El sector de la computación cuántica continúa siendo uno de los más prometedores y a la vez desafiantes en el ámbito tecnológico y financiero. Recientemente, Rigetti Computing, una de las empresas líderes en este campo, reportó sus resultados financieros correspondientes al primer trimestre de 2025, generando un amplio debate y preocupación en los mercados bursátiles debido a una marcada caída en sus ingresos que superó las expectativas de los analistas. Rigetti Computing informó ganancias ajustadas de 13 centavos por acción durante el primer trimestre, una mejora significativa si se compara con la pérdida de 14 centavos registrada en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, esta ganancia se atribuye principalmente a un ajuste contable no monetario derivado de la revaluación de instrumentos financieros como warrants y pasivos por earn-out, totalizando 62,1 millones de dólares en ganancias contables. Este detalle es crucial para entender que, pese a la aparente rentabilidad, los ingresos operativos reales reflejaron una disminución del 51%, cayendo a solamente 1,5 millones de dólares, muy por debajo de los 2,6 millones que había proyectado Wall Street.
Esta significativa caída en los ingresos ha generado incertidumbre entre los inversores, quienes observan con atención el ritmo de crecimiento y la rentabilidad a corto plazo de las empresas de computación cuántica. Este sector, conocido por su alta volatilidad y naturaleza disruptiva, todavía está en una fase intensiva de investigación y desarrollo. El CEO de Rigetti, Subodh Kulkarni, enfatizó durante la llamada de resultados que la computación cuántica aún se encuentra en una etapa embrionaria, enfocada principalmente en investigación avanzada y en contratos gubernamentales y académicos, los cuales tienden a ser de naturaleza irregular y poco predecible, lo que se traduce en ingresos “lumpys” o irregulares. Por otro lado, Rigetti recibió un respaldo financiero significativo en febrero cuando la empresa taiwanesa Quanta Computer acordó invertir 35 millones de dólares mediante la compra de acciones, un movimiento estratégico que genera confianza a pesar del retroceso en los resultados trimestrales. Este tipo de alianzas son vitales para las firmas cuánticas, dado el enorme capital requerido para sostener el ritmo de innovación y desarrollo tecnológico.
Cabe destacar que el mercado de acciones de computación cuántica se ha mostrado volátil durante el año 2025, influenciado por diversos factores externos y internos. Por ejemplo, IonQ, otro actor importante de la industria, reportó un resultado alineado con las expectativas, con pérdidas y ingresos planos, pero anunció recientes adquisiciones que contribuyen a fortalecer su plataforma tecnológica. Por su parte, D-Wave Quantum sorprendió con un incremento en ingresos del 509%, alcanzando los 15 millones de dólares, y una reducción significativa en pérdidas ajustadas, lo que le permitió esquivar parte de la incertidumbre que afecta a otros competidores. El interés y el apoyo de agencias gubernamentales como la DARPA, que recientemente seleccionó a compañías como IonQ y Rigetti para un programa de evaluación de tecnologías cuánticas industriales, son un claro ejemplo del reconocimiento al potencial transformador de esta tecnología. La posible reautorización de la National Quantum Initiative Act en Estados Unidos también podría inyectar fondos frescos para fomentar la investigación y facilitar el desarrollo comercial de la computación cuántica, lo que sería decisivo para el crecimiento del sector.
La computación cuántica representa un paradigma completamente nuevo basado en la manipulación de qubits que operan a nivel subatómico, utilizando tecnologías avanzadas como chips superconductores mantenidos a temperaturas extremadamente bajas. Su promesa radica en resolver problemas computacionales complejos que superan las capacidades de las computadoras clásicas actuales, lo que atrae no solo a inversores sino a gobiernos y grandes corporaciones líderes en innovación. La reacción negativa del mercado tras el reporte de Rigetti refleja las preocupaciones sobre cuándo los avances en computación cuántica se traducirán en productos comercialmente viables y en un crecimiento sostenido de ingresos. El debate sobre la prontitud de la disponibilidad de tecnologías cuánticas prácticas también se ha visto influenciado por controversias relacionadas con empresas tecnológicas gigantes como Nvidia, que tienen una presencia destacada en hardware especializado, pero enfrentan expectativas elevadas y plazos exigentes. Para los inversionistas, la clave está en equilibrar el entusiasmo por el potencial revolucionario de la computación cuántica con la realidad de un sector que aún está en pleno desarrollo, requiere inversiones significativas y presenta resultados financieros dispares.
La volatilidad en los precios de las acciones y las inconsistencias en los ingresos subrayan la importancia de evaluar estos riesgos en un horizonte de mediano a largo plazo. En conclusión, el descenso en ingresos anunciado por Rigetti en el primer trimestre de 2025 actúa como un recordatorio de las dificultades que enfrentan las empresas emergentes en la computación cuántica. No obstante, las inversiones y el apoyo institucional continúan abriendo camino para la evolución y eventual comercialización de esta tecnología disruptiva. La evolución del sector y sus actores principales seguirán siendo temas de interés tanto para inversores como para expertos tecnológicos, en un escenario donde la innovación y el desarrollo estratégico serán decisivos para cambiar la forma en que procesamos la información en el futuro cercano.