El auge de la Web3 está transformando radicalmente la manera en que interactuamos con la tecnología y la información. En este contexto, la privacidad se ha convertido en un tema central de discusión entre expertos y entusiastas del criptomundo. Elena Nadolinski, CEO de la Iron Fish Foundation, ha estado a la vanguardia de esta conversación, abordando temas cruciales como la privacidad en Web3, las pruebas de conocimiento cero (ZK Proofs) y las diferencias entre las soluciones de nivel 1 (L1) y nivel 2 (L2). En una reciente aparición en el episodio 264 de Cryptonews, Nadolinski compartió sus perspectivas sobre estas cuestiones. Desde sus inicios, la tecnología blockchain ha prometido una mayor transparencia y seguridad en las transacciones digitales.
Sin embargo, con esta transparencia vienen preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios. Elena Nadolinski argumenta que la privacidad no solo es un derecho fundamental, sino que también es esencial para la adopción masiva de las tecnologías Web3. “La gente necesita sentir que sus datos están protegidos. Sin privacidad, la confianza se erosiona y eso dificulta la aceptación de nuevas tecnologías”, afirma Nadolinski. La Iron Fish Foundation ha estado trabajando en el desarrollo de tecnologías que permitan a los usuarios disfrutar de transacciones completamente privadas en la blockchain.
Esto se logra en parte a través de las pruebas de conocimiento cero. Estas técnicas permiten verificar la validez de una transacción sin revelar información sobre ella. Por ejemplo, las ZK Proofs pueden demostrar que un usuario tiene fondos suficientes para realizar una transacción sin necesidad de hacer públicos los detalles de su cuenta. “Las pruebas de conocimiento cero son una herramienta poderosa para garantizar la privacidad sin sacrificar la seguridad”, comenta Nadolinski. Las ZK Proofs son especialmente relevantes en el contexto de las regulaciones y el cumplimiento normativo.
A medida que los gobiernos de todo el mundo buscan establecer marcos regulatorios para las criptomonedas, las soluciones que ofrecen privacidad podrían enfrentarse a un escrutinio adicional. Nadolinski sostiene que es crucial encontrar un equilibrio entre la privacidad del usuario y las expectativas regulatorias. “Queremos crear un entorno donde los usuarios puedan operar de manera privada, pero también en conformidad con las leyes”, añade. Además de la privacidad y las ZK Proofs, Nadolinski también aborda el eterno debate sobre las soluciones de L1 y L2. Las blockchains de nivel 1 son las redes base que operan por sí solas, como Bitcoin o Ethereum.
Por otro lado, las soluciones de nivel 2 se construyen sobre estas redes para mejorar la escalabilidad y la eficiencia. “Ambas capas son necesarias, pero cada una tiene su propio propósito”, explica la CEO de Iron Fish. Las redes L1, como Ethereum, han dado lugar a una variedad de aplicaciones descentralizadas (dApps) y contratos inteligentes, pero a menudo luchan con problemas de congestión y altas tarifas de transacción. Las soluciones L2, como las redes de estado, buscan aliviar estos problemas al procesar transacciones fuera de la cadena principal y luego consolidarlas en la blockchain de L1. Esto no solo reduce las tarifas, sino que también mejora la velocidad de las transacciones.
Elena observa que, mientras que las soluciones L1 son fundamentales para la infraestructura de Web3, las L2 son cruciales para su viabilidad a largo plazo. “Si queremos que Web3 sea accesible para todos, necesitamos encontrar formas de hacer que las transacciones sean más asequibles y rápidas”, dice. “Las soluciones de nivel 2 podrían ser la clave para lograr esto”. Pero, ¿cómo se integra Iron Fish en este paisaje? La fundación está desarrollando una nueva blockchain centrada en la privacidad que utiliza ZK Proofs para lograr transacciones completamente privadas y seguras. Según Nadolinski, el objetivo es construir un ecosistema donde los usuarios puedan interactuar sin temor a que sus datos sean explotados.
“Deseamos que Iron Fish no solo sea una tecnología, sino un movimiento hacia un Internet más privado y seguro”, enfatiza. En su visión del futuro, Nadolinski imagina un mundo donde la privacidad y la transparencia puedan coexistir. “No se trata solo de ocultar información, se trata de dar a las personas el control sobre sus propios datos”, explica. Esto es especialmente importante en un mundo donde las violaciones de datos son comunes y la información personal se ha convertido en un recurso comercial valioso. La conversación también se extiende a las implicaciones éticas de la privacidad en la blockchain.
Nadolinski menciona que, si bien las tecnologías de privacidad a menudo se asocian con actividades ilícitas, su propósito es brindar a los usuarios un espacio seguro y privado para operar. “Es un error pensar que la privacidad solo es para quienes tienen algo que esconder. Todos merecemos un nivel de privacidad en nuestras transacciones”, señala. Finalmente, Nadolinski llama a la comunidad a unirse en la creación de un futuro donde la privacidad en la Web3 no sea solo un concepto teórico, sino una norma. “El futuro de Web3 depende de nuestra capacidad para proteger la privacidad de los usuarios y fomentar un entorno de confianza”, concluye.