En un emocionante giro de los acontecimientos en la carrera presidencial de 2024, la Vicepresidenta Kamala Harris ha recuperado su posición de liderazgo en las apuestas, superando a su oponente, el expresidente Donald Trump, tras su destacada actuación en el reciente debate. Este cambio en las probabilidades no solo refleja la percepción de los apostadores sobre el desempeño de los candidatos, sino que también podría tener implicaciones significativas en el panorama electoral de Estados Unidos. La noche del debate, celebrado el martes, fue un momento culminante en la campaña. Harris, que había comenzado la semana en una posición desfavorable con respecto a Trump, logró captar la atención de los apostadores durante los 90 minutos de confrontación. Aproximadamente 1.
1 millones de dólares se apostaron en plataformas de apuestas del Reino Unido, como Betfair Exchange, donde la Vicepresidenta comenzó a escalar posiciones en las cuotas hacia la mitad del debate. Este reciente cambio de dirección marca la segunda vez en este ciclo electoral que las apuestas han favorecido a Harris, la primera ocurriendo durante el lanzamiento de su candidatura y en los días posteriores. El impacto de las actuaciones en debates previos a las elecciones presidentiales ha demostrado ser crucial a lo largo de la historia electoral de Estados Unidos. Sin embargo, este cambio en las probabilidades no fue tan drástico como el registrado después del primer debate de 2020, cuando el presidente Biden vio sus probabilidades caer significativamente tras una mala actuación. En ese momento, Biden pasó de una posición de +200 a +420, un indicador de la desconfianza de los apostadores en su actuación.
El cambio en las cuotas de Harris en este debate ha sido notable. Inicialmente, las cuotas en varias casas de apuestas reflejaban una competitividad reñida, con Harris situándose en -125 en Bet365 y en -115 en Bovada, mientras que Trump estaba en posiciones de paridad o ligeramente desfavorables. Estas cifras sugieren que los apostadores comenzaron a ver a Harris como una opción más viable, especialmente después de una actuación que, según muchos analistas, pudo haber resonado mejor con el electorado. Historias pasadas han demostrado que las probabilidades de apuestas no siempre son un reflejo preciso de los resultados electorales. Desde 1866, los favoritos de las apuestas han perdido en dos ocasiones, lo que invita a cierta cautela al considerar las implicaciones de este fenómeno.
En 2016, el caso de Hillary Clinton es el más citado, donde las cuotas a su favor le otorgaron una ventaja sustancial que no se tradujo en una victoria. Clinton comenzó la fase final de la campaña con cuotas de -323, mientras que Harris, en el mismo período, se mantiene mucho más cerca de la paridad con Trump, indicativo de un panorama electoral ferozmente competitivo. La actuación de Harris en el debate no solo fue clave para modificar las cuotas en las apuestas, sino que también sirve como barómetro de los vientos políticos actuales en Estados Unidos. La Vicepresidenta ha estado intentando consolidar su imagen frente a un Trump que ha despertado tanto ardor como división en el electorado estadounidense. La discusión sobre temas críticos como la economía, la salud y la inclusión social se destacó durante el debate, permitiendo a los votantes una ventana para evaluar las diferencias fundamentales entre los candidatos.
Los debates son de suma importancia para los candidatos, no solo por su contenido, sino también por la energía y confianza que proyectan. Para Harris, demostrar dominio en el escenario fue esencial, y parece que su esfuerzo ha sido reconocido por los apostadores. El hecho de que las probabilidades reflejen un cambio de cabeza en su favor sugiere que ha conseguido algo más que una simple victoria en el debate; ha recuperado impulso en una campaña que a menudo se ha visto marcada por la controversia y la polarización. A medida que nos acercamos a las elecciones de 2024, las probabilidades seguirán siendo una herramienta valiosa para analizar la carrera. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, el cambio en las apuestas puede presagiar una competencia intensa entre Harris y Trump, uno que podría ser fundamental en la búsqueda de la Casa Blanca.
A medida que los votantes se preparan para tomar una decisión, las discusiones sobre las actuaciones de los candidatos en debates serán recordadas como una parte integral del proceso electoral. Con respecto al impacto de este debate en la percepción pública de Harris, está claro que su desempeño no solo ha resonado entre los apostadores, sino que podría tener un eco significativo en las encuestas. Las preguntas que surgen ahora son: ¿será suficiente este impulso para que ella se mantenga como favorita en las próximas semanas? ¿O serán las incertidumbres históricas en las apuestas nuevamente un factor decisivo en el resultado final? El contexto electoral también se complica aún más por la amenaza persistente de la pandemia de COVID-19, los desafíos económicos y las tensiones políticas. Cada uno de estos factores influye en cómo los votantes perciben a los candidatos y en cómo estos últimos moldean sus mensajes. Para Harris, una campaña efectiva no solo implica un buen desempeño en debates, sino también la capacidad de conectar con los votantes en un nivel más profundo y emocional.