En un giro sorprendente en la disputa entre un ciudadano británico y su consejo local, James Howells, un ingeniero en tecnología de la información de 39 años, ha llevado a la Corte al Consejo de la Ciudad de Newport, reclamando la asombrosa suma de 647 millones de dólares debido a un error que resultó en la pérdida de una cantidad extraordinaria de Bitcoins. La historia de Howells ha capturado la atención de medios de comunicación y entusiastas de las criptomonedas, y plantea cuestiones sobre la propiedad y el valor en el contexto del mundo digital actual. Todo comenzó en 2013, cuando Howells, por un simple error, perdió un disco duro que contenía 8,000 Bitcoins. En ese momento, el valor del Bitcoin todavía era relativamente bajo; de hecho, la criptomoneda estaba en sus etapas iniciales de adopción y el total de los Bitcoins que Howells poseía valía menos de un millón de dólares. Sin embargo, esa cifra ha cambiado drásticamente.
Con el tiempo, el valor de Bitcoin ha tenido un crecimiento meteórico, y hoy en día, esos 8,000 Bitcoins podrían valer cientos de millones. La cadena de eventos que llevó a Howells a esta complicada situación comenzó cuando le pidió a su entonces pareja que desechara algunas bolsas de basura en un centro de reciclaje. Sin embargo, una de las bolsas contenía el disco duro en cuestión, que, por accidente, fue trasladado al vertedero de Docksway en Newport. Poco después, Howells se dio cuenta del error, pero para entonces ya era demasiado tarde. Su disco duro, que para él representaba no solo un activo valioso sino también su ideal de futuro, se encontraba perdido entre miles de toneladas de desechos.
Durante más de una década, Howells ha estado buscando recuperar su disco duro. A pesar de sus esfuerzos por comunicarse y negociar con el consejo local, su progreso ha sido frustrante. El consejo ha rechazado repetidamente sus solicitudes para realizar una excavación en el vertedero, argumentando preocupaciones ambientales. Esto ha llevado a Howells, quien se siente abandonado y maltratado, a llevar el asunto ante los tribunales. Considera que esta acción legal es su “último recurso”.
Howells ha ofrecido financiar el costo de 12 millones de dólares que se requeriría para la excavación, prometiendo además otorgar al consejo el 10% de los Bitcoins recuperados. Si se encontraran, esa participación representaría más de 41 millones de dólares. La magnitud de esta promesa ha llamado la atención sobre la frustración y la desesperación que ha sentido Howells en su búsqueda por recuperar lo que considera su legítima propiedad. El consejo de Newport, sin embargo, se ha mantenido firme en su negativa. Un portavoz del consejo ha declarado que las excavaciones no son posibles bajo su permiso ambiental, y que cualquier intento de hacerlo tendría un grave impacto negativo en el entorno circundante.
Además, han argumentado que ya han dedicado tiempo y recursos valiosos a atender las solicitudes de Howells, y que consideran que su reclamación legal es débil y poco fundamentada. La situación se complica aún más con el hecho de que el consejo sostiene que, una vez que el disco duro fue desechado en su vertedero, la propiedad del mismo les pertenece. Por su parte, Howells argumenta que nunca tuvo la intención de abandonar el disco duro y que, por lo tanto, la propiedad intelectual contenida en él sigue siendo suya. Este caso no es solo sobre la recuperación de una fortuna perdida. También se alza como un símbolo de las tensiones que existen entre la innovación tecnológica y la administración pública.
En un momento donde las criptomonedas han dejado de ser un tema de nicho para convertirse en un fenómeno financiero global, esta situación refleja la lucha de los individuos por recuperar su propiedad en un mundo digital donde las normas aún están en proceso de formación. Para agregar más intriga a la disputa, Howells no está solo en su búsqueda. Ha reunido un equipo de expertos, que incluye a un antiguo responsable del vertedero de Newport. Están seguros de conocer la ubicación exacta del disco duro, alegando que se encuentra en lo que ellos llaman 'Celda 2 - Área 2'. Este equipo planea utilizar inteligencia artificial y tecnologías modernas para guiarlos en la excavación, proponiendo incluso modernizar el vertedero como parte del acuerdo.
El consejo de Newport ha enfrentado críticas por sus decisiones respecto al estado del vertedero, que según informes está en violación de los permisos ambientales desde 2020. La existencia de sustancias peligrosas, como arsénico y asbesto, presentadas en el vertedero, han añadido otro nivel de complejidad a la situación. Mientras tanto, Howells y su equipo creen que hay un 80% de probabilidades de que los datos en el disco duro sean recuperables. El destino de Howells es una mezcla de esperanza y desesperación. Con cada retraso y negación por parte del consejo, el valor de los Bitcoins sigue fluctuando, elevando su potencial recompensa a niveles astronómicos.