La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero marcó un giro significativo en las políticas domésticas y exteriores del país, lo que ha generado reverberaciones profundas en los mercados financieros globales. Durante sus primeros 100 días en la Casa Blanca, Wall Street ha experimentado una montaña rusa de eventos, gustos y disgustos para inversores y compañías por igual, marcados por la implementación de una agenda estratégica que ha combinado el proteccionismo comercial con iniciativas enfocadas en la defensa y la industria nacional. El índice S&P 500, que agrupa a las 500 empresas más representativas de Estados Unidos, registró una caída cercana al 8% desde la toma de posesión de Trump, reflejando un ambiente de incertidumbre y volatilidad en el mercado. Esta contracción no obstante, no ha afectado a todas las empresas de la misma manera; en un escenario marcado por los conflictos comerciales y las fluctuaciones en las políticas arancelarias, ciertos sectores y compañías han emergido como claros ganadores, mientras que otras han visto una erosión considerable en su valor. Entre los ganadores más destacados figura Palantir Technologies, una empresa especializada en análisis de datos que ha visto su valor dispararse casi un 60%.
Este incremento se debe en gran medida a su estrecha colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, alineándose con el impulso gubernamental destinado a modernizar las capacidades de defensa y seguridad nacional. La apuesta de Trump por fortalecer el aparato militar a través de nuevas adquisiciones tecnológicas ha beneficiado a Palantir, que además mantiene alianzas con otras compañías ligadas a figuras empresariales afines al presidente, como SpaceX, fundada por Elon Musk, y Anduril, fabricante de drones. El sector manufacturero y las empresas con una tendencia clara hacia el mercado doméstico han disfrutado también de un entorno favorable bajo la administración Trump. Esta inclinación se debe a la política proteccionista impuesta desde el Ejecutivo buscando revitalizar la industria interna a través de barreras comerciales y renegociación de tratados internacionales. La aparición en bolsa de Newsmax, un canal de noticias por cable conservador, refleja otro fenómeno interesante en este período.
Desde su debut en Nueva York el 31 de marzo, la acción se ha valorizado más de un 60%, impulsada mayormente por el apoyo y el interés de inversores individuales, quienes han encontrado en esta alternativa mediática un vehículo de inversión alineado con sus convicciones políticas. Otro sector que ha brillado frente a la turbulencia es el de la minería y producción de oro. La incertidumbre generada por las políticas de Trump y la preocupación creciente por una posible recesión en la economía estadounidense han llevado a un aumento sostenido en el valor del bullion y, por ende, a un notable respaldo en el precio de las acciones de las principales compañías mineras. Newmont, la minera de oro más grande del mundo, experimentó un crecimiento cercano al 30%, mientras que otras firmas extranjeras con listados en Estados Unidos, como Barrick Gold, Gold Fields y AngloGold Ashanti, han reportado ganancias que oscilan entre el 20% y 50%. Al contrario, ciertos sectores como el de las aerolíneas han sufrido un duro golpe.
La adopción de tarifas y restricciones comerciales ha impactado negativamente la demanda en la industria de transporte aéreo, con el índice S&P 1500 Airlines perdiendo cerca de un tercio de su valor desde el inicio del mandato de Trump. Empresas como Delta Air Lines, American Airlines y Southwest Airlines han optado por retirar sus perspectivas anuales debido a la volatilidad, al tiempo que ejercen presión sobre la administración para obtener exenciones arancelarias que alivien las cargas que lastran sus operaciones. Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos liderado por Elon Musk, enfrenta por su lado un panorama complicado. Sus acciones han caído alrededor de un 33%, en parte por las preocupaciones de los inversores acerca de que la participación del CEO en el Departamento de Eficiencia Gubernamental pueda distraer la atención de la compañía, sumado a la caída continua en las ventas de su línea de vehículos electrónicos. Esta realidad refleja las dificultades para algunas empresas innovadoras dentro de un entorno donde las políticas pueden generar incertidumbre o cambios bruscos en la dirección de sectores enteros.