UBS, uno de los bancos más grandes y emblemáticos de Suiza, sorprendió a analistas e inversores al reportar un beneficio neto atribuible a sus accionistas de 1.692 millones de dólares durante el primer trimestre de 2025. Este resultado excedió ampliamente la previsión media de 1.359 millones de dólares que contemplaban los expertos, consolidando la posición de UBS como un actor clave en el sector financiero global y evidenciando la eficacia de sus estrategias a pesar del complicado panorama mundial. El desempeño de UBS en este periodo estuvo impulsado principalmente por un aumento del 32% año tras año en los ingresos de la unidad de mercados globales dentro de la división de banca de inversión.
Este crecimiento fue consecuencia directa de una mayor actividad por parte de clientes en áreas como renta variable y divisas (FX), con ganancias distribuidas en todas las regiones donde el banco opera. A su vez, la gestión global de patrimonio también registró un incremento del 15% en ingresos basados en transacciones, mostrando la fortaleza de este segmento clave. La mejora en los resultados también se reflejó en el retorno sobre el capital tangible, que alcanzó un 8,5% en comparación con el 3,9% del trimestre anterior. Este indicador es fundamental para medir la rentabilidad real que UBS logra con base en su capital disponible, y denota un avance considerable que confirma la resiliencia del banco. A pesar de estas cifras alentadoras, UBS alertó sobre un entorno desafiante para el futuro próximo, especialmente por la incertidumbre que generan las recientes tarifas comerciales impuestas por Estados Unidos.
Desde el 2 de abril, la imposición de aranceles sobre diversos socios comerciales ha elevado la tensión en los mercados globales y afectado la confianza de inversores y empresas, lo que podría traducirse en una mayor volatilidad y un impacto negativo en el crecimiento económico mundial. En concreto, Suiza enfrenta el riesgo de un arancel del 31% si no logra negociar un acuerdo comercial más favorable antes de que finalice la prórroga de 90 días otorgada por Washington en julio. Esta situación contrasta con otros bloques como la Unión Europea, que ha sido gravada con un 20% en estos gravámenes. Para UBS, cuyo negocio de gestión de patrimonio concentra aproximadamente la mitad de sus activos invertidos en las Américas, esta coyuntura representa una amenaza significativa, dada la exposición y dependencia a la economía estadounidense y sus mercados. En una entrevista concedida a CNBC, el CEO de UBS, Sergio Ermotti, reconoció la volatilidad extrema observada a inicios de abril y la incertidumbre que aún perdura.
No obstante, también manifestó su esperanza de que el mercado se estabilice, aunque anticipó que episodios de fluctuación podrían repetirse conforme se anuncien noticias positivas o negativas relacionadas con las medidas arancelarias y la evolución económica. En cuanto a la rentabilidad por intereses netos (NII), que representa la diferencia entre los ingresos generados por préstamos e inversiones y los pagos sobre depósitos, UBS reportó 1.629 millones de dólares, reflejando una caída del 16% interanual y del 11% respecto al trimestre previo. Adicionalmente, la institución pronostica que esta cifra podría descender en el segundo trimestre, particularmente en la división de gestión patrimonial global y banca personal y corporativa en Suiza. No obstante, espera un leve aumento secuencial en el rubro de banca personal y corporativa en términos de dólares, impulsado por tipos de cambio favorables.
Este comportamiento se explica en parte por el contexto de política monetaria en Europa y Suiza, donde se ha implementado una política de alivio monetario para combatir un franco suizo fuerte y una inflación baja. Las tasas de interés se mantienen bajas, al menos en 0.25%, lo que limita las oportunidades de UBS para obtener mayores márgenes de interés. Sobre el futuro del entorno de tasas, Ermotti adoptó una postura pragmática, señalando que el banco se encuentra en una “zona neutral” y que cualquier movimiento al alza o baja podría eventualmente impulsar el NII, aunque es prematuro anticipar cuándo ocurrirá y en qué magnitud. En un intento por fortalecer su estructura de capital y aumentar el valor para sus accionistas, UBS completó 500 millones de dólares en recompras de acciones y tiene previsto seguir adelante con un programa de recompra adicional de 2.
500 millones a lo largo de 2025. Esta estrategia refleja la confianza del banco en su modelo de negocio, pese a las amenazas del entorno externo. No obstante, varios analistas han señalado que aunque los resultados actuales son sólidos, están impulsados en parte por ganancias no recurrentes y un volumen elevado de operaciones en banca de inversión y gestión patrimonial, aspectos que podrían no sostenerse en el largo plazo. La persistente debilidad en los ingresos netos por intereses sigue siendo una preocupación para el consenso del mercado. Por otra parte, UBS enfrenta una presión regulatoria significativa en Suiza.
Desde la adquisición del colapsado Credit Suisse, el banco ha estado bajo el escrutinio de las autoridades suizas, que buscan asegurar que la institución pueda ser considerada resoluble en caso de crisis y que cumpla con requisitos de capital más estrictos. Estas medidas buscan proteger el sistema financiero y minimizar riesgos sistémicos, pero UBS advierte que imponer restricciones adicionales podría perjudicar su competitividad global. La presidenta suiza, Karin Keller-Sutter, ha expresado que la legislación debe permitir que las partes críticas del banco puedan ser separadas en caso de crisis y que no debe cederse ante presiones de lobby, fomentando una postura firme hacia la regulación y la protección de los intereses públicos. UBS tiene previsto entablar diálogos con el Consejo Federal Suizo para abordar estos requerimientos durante junio, enfatizando la necesidad de que el marco regulatorio sea competitivo para mantener la posición de Suiza como un centro financiero global. En conclusión, UBS ha demostrado su capacidad para generar ganancias superiores a las expectativas en un primer trimestre marcado por la volatilidad y la complejidad económica y política.
Sin embargo, los desafíos relacionados con las tensiones comerciales, las autoridades regulatorias y la evolución de las tasas de interés crean un panorama incierto que podría limitar el crecimiento futuro. Para mantenerse a la vanguardia, UBS deberá balancear cuidadosamente su enfoque en negocios rentables y con alto valor agregado, como la banca de inversión y gestión de patrimonio, al mismo tiempo que se adapta a las cambiantes condiciones regulatorias y macroeconómicas. La vigilancia constante de los desarrollos globales y la flexibilidad estratégica serán claves para que este gigante suizo mantenga su relevancia en el competitivo sector financiero internacional.