En medio de la creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China que marcó gran parte de los últimos años, un anuncio inesperado acerca de la reducción temporal de aranceles ha provocado un notable impacto en los mercados, particularmente afectando a Tesla, la emblemática empresa de vehículos eléctricos fundada por Elon Musk. El acuerdo acordado a corto plazo entre ambas potencias para disminuir tarifas ha elevado la confianza de los inversores, impulsando al alza las acciones de Tesla. Sin embargo, la realidad en el terreno chino refleja una historia diferente, con una caída significativa en las ventas y registros de vehículos Tesla en las semanas recientes. El mercado chino es una pieza fundamental en el rompecabezas de Tesla, y ha sido una de sus pocas áreas de crecimiento durante los primeros meses del año 2025. Sin embargo, los datos de registros de seguros de vehículos muestran una caída alarmante, con una disminución cercana al 58% en la primera semana de mayo, comparado con la semana previa, y una baja aún más pronunciada al considerar el año anterior.
Esta caída no solo es indicativa de una desaceleración en la demanda, sino que representa la cifra semanal más baja desde enero, lo que ha encendido las alarmas tanto en la industria automotriz como entre los inversionistas. Este fenómeno se produce justo cuando Estados Unidos y China han acordado reducir sus respectivos aranceles durante un período de noventa días, como parte de un esfuerzo más amplio para desescalar la guerra comercial que ha afectado a múltiples sectores y empresas. El gobierno estadounidense decidió recortar los aranceles impuestos por la administración Trump, que alcanzaban hasta un 145% sobre ciertos productos importados de China, llevándolos a un 30%, mientras que China respondió reduciendo sus tarifas sobre productos estadounidenses del 125% al 10%. A pesar de estas medidas alentadoras, la disminución en las ventas de Tesla sugiere que los efectos positivos del acuerdo aún tardan en reflejarse en el mercado real. Un análisis más detallado revela que, aunque el último trimestre de 2024 y el primer trimestre de 2025 mostraron cierto repunte en la demanda de modelos como el renovado Model Y, la tendencia comenzó a revertirse en los últimos meses.
En abril, Tesla vendió 28,731 vehículos en China, cifra inferior en un 8.6% comparada con el mismo mes del año anterior, y una caída aún más significativa de un 61% respecto al mes anterior, marzo de 2025, cuando las ventas fueron muy superiores. Este comportamiento indica que las promociones de financiamiento barato implementadas por Tesla no lograron sostener el ritmo de ventas, y la competencia local de fabricantes eléctricos, como BYD, está ganando terreno. BYD, un gigante de la movilidad eléctrica en China, ha capitalizado las dificultades de Tesla para consolidar su liderazgo en el mercado interno. Su estrategia agresiva en precios, variedad de modelos y capacidades tecnológicas ha atraído a un público más amplio, poniendo en jaque la hegemonía de Tesla que, hasta hace poco, parecía invulnerable.
La competencia directa y el cambio en las preferencias del consumidor chino podrían estar desempeñando un papel crucial en la desaceleración de las matriculaciones de nuevos vehículos Tesla. Las expectativas de analistas globales también reflejan esta incertidumbre. Mientras que inicialmente se proyectaba una ligera caída en las entregas mundiales de Tesla para 2025, pasando de 1.74 millones a un descenso del 2.6%, las proyecciones para el segundo trimestre son incluso más conservadoras, anticipando una posible reducción del 6.
5% o incluso un desplome más marcado según estimaciones recientes. Si Tesla logra o no recuperarse de este bache en el corto plazo dependerá de múltiples factores, incluidos el impacto real del alivio arancelario, la capacidad de innovación tecnológica y adaptación a las preferencias específicas del mercado chino. La reacción del mercado bursátil ha sido inmediata y favorable ante el anuncio del acuerdo comercial. Las acciones de Tesla han crecido en torno a un 5% en la apertura del martes siguiente a la noticia, extendiendo una racha alcista que ya se había manifestado en días previos. El incremento de la confianza se debe no solo a la expectativa de una situación comercial más estable entre las principales economías, sino también a la valoración positiva que los inversionistas hacen sobre los avances de Tesla en tecnologías como la conducción autónoma y la próxima inauguración de un servicio de robotaxis en Austin.
Sin embargo, a pesar de estos avances y el repunte temporal en el mercado de valores, Tesla registra una caída acumulada del 21% en su valor durante el año, aún lejos de recuperar los extremos alcanzados a finales de 2024. Esta disparidad entre el rendimiento bursátil y las operaciones reales subraya la volatilidad que continúa caracterizando a Tesla, producto de factores internos y externos como fluctuaciones de mercado, competencia, costos y cambios regulatorios. La historia de Tesla en China aún está escribiéndose y representa un caso emblemático de cómo las políticas comerciales y económicas pueden impactar directamente en una empresa global. El alivio temporal en los aranceles esconde desafíos estructurales que la compañía debe abordar si quiere recuperar terreno en uno de sus mercados más importantes. Más allá del contexto momentáneo, Tesla se enfrenta a una dinámica de mercado en evolución rápida, donde la competencia local y las preferencias de los consumidores juegan un rol central.
En conclusión, la combinación de un escenario político y económico global incierto, junto con la creciente presión competitiva y la respuesta del consumidor, define el futuro inmediato de Tesla en China. Mientras que el acuerdo entre Trump y las autoridades chinas ha inyectado optimismo a corto plazo en la bolsa, la verdadera prueba será la capacidad de Tesla para adaptarse y recuperar su crecimiento en un entorno desafiante. Los próximos meses serán cruciales para observar si el gigante estadounidense puede revertir la caída en ventas y consolidar su posición en el mercado automotriz chino y mundial.