En un momento en que la ciencia enfrenta desafíos sin precedentes debido a decisiones políticas que amenazan la continuidad y acceso a datos fundamentales, la Universidad de Bremen y el Instituto Alfred Wegener para la Investigación Polar y Marina (AWI) han emergido como baluartes en la preservación del patrimonio científico. Respondiendo a llamados urgentes del National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos y de la comunidad científica estadounidense, estas instituciones alemanas han comenzado a asegurar bases de datos científicas que corren riesgo de pérdida definitiva. El contexto de esta acción tiene raíces profundas en la política de la administración Trump, cuya gestión estuvo marcada por un aumento de la hostilidad hacia la ciencia y la evidencia empírica, especialmente en áreas cruciales como el cambio climático y estudios ambientales. La reducción sustancial de presupuestos, la delegitimación de la investigación científica y la eliminación o debilitación de servicios y bases de datos públicas han creado una emergencia alarmante para académicos y científicos, quienes advirtieron sobre un clima de miedo y censura. Ante esta situación, la iniciativa de la Universidad de Bremen y el AWI se convierte en una respuesta crucial para asegurar la persistencia de datos que representan décadas, incluso siglos, de observaciones y registros.
El foco inicial del proyecto está puesto en bases de datos que contienen registros sísmicos y geotérmicos. Entre los compendios preservados se encuentra la Colección de Catálogos de Sismicidad, que abarca información de más de cuatro millones de terremotos que se remontan desde el año 2150 antes de Cristo hasta 1996 de nuestra era. Además, la Base de Datos de Intensidad Sísmica de Estados Unidos, que contiene detalles sobre daños y percepciones de más de 23,000 terremotos desde 1638 hasta 1985, también ha sido protegida. Esta acción no solamente asegura el almacenamiento a corto plazo de estos datos, sino que apunta a su integración en la biblioteca de acceso abierto PANGAEA, garantizando así que el conocimiento se mantenga accesible para investigadores globales y para futuras generaciones. La importancia de la accesibilidad de datos científicos de libre acceso no puede ser subestimada.
Sin datos abiertos y alcanzables, la innovación y el avance científico se ven gravemente comprometidos, limitando la capacidad de la humanidad para enfrentar desafíos complejos a nivel global. Los representantes de las instituciones involucradas han subrayado el compromiso con la preservación del conocimiento científico y han alertado sobre la amenaza que implican las decisiones políticas que ponen en riesgo el acceso a información fundamental. Frank Oliver Glöckner del AWI destacó la complejidad de reemplazar los servicios proporcionados por las instituciones norteamericanas responsables, pero aseguró que el almacenamiento de datos está asegurado a corto plazo. Por su parte, Jutta Günther, rectora de la Universidad de Bremen, enfatizó que sin datos no hay investigación y que el acceso abierto es esencial para fomentar la ciencia e innovación en todo el mundo. Las implicaciones de la situación promovida por el gobierno estadounidense de aquel período no se limitan a la pérdida o restricción de datos, sino que afectan también la libertad académica, el clima de trabajo de los investigadores y la credibilidad de la ciencia en general.
La tensión entre política y ciencia se volvió patente ante la presión ejercida para deslegitimar políticas ambientales y climáticas, a pesar del consenso científico global. La movilización de miles de científicos estadounidenses para protestar contra estas medidas refleja la gravedad de la crisis dentro del mundo investigativo. El impacto negativo de estas políticas no solo ocurre en Estados Unidos; repercute en la colaboración internacional, en el intercambio de datos y en la planificación estratégica de investigaciones multidisciplinarias y transnacionales que dependen del acceso a fuentes confiables y actualizadas. La preservación de esos datos por parte de una institución extranjera, como la Universidad de Bremen, simboliza también una llamada a la cooperación internacional para defender la ciencia frente a movimientos anticientíficos y decisiones políticas cortoplacistas. Por su parte, la biblioteca PANGAEA, reconocida por su compromiso con el acceso abierto y con la preservación de datos científicos, servirá como plataforma central para la difusión y disponibilidad de estas bases de datos.
Esto permitirá que científicos de todo el mundo puedan continuar usando esta información para investigaciones futuras, facilitando el avance del conocimiento en áreas como geología, sismología, ciencias ambientales y otras disciplinas relacionadas. La iniciativa alemana refuerza la importancia de que las comunidades científicas y académicas adopten un rol activo en la defensa de sus fuentes, dados los riesgos políticos y económicos que pueden surgir en diferentes contextos nacionales. Así mismo, evidencia la importancia de la solidaridad internacional para superar los obstáculos que impiden la libre circulación del conocimiento. En resumen, la acción emprendida por la Universidad de Bremen y el Alfred Wegener Institute representa un esfuerzo fundamental contra la erosión del acceso científico causada por políticas hostiles y recortes presupuestarios. Más allá de asegurar la supervivencia de registros históricos y actuales, da un mensaje claro sobre la necesidad imperiosa de proteger la ciencia y mantener su independencia científica y funcional del influjo político.
El rescate de estas bases de datos no solo salvaguarda los archivos, sino que también reafirma el papel de la investigación como motor necesario para la innovación, el desarrollo sostenible y la comprensión profunda de fenómenos globales que afectan a toda la humanidad. Esta experiencia subraya una conciencia creciente sobre el valor estratégico de la ciencia y cómo la defensa de su integridad y accesibilidad debe ser un compromiso compartido internacionalmente para garantizar que el conocimiento continúe siendo un recurso abierto, libre y disponible para solucionar los retos presentes y futuros.