Donald Trump, el expresidente de EE. UU. y actual candidato a la presidencia por el Partido Republicano, ha sacudido el panorama político y financiero con el anuncio de una nueva iniciativa en el mundo de las criptomonedas. Durante un evento transmitido en la plataforma X, Trump presentó su familia como la fuerza detrás de una nueva empresa llamada World Liberty Financial. Sin embargo, lo que debería haber sido un acto de promoción y explicación sobre su nuevo proyecto se desvió rápidamente hacia un tema inquietante: un aparente intento de asesinato en su contra.
El evento, que tuvo lugar el lunes 17 de septiembre de 2024, fue visto por muchos como una oportunidad para que Trump profundizara en el funcionamiento de World Liberty Financial, una plataforma que se espera opere como un servicio de préstamos y comercio de criptomonedas. Esta iniciativa, sin embargo, tomó un giro inesperado cuando Trump optó por hablar sobre el incidente ocurrido el día anterior, cuando, según él, escuchó disparos mientras jugaba al golf con un amigo. “Escuchamos tiros siendo disparados al aire, y creo que fueron probablemente cuatro o cinco”, relató Trump. A pesar de la gravedad del asunto, y en un tono algo despreocupado, el expresidente continuó mencionando su frustración por no haber podido finalizar su partida de golf. “Me hubiera encantado haber hundido ese último putt”, añadió, haciendo entrever que el ataque no había alterado su experiencia de juego.
Lo que sí afectó su día fue el reconocimiento del valiente esfuerzo de su agente del Servicio Secreto, quien al percibir el peligro, actuó rápidamente al avistar un rifle y disparar en dirección a la amenaza. Trump agradeció también a la policía y a un civil que participaron en la captura del sospechoso, resaltando así la importancia del trabajo en equipo y la seguridad en un momento tenso. A pesar de estar en medio de un evento que inauguraba una nueva era para su familia en el mundo de las criptomonedas, Trump no ofreció detalles específicos sobre cómo funcionaría World Liberty Financial o qué beneficios traería a los inversionistas. En cambio, la conversación se desvió hacia otros temas, incluyendo la inteligencia artificial, dejando a muchos de sus seguidores y expertos en finanzas con preguntas sin respuesta. El nuevo enfoque de Trump hacia las criptomonedas es notable, considerando que durante su presidencia había expresado sus reservas sobre el activo digital.
En 2019, un tuit de Trump dejó claro que no era un fan de las criptomonedas, afirmando: “Los activos criptográficos no regulados pueden facilitar comportamientos ilegales, incluyendo el tráfico de drogas y otras actividades ilegales”. Sin embargo, en un giro sorprendente, ahora ha abrazado públicamente el potencial de este nuevo mercado. El cambio de Trump se enmarca en un contexto más amplio de movimientos políticos y financieros. En mayo, su campaña anunció que comenzaría a aceptar donaciones en criptomonedas, parte de un esfuerzo por construir lo que denominó un “ejército cripto” que lo apoye en su camino hacia las elecciones. Esta postura ha sido vista por algunos como una maniobra astuta para atraer el apoyo de los entusiastas de la tecnología financiera en un momento en que la escasez de propuestas concretas por parte de su oponente político, la vicepresidenta Kamala Harris, deja un vacío en el debate sobre la regulación de los activos digitales.
Expertos en ética han expresado preocupaciones sobre los conflictos de interés que pueden surgir cuando un candidato presidencial lanza un negocio durante una campaña. Jordan Libowitz, portavoz del grupo de vigilancia gubernamental Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington, ha indicado que “tomar una postura pro-cripto no es necesariamente preocupante; lo que es problemático es hacerlo mientras se comienza a beneficiarse personalmente de ello”. La situación ha generado un revuelo en el ámbito de las criptomonedas. Muchos inversores ven en la promoción de Trump una posible señal de optimismo sobre el rumbo de la industria si recupera el control de la Casa Blanca. Sin embargo, figuras como Hilary Allen, profesora de derecho en la Universidad Americana, han expresado escepticismo sobre el cambio de opinión de Trump, sugiriendo que podría estar más motivado por intereses financieros que por un genuino compromiso con la causa de las criptomonedas.
El lanzamiento de World Liberty Financial ha captado la atención tanto de simpatizantes como de críticos, y el futuro de esta iniciativa dependerá de la dirección que decida tomar su fundador y su familia. Después de su discurso, otros miembros de la familia Trump, como su hijo mayor, Donald Trump Jr., también ofrecieron comentarios sobre la relación entre la conservaduría y el mundo de las criptomonedas, enfatizando que el sistema bancario actual está dirigido en contra de las ideologías conservadoras. Además, el tono general del evento, marcado por la mención del intento de asesinato, ha dejado abiertas muchas preguntas. La violencia y los intentos de silenciar a los políticos son piezas sombrías en el rompecabezas de la democracia, y el hecho de que Trump, que ya ha pasado por diversas controversias durante su carrera política, continúe encontrándose en el centro de intentos tan alarmantes ciertamente añade una dimensión más compleja a su campaña y sus nuevos esfuerzos comerciales.
En conclusión, la presentación de la nueva empresa de criptomonedas de Trump, combinada con un intento de asesinato que él mismo relató, ha creado un panorama mediático fascinante. El hecho de que no haya ofrecido detalles concretos sobre su venture resalta la ambigüedad que rodea sus intenciones económicas y políticas. A medida que las encuestas de las elecciones presidenciales de 2024 se acercan, la nación observa de cerca no solo cómo se desarrollarán los eventos relacionados con su campaña, sino también cómo su retorno al escenario político podría influir en una de las industrias más volátiles y controversiales de la actualidad: la de las criptomonedas. Los resultados de este tránsito de Trump del desprecio a la adoración por el activo digital podrían tener repercusiones que trascienden su candidatura, afectando el futuro de las regulaciones y el mercado de criptomonedas en Estados Unidos y más allá.