En un controversial giro de eventos que ha capturado la atención de la comunidad cripto a nivel global, Do Kwon, el célebre empresario surcoreano del mundo de las criptomonedas, se declaró no culpable en un tribunal federal de Estados Unidos. Este anuncio tuvo lugar en un proceso judicial muy esperado que se llevó a cabo a finales de enero de 2025 y está centrado en acusaciones graves de fraude y violaciones de valores que giran en torno a su fallido proyecto de criptomoneda, TerraUSD, y su token relacionado, Luna. La saga de Do Kwon se remonta a mayo de 2022, cuando TerraUSD, una criptomoneda que prometía estabilidad al estar diseñada como una stablecoin algorítmica, colapsó de manera repentina e inesperada. Esta caída no solo impactó a los inversores individuales, sino que se tradujo en pérdidas significativas que alcanzaron miles de millones de dólares en un período muy corto. La situación dejó a muchos inversores con un profundo desánimo y desencanto hacia el complejo y volátil mundo de las criptomonedas.
Las acusaciones contra Kwon no son menores. En su contra pesan cargos que incluyen fraude electrónico, conspiración para cometer fraude en valores y manipulación del mercado. Se le acusa de haber engañado a los inversores al crear una falsa sensación de seguridad acerca de la estabilidad de TerraUSD. Además, la fiscalía sostiene que manipuló el volumen del comercio de Luna y TerraUSD para inflar artificialmente su valor, lo que agravó aún más la crisis una vez que la burbuja estalló. Durante la audiencia, la fiscal asistente, Rachel Morales, no escatimó en palabras al describir el impacto de las acciones de Kwon.
“Las acciones del acusado destruyeron la confianza en el mercado y causaron daños financieros de gran magnitud a inversores en todo el mundo”, enfatizó. Para respaldar su caso, la fiscalía presenta una serie de pruebas, que incluyen comunicados internos y registros financieros de Terraform Labs, la empresa detrás de TerraUSD y Luna. Por su parte, la defensa de Do Kwon se basa en una narrativa de contextos económicos complejos y un entorno de mercado que, según ellos, ha sido problemático durante años. El abogado de Kwon, Michael Levin, argumentó que las acusaciones se centran incorrectamente en la figura del empresario sin contemplar las dinámicas más amplias que afectan al mercado de criptomonedas. “Nuestro cliente ha colaborado con los reguladores de todo el mundo para aclarar su imagen”, dijo Levin, añadiendo que los inversores también asumieron riesgos inherentes al participar en un mercado que ellos consideran aún en desarrollo.
Parte del caso de la defensa reside en la naturaleza volátil y arriesgada de las inversiones en criptomonedas, un aspecto reiteradamente advertido por Terraform Labs a sus usuarios. “La participación en nuestro proyecto siempre estuvo acompañada de riesgos que fueron claramente comunicados a los inversores”, argumentó Levin en el tribunal. Sin embargo, el daño ya está hecho, y mientras la defensa se prepara para una dura batalla legal, es claro que el caso de Kwon no solo afecta su vida personal y profesional, sino que también tiene profundas implicaciones para la industria de las criptomonedas en general. La detención de Kwon en marzo de 2023 en Montenegro fue otro capítulo significativo en esta historia. La Interpol había emitido un aviso rojo en su contra, y la extradición se convirtió en un tema candente.
Se informó que Kwon intentaba abordar un vuelo con documentos de viaje falsificados cuando fue detenido. Esta captura fue el resultado de meses de búsqueda internacional, lo que destacó no solo la seriedad de las acusaciones, sino también la atención mediática y pública que su caso ha generado. La crisis de TerraUSD y Luna es considerada uno de los colapsos más notorios en la historia del sector cripto, y sus repercusiones han dejado una huella indeleble. Muchos inversores se sienten traicionados, y el eco de la catástrofe se ha extendido por una industria que ya estaba bajo un intenso escrutinio. Este evento ha suscitado un aumento en la vigilancia de las stablecoins y una demanda mayor de regulaciones más estrictas en un espacio que, hasta hace poco, gozaba de una libertad considerable en términos de supervisión gubernamental.
El juicio de Kwon no solo servirá para decidir su destino personal, sino que podría establecer un precedente legal que daría forma a la responsabldad colectiva en la industria de las criptomonedas. A medida que avanza el proceso, se espera que ambos lados presenten un caso robusto, con la proyección de que el juicio podría extenderse durante varios meses. Kwon enfrenta décadas de prisión si es hallado culpable de los delitos que se le imputan, un resultado que podría significar un cambio radical en la forma en que se percibe y regula el criptomercado. El júri popular está dividido, algunas voces claman que Kwon se ha convertido en un chivo expiatorio del sistema, que, en su mayoría, es una amalgama de fallas y normas laxas en el sector cripto. Otros, en cambio, lo ven como el rostro de la avaricia y la imprudencia que ha llevado a que muchas personas pierdan sus ahorros.