Título: Claves para asegurar el valor mutuo en una asociación de capital de riesgo En el mundo del emprendimiento y la inversión, las asociaciones son fundamentales para el éxito de un proyecto. En este contexto, las asociaciones entre empresarios y capitalistas de riesgo (VC, por sus siglas en inglés) constituyen una de las relaciones más significativas y, a menudo, complejas. Sin embargo, no todas las colaboraciones generan el valor esperado. Entonces, ¿cómo se puede asegurar que ambas partes obtengan valor de una asociación de capital de riesgo? A continuación, exploramos las claves que pueden garantizar una relación fructífera y enriquecedora. Primero y ante todo, es crucial alinear los objetivos.
Antes de establecer una asociación, cada parte debe tener claridad sobre lo que espera lograr y cómo medirá su éxito. Esto implica establecer una comunicación abierta y honesta sobre las ambiciones y expectativas de cada uno. ¿Tienen la misma visión sobre el mercado y el producto? ¿Coinciden en la estrategia de salida y el impacto social que desean generar? La alineación en estos aspectos es fundamental para evitar conflictos futuros y asegurar que ambas partes remen en la misma dirección. Un ejemplo de la importancia de este alineamiento proviene de Belinda Wong, autora y directora de Corporate Services Limited. Ella sostiene que una discusión abierta y detallada entre las partes es clave para el éxito.
Si no se abordan las diferencias en la visión o el enfoque operativo desde el principio, se pueden presentar desavenencias que complicarán la relación a largo plazo. En segundo lugar, la elección del socio correcto es esencial. No todos los VC son iguales, y realizar una elección informada puede marcar una gran diferencia en el camino de un emprendimiento. A la hora de elegir un VC, es importante mirar más allá de los términos financieros. También se deben considerar los servicios de valor añadido, la experiencia, la red de contactos y la reputación del fondo.
Evaluar la química y el grado de confianza con el socio que trabajará directamente contigo es fundamental. Un VC que desafíe, apoye y mentoree sin imponer su agenda puede ser un recurso invaluable. Rami Al Karmi, presidente de Ab(new)normal Inc, destaca la importancia de elegir un socio que comparta visiones y valores similares. Además, hace hincapié en que el capital es solo una parte de la relación; la guía estratégica y las conexiones en la industria son igualmente importantes. La asociación no debe verse simplemente como una transacción financiera, sino como un matrimonio a largo plazo, donde ambos socios se acompañen en el viaje emprendedor.
Construir una relación sólida es el siguiente paso crítico. La relación entre un emprendedor y un VC no es una transacción de una sola vez; se trata de una interacción continua que requiere respeto mutuo, honestidad y transparencia. La comunicación frecuente es la columna vertebral de una relación exitosa. Las partes deben intercambiar información de manera oportuna y precisa, además de proporcionar retroalimentación constructiva. Harprem Doowa, fundador de Eazy Digital, reforzó esta idea al señalar que una relación informal puede facilitar la comunicación durante los altibajos del camino empresarial.
Cuando los desafíos surgen —lo que sucederá—, es más fácil abordarlos si existe confianza y comprensión entre las partes. La disposición a compartir tanto los éxitos como los fracasos puede cimentar una relación más fuerte y duradera. Otro aspecto crucial es aprovechar los recursos del socio VC. Uno de los beneficios de tener una asociación con un VC es el acceso a su vasta red de contactos, conocimientos y recursos. Pueden ayudar al emprendedor a mejorar el rendimiento, el crecimiento y la visibilidad del emprendimiento.
Pidiendo presentaciones a clientes potenciales, mentores o colaboradores, se pueden abrir nuevas puertas que de otra manera permanecerían cerradas. Además, muchas firmas de VC cuentan con ventajas y descuentos con proveedores como AWS y plataformas digitales, que pueden representar un ahorro considerable en costos para una startup. Por lo tanto, sacar provecho de estos recursos puede ser una forma rápida de generar valor en la asociación. Cumplir con las promesas es el siguiente punto crítico en la construcción de una relación exitosa. Demostrar compromiso, capacidad y responsabilidad es clave.
Cumplir o superar los objetivos y métricas acordadas no solo refuerza la confianza del VC, sino que también demuestra a todo el equipo que están en el camino correcto. La proactividad y la flexibilidad son igualmente importantes. Los emprendedores deben estar dispuestos a adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y a responder a las necesidades de los clientes. Beny Rubinstein, un líder empresarial en inteligencia artificial, sugiere que, en lugar de enfocarse en las razones por las cuales no se pudo cumplir con un objetivo, es más productivo sostener sesiones de lluvia de ideas para resolver los problemas de manera conjunta. Esto no solo fomenta un sentido de colaboración, sino que también fortalece la conexión entre el VC y el emprendedor, haciéndolos más resilientes ante las adversidades.
En conclusión, un aspecto que no se debe pasar por alto es la necesidad de establecer confianza plena. Las circunstancias cambian, las personas evolucionan y los mercados se transforman. Por lo tanto, crear un entorno donde ambas partes puedan comunicarse abiertamente es primordial, incluso si esto implica aceptar desacuerdos en el camino. La claridad en la comunicación y la transparencia en la relación contribuirán a crear un espacio seguro para compartir actualizaciones y, si es necesario, discutir separaciones. Steven Moe, un abogado y facilitador, también destacó que muchas expectativas pueden no estar alineadas, lo que puede erosionar la relación con el tiempo.
Si un fundador espera conexiones valiosas por parte del VC pero no las recibe, la frustración puede convertirse rápidamente en resentimiento. Esto resalta la importancia de establecer lo que cada parte aportará a la asociación desde el inicio. Las asociaciones de capital de riesgo requieren un enfoque colaborativo y no meramente transaccional. Así, es posible que tanto el emprendedor como el VC obtengan el valor que buscan y, en última instancia, alcanzar el éxito conjunto. La alineación de objetivos, la elección de socios adecuados, la construcción de relaciones sólidas y la capacidad de aprovechar los recursos disponibles son elementos fundamentales para cultivar una asociación de capital de riesgo fructífera y enriquecedora.
Con estos principios en mente, las posibilidades de éxito son mucho mayores y ambas partes pueden disfrutar de un viaje compartido en la creación de algo significativo y trascendental.