El PAC de Trump recauda aproximadamente 7.5 millones de dólares en donaciones criptográficas desde principios de junio En un sorprendente giro en el mundo político y financiero estadounidense, el Comité de Acción Política (PAC) que apoya la candidatura presidencial de Donald Trump ha logrado recaudar alrededor de 7.5 millones de dólares en donaciones a través de criptomonedas desde principios de junio. Esta tendencia creciente hacia las donaciones en criptomonedas no solo destaca el cambio en la estrategia de recaudación de fondos de Trump, sino también su nuevo enfoque hacia el emergente mercado de activos digitales. El PAC, conocido como "Trump 47", ha recibido contribuciones en diversas criptomonedas, incluyendo Bitcoin, Ether, XRP, así como en stablecoins como Tether y USDC, según un informe reciente presentado ante la Comisión Federal de Elecciones (FEC).
Esta cifra se desglosa en donaciones acumulativas en el período que comprende desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre de este año, lo que indica un flujo constante de apoyo financiero en un momento crucial, a tan solo tres semanas de las elecciones de 2024. A medida que la contienda electoral se intensifica y se encuentra virtualmente empatada según las encuestas, Trump ha apostado fuertemente por el apoyo financiero de la comunidad criptográfica. En un cambio notable desde sus días en la Casa Blanca, donde manifestó dudas sobre las criptomonedas, el expresidente ahora se ha posicionado como un abanderado de la revolución digital. Este cambio de postura fue evidente cuando, en mayo, se convirtió en el primer candidato presidencial importante en aceptar donaciones en tokens digitales, marcando un hito en la intersección entre la política y la innovación tecnológica. El informe también destaca que casi la mitad de todo el dinero corporativo que fluye hacia la campaña electoral proviene de la industria de criptomonedas.
Esta cifra es asombrosa, considerando que en las elecciones presidenciales anteriores, la industria solo había recaudado una fracción de este monto. Según el grupo de vigilancia pública “Public Citizen”, la recaudación ha sido aproximadamente 13 veces superior en comparación con el ciclo electoral anterior. El éxito del PAC se debe en gran parte a una mezcla de donantes individuales y corporativos. Entre los individuos, al menos 18 donantes aportaron más de 5.5 millones de dólares en Bitcoin, mientras que otros siete contribuyeron alrededor de 1.
5 millones de dólares en Ether. Las donaciones provienen de contribuyentes de más de 15 estados, así como de la isla de Puerto Rico, representando una amplia gama de profesiones, desde ingenieros de software en Lockheed Martin hasta productores de entretenimiento. Un nombre destacable entre los donantes es David Bailey, CEO del grupo mediático BTC, quien donó más de 498,000 dólares en Bitcoin. Bailey ha desempeñado un papel fundamental en la relación de Trump con las criptomonedas, ayudando a convertirlo de un escéptico a un ferviente defensor de este ecosistema digital. Este esfuerzo culminó con la participación de Trump como orador principal en una importante conferencia de Bitcoin celebrada en Nashville, Tennessee, en julio.
Trump ha afirmado que su campaña ha logrado recaudar 25 millones de dólares de la industria criptográfica, aunque no ha aclarado la distribución entre las donaciones en criptomonedas y las donaciones convencionales en dólares. Esta cifra genera entusiasmo dentro de su equipo de campaña, que ve la adopción de criptomonedas como una vía para atraer a un electorado más joven y tecnológicamente inclinado. Entre los nuevos donantes se encuentra Chase Herro, cofundador del nuevo proyecto cripto de la familia Trump, World Liberty Financial. Este proyecto, que aspira a ser un banco descentralizado, fue lanzado recientemente con una venta de tokens, aunque ha enfrentado problemas técnicos que han limitado su recaudación inicial de 300 millones de dólares. El impacto de la industria de criptomonedas sobre la política de Estados Unidos no se limita a la campaña de Trump.
Con contribuciones que ascienden a casi 1.1 millones de dólares, los gemelos Winklevoss se han colocado a la vanguardia de las donaciones pro-Trump, aunque parte de ese monto tuvo que ser reembolsado debido a que excedía el límite permitido. El PAC también ha encontrado apoyo significativo de figuras influyentes en el espacio cripto, incluyendo a Mike Belshe, CEO de la compañía de seguridad de activos digitales BitGo, quien donó casi 100,000 dólares en Bitcoin. Otro donante notable, Brian Murray, un socio de Craft Ventures, contribuyó con 6,560 dólares en Bitcoin. Craft fue cofundado por David Sacks, conocido por su apoyo a la campaña de Trump.
A medida que la campaña de Trump avanza, las contribuciones de la industria de criptomonedas continúan siendo objeto de atención y discusión. Este fenómeno ha atraído a diversos actores dentro del ecosistema cripto, algunos de los cuales tienen opiniones divergentes respecto a la regulación del sector. Por ejemplo, Stuart Alderoty, el jefe legal de Ripple, donó 300,000 dólares en XRP y asistió a un evento de recaudación de fondos a favor de Trump. En contraste, Chris Larsen, cofundador de Ripple, decidió apoyar a una PAC que respalda a la vicepresidenta Kamala Harris, donando un millón de dólares en XRP. La creciente intersección entre la política y las criptomonedas ha generado un amplio espectro de reacciones.
Desde quienes ven esto como una forma innovadora de financiar campañas políticas hasta quienes critican la falta de transparencia y las posibles implicaciones de poder que puede conllevar la influencia de grandes donantes en la política. Con el panorama electoral evolutivo y las elecciones aproximándose, el PAC de Trump se encuentra en el centro de una conversación más amplia sobre el futuro de las donaciones electorales, el papel de las criptomonedas en la financiación de campañas y la transformación de la política estadounidense en la era digital. Mientras se prepara para un posible regreso a la Casa Blanca, el enfoque pro-cripto de Trump no solo podría redefinir su propia campaña, sino también establecer un nuevo estándar sobre cómo las criptomonedas pueden ser utilizadas en la política contemporánea. Sin duda, el cruce de caminos entre la tecnología y la política presenta oportunidades emocionantes, así como desafíos significativos que serán fundamentales en los meses y años por venir.