En los últimos años, la comunidad científica global ha enfrentado un desafío trascendental: la reproducibilidad de los estudios que sustentan avances críticos en diversas áreas, especialmente en la biomedicina. La reproducibilidad, que se refiere a la capacidad de obtener resultados consistentes al repetir un experimento bajo las mismas condiciones, es la piedra angular de la ciencia confiable y válida. Sin embargo, un reciente proyecto coordinado en Brasil ha expuesto una problemática profunda que amenaza la credibilidad y el progreso de la investigación biomédica en la región. El Proyecto Brasileño de Reproducibilidad, una iniciativa sin precedentes que involucró a más de 50 grupos de investigación distribuidos en 56 laboratorios alrededor del país, se propuso evaluar la replicabilidad de estudios biomédicos publicados entre 1998 y 2017. Lo que hace a esta iniciativa única es que no se enfocó en un área específica de la biomedicina ni en la fama o popularidad de los artículos; en cambio, seleccionaron estudios basándose en la metodología empleada, priorizando aquellas técnicas más comunes en la investigación local.
Las tres técnicas seleccionadas fueron un ensayo para medir el metabolismo celular, una técnica de amplificación genética ampliamente utilizada y un método conductual de laberintos para roedores. Los resultados, publicados en un preprint en abril de 2025, son alarmantes. De las 47 experimentos replicados, apenas el 21% cumplió con más de la mitad de los criterios establecidos para considerar la replicación exitosa. Esta tasa de replicabilidad confirma patrones observados en proyectos similares en otras partes del mundo, en los que reproducir menos de la mitad de los resultados originales refleja problemas estructurales en la investigación científica actual. Una observación especialmente inquietante fue la sobreestimación del tamaño del efecto en los estudios originales.
En promedio, los efectos reportados en los documentos iniciales eran un 60% mayores que los medidos en los intentos de replicación, lo que sugiere que la literatura científica podría presentar resultados más optimistas de lo que la realidad experimentada en laboratorios posteriores muestra. La génesis y el desarrollo del proyecto no estuvieron exentos de dificultades. Ejecutado en medio de la pandemia de COVID-19, el equipo investigador enfrentó retos logísticos importantes, incluyendo restricciones para el trabajo en laboratorio y problemas de coordinación. Además, la diversidad de prácticas y protocolos dentro de los distintos grupos colaborativos hizo compleja la estandarización necesaria para la replicación precisa, situación que el coordinador Olavo Bohrer Amaral comparó con la difícil tarea de transformar un montón de bandas amateur con estilos distintos en una orquesta bien sincronizada. El enfoque del proyecto insistió en la objetividad y la transparencia.
Para definir qué estudios replicar, se revisó de manera aleatoria una muestra representativa de publicaciones biomédicas brasileñas. Esta práctica buscaba evitar sesgos por el renombre o la repercusión de los trabajos, orientando los esfuerzos únicamente a la factibilidad de reproducir los métodos utilizados. La implicación de 213 científicos en este esfuerzo colaborativo es una muestra del compromiso creciente hacia una ciencia más riguroso y correcto. Los hallazgos tienen profundas implicancias para la comunidad científica y las políticas públicas relacionadas con la ciencia en Brasil. Mariana Boechat de Abreu, metacientífica y coordinadora del proyecto, destaca la oportunidad que ofrecen estos resultados para fomentar cambios institucionales tanto a nivel gubernamental como en el seno de las universidades.
La reproducibilidad es una cuestión clave no solo para preservar la integridad científica sino también para garantizar que la inversión en investigación produzca conocimientos confiables que puedan traducirse en beneficios concretos para la sociedad. Este proyecto pone en evidencia la necesidad de revisar varias prácticas habituales en la investigación biomédica. Entre ellas, la importancia de reportar con detalle y exactitud los métodos y resultados, la implementación de protocolos de replicación antes de aceptar hallazgos como ciertos y la promoción de estudios que valoren tanto los resultados negativos como positivos para evitar el sesgo de publicación. Asimismo, se sugiere una mayor capacitación de investigadores en estadística y metodologías robustas para evitar interpretaciones erróneas o exageradas de los datos. Globalmente, la crisis de reproducibilidad no es exclusiva de Brasil.
Otros estudios realizados en Estados Unidos, Europa y Asia revelan problemas similares, evidenciando la necesidad de un esfuerzo coordinado para reforzar los estándares científicos. Sin embargo, lo que distingue al proyecto brasileño es su enfoque metodológico innovador y su carácter colaborativo en un país con retos en financiamiento y apoyo estructural a la ciencia, lo que lo convierte en un modelo a seguir para otras regiones. El impacto del estudio trasciende el ámbito académico. La confianza del público en la ciencia depende mucho de la credibilidad demostrada por sus investigaciones. Descubrimientos biomédicos influyen directamente en decisiones clínicas, políticas de salud y desarrollo farmacéutico.
Por tanto, una baja reproducibilidad puede implicar riesgos significativos en la aplicación práctica de dichos hallazgos, generando desperdicio de recursos y potencialmente poniendo en riesgo la salud pública. Frente a esta situación, varias voces promueven la implementación de políticas que incentiven la transparencia y la responsabilidad en la investigación. Esto incluye la promoción del acceso abierto a datos y protocolos, el establecimiento de repositorios donde compartir resultados negativos y la creación de incentivos para labores de replicación. También se plantea la necesidad de incrementar la inversión en infraestructura científica que permita mejores condiciones para la realización y validación de experimentos complejos. Es fundamental reconocer que la ciencia es un proceso en constante evolución, y la reproducibilidad es una pieza clave para corregir el rumbo cuando sea necesario.