo asegurar que tales anuncios cumplan con las regulaciones federales. La consejera Dianne Saxe, quien presentó ambas mociones, enfatizó que la publicidad de combustibles fósiles representa solo una pequeña fracción de los ingresos publicitarios de la TTC, apenas un 0,6 por ciento.
Canadá Action, por su parte, ha respondido a estas iniciativas diciendo que continúan desinformando al público sobre cómo la energía y los recursos naturales hacen que la vida en Canadá sea más asequible. En su declaración, el grupo argumenta que los esfuerzos por restringir las conversaciones públicas sobre los recursos naturales ponen en riesgo aún más la economía y solo sirven para polarizar los debates. El interés por estos temas no es exclusivo de Toronto. Recientemente, un comité de Ottawa también ha comenzado a señalar la defensa de los combustibles fósiles, dando instrucciones al personal para revisar posibles cambios en la política publicitaria de la ciudad. En Montreal, la agencia de publicidad del sistema de transporte está considerando la cuestión, manifestando que no les agrada que sus autobuses o metro promocionen el uso de combustibles fósiles, alineándose con un deseo de ser un "ejemplo de movilidad sostenible".
Es importante destacar que mientras las ciudades están considerando cómo alinear sus políticas con los nuevos requisitos federales, están evitando la prohibición total de anuncios de combustibles fósiles. Esto se debe a que una prohibición integral podría enfrentar desafíos legales más severos. A pesar de que los anunciantes en Canadá ya enfrentan penalizaciones por anuncios falsos o engañosos bajo la Ley de Competencia, las nuevas disposiciones anticompra que fueron añadidas este año van más allá, ya que se exige a los anunciantes que proporcionen evidencia que respalde cualquier declaración relacionada con el medio ambiente o el cambio climático utilizando metodologías reconocidas internacionalmente. La Oficina de Competencia de Canadá ha prometido más orientación sobre cómo harán cumplir estas nuevas disposiciones. Sin embargo, los grupos de arenas petrolíferas manifiestan que el nuevo lenguaje es demasiado vago y podría dejarlos vulnerables a acciones legales.
En contraste, los grupos ambientales argumentan que las normas internacionales en cuestión ya han sido desarrolladas por organismos como las Naciones Unidas y la Agencia Internacional de la Energía. Investigaciones han sugerido que el "greenwashing" es un problema generalizado. Un estudio realizado en 2021 por autoridades europeas, que revisó cientos de afirmaciones en línea de diversos sectores empresariales, encontró que casi la mitad eran falsas o engañosas. En el ámbito internacional, países como Francia han prohibido la mayoría de los anuncios de combustibles fósiles, y Amsterdam ha llevado a cabo medidas similares en su sistema de metro. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha instado a todos los países a implementar prohibiciones que sean análogas a aquellas que prohíben la publicidad del tabaco.
Incluso antes de los recientes cambios federales, los grupos ambientales utilizaron mecanismos de quejas de la Oficina de Competencia para denunciar el "greenwashing". El año pasado, la oficina lanzó una investigación formal sobre la campaña "Let's Clear the Air" de Pathways Alliance tras una queja presentada por Greenpeace Canadá. En esta campaña, el sector de arenas petrolíferas promovía su plan para alcanzar emisiones netas de gases de efecto invernadero cero para 2050, un plan que incluye una inversión de 16.5 mil millones de dólares para construir un masivo proyecto de captura y almacenamiento de carbono. Greenpeace argumenta que estos anuncios son engañosos, principalmente porque no dejan claro que las empresas de arenas petrolíferas planean, en realidad, aumentar su producción de petróleo en general, y que el objetivo de emisiones netas cero solo se aplica al proceso de extracción, excluyendo las emisiones generadas cuando el petróleo y el gas son quemados por el usuario final.
A pesar de las denuncias, Pathways ha negado las acusaciones y la oficina no ha emitido hasta ahora una decisión final. A medida que Toronto avanza hacia una posible prohibición de la publicidad engañosa de combustibles fósiles, se presenta una oportunidad significativa para reorientar el discurso sobre la energía, la sostenibilidad y el cambio climático. La acción decidida a nivel municipal podría ser un modelo para otras ciudades canadienses y del mundo, mostrando que se pueden tomar medidas concretas en la lucha contra el cambio climático, defendiendo la verdad en la publicidad y promoviendo un futuro más sostenible para todos.