El mercado global de criptomonedas continúa evolucionando con notables movimientos corporativos que apuntan a consolidar a Bitcoin como un activo clave en los portafolios institucionales. En este contexto, una alianza poderosa ha emergido en Estados Unidos, encabezada por Cantor Fitzgerald, la empresa Tether y el gigante tecnológico SoftBank. Juntas, estas tres entidades han anunciado la creación de Twenty One Capital, un vehículo de acumulación de Bitcoin valorado en 3.6 mil millones de dólares con la clara intención de desafiar el dominio de MicroStrategy, una de las principales empresas de Bitcoin en el mundo. La decisión de estas compañías para unir fuerzas responde a la necesidad creciente de Wall Street y otros actores institucionales por acceder a Bitcoin de forma segura, estructurada y con respaldo financiero sólido.
La iniciativa no solo representa una gran inversión de capital, sino también una apuesta por una infraestructura financiera moderna que fusiona tecnología blockchain con estrategias tradicionales de inversión. La historia detrás de Twenty One Capital está marcada por un alineamiento entre la experiencia financiera de Cantor Fitzgerald, el liderazgo en stablecoins de Tether y el respaldo tecnológico y financiero de SoftBank. Cantor Fitzgerald, dirigida actualmente por Brandon Lutnick, hijo del reconocido empresario Howard Lutnick, aporta su legado y red de clientes institucionales. Por su parte, Tether, con sus vinculaciones en el mundo cripto y su exchange Bitfinex, asegura una sólida base operativa y un compromiso significativo en el proyecto gracias a su inversión y aportes en Bitcoin. SoftBank, conocido mundialmente por su agresiva inversión en tecnología y startups, complementa este triángulo con un enfoque estratégico y recursos que amplían el alcance de Twenty One Capital más allá de simplemente acumular Bitcoin.
El objetivo es construir un ecosistema financiero que respalde productos innovadores, como modelos crediticios nativos basados en Bitcoin y nuevos instrumentos de mercado de capitales que reemplacen las estructuras financieras tradicionales. Una de las figuras claves en esta nueva era es Jack Mallers, fundador de Strike, una empresa dedicada a facilitar pagos con Bitcoin. Mallers lidera Twenty One Capital como CEO, aportando su experiencia en soluciones de pagos en criptomonedas y conectando esta visión corporativa con la practicidad necesaria para atraer inversores y usuarios en Wall Street y el público general. El tamaño inicial del portafolio de Twenty One Capital es impresionante, comenzando con aproximadamente 42,000 bitcoins, valorados en alrededor de 3.6 mil millones de dólares basados en un precio promedio reciente de Bitcoin.
Esto los posiciona como el tercer mayor poseedor corporativo de Bitcoin a nivel global, solo detrás de MicroStrategy con sus más de 538,000 bitcoins y la empresa minera MARA, con su tenencia de más de 47,000 bitcoins. Esta acumulación considerable les otorga no solo influencia en el espacio financiero de las criptomonedas, sino también un fuerte punto de partida para atraer inversiones y construir confianza en su modelo financiero. Financieramente, Twenty One Capital ha asegurado alrededor de 585 millones de dólares en financiamiento por medio de una combinación de notas convertibles y una inversión privada en acciones públicas. Este enfoque representa un modelo innovador que permite la compra adicional de Bitcoin utilizando los ingresos netos provenientes de estas ventas y emisiones, lo que amplifica el potencial de crecimiento del capital en BTC. La entrada a la bolsa, a través de una fusión con Cantor Equity Partners (CEP), una compañía de adquisición con propósito especial, les permitirá cotizar públicamente bajo el símbolo "XXI" en Nasdaq, expandiendo la accesibilidad para inversores tradicionales y posicionándose como un rival directo de MicroStrategy, que ya tiene presencia importante en los mercados públicos.
El modelo de negocio de Twenty One Capital comparte similitudes con el de MicroStrategy en cuanto a la acumulación agresiva de Bitcoin y el uso de finanzas inteligentes para crear valor más allá del activo subyacente. Sin embargo, Twenty One propone métricas personalizadas como Bitcoin Por Acción (BPS) y la Tasa de Retorno Bitcoin (BRR), que buscan atraer a inversores al demostrar crecimiento interno y potencial en las acciones vinculadas a Bitcoin, aunque estas métricas no reflejan retornos tangibles tradicionales en el sentido clásico financiero. Más allá de la acumulación y las métricas de desempeño, Twenty One Capital establece un enfoque disruptivo al apuntar a construir una arquitectura corporativa que soporte productos financieros nativos en Bitcoin. Esto implica no solo mantener la criptomoneda en balance, sino desarrollar líneas de productos relacionadas con préstamos, instrumentos financieros de capital y soluciones que puedan sustituir herramientas financieras heredadas mediante esquemas basados en la tecnología Bitcoin. Este movimiento también se enmarca en la ambición del gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Howard Lutnick en Comercio, para posicionar al país como líder global en la adopción y regulación de activos digitales.
La creación de Twenty One Capital sucede poco después de un anuncio estratégico que posiciona a Bitcoin como una reserva estratégica y declara la intención del país de convertirse en la "capital cripto del mundo". Los expertos del sector financiero y de criptomonedas observan con atención este desarrollo, ya que podría marcar una nueva era en la interacción entre grandes capitales y activos digitales. La alianza combina capacidades técnicas, financieras y regulatorias que posicionan a Twenty One Capital como un posible catalizador para la circulación institucional y la innovación en el ecosistema Bitcoin. Además, la participación mayoritaria de Tether y Bitfinex en veinte por ciento, y la influencia significativa de SoftBank, abren la posibilidad de que este emprendimiento impulse no solo la acumulación de Bitcoin sino también la creación de nuevas experiencias y productos para inversores minoristas e institucionales por igual. Esto podría facilitar una mayor liquidez para el activo digital y un acercamiento más amigable para inversionistas tradicionales, que históricamente han sido cautelosos en adoptar criptomonedas en sus carteras.
En resumen, la formación de Twenty One Capital por Cantor Fitzgerald, Tether y SoftBank no solo busca ser un competidor en la compra y acumulación de Bitcoin frente a gigantes como MicroStrategy, sino que pretende reimaginar cómo las instituciones financieras pueden utilizar Bitcoin de formas más sofisticadas y con aplicaciones prácticas en mercados de capitales, préstamos y productos financieros innovadores. Este esfuerzo representa uno de los movimientos más ambiciosos y significativos en la era actual de criptoinversiones, integrando fuerzas financieras y tecnológicas para moldear el futuro del dinero y las finanzas. A medida que Twenty One Capital avance hacia su debut en bolsa y comience a desplegar sus productos y estrategias de mercado, será fundamental observar cómo su modelo cambia la percepción y funcionalidad de Bitcoin como activo corporativo, y cómo influirá en la adopción masiva de criptomonedas en Estados Unidos y más allá. La gran apuesta de 3.6 mil millones de dólares no solo es un reflejo de confianza en Bitcoin, sino una señal clara de que las instituciones están preparándose para un nuevo paradigma económico fundamentado en la tecnología blockchain y la descentralización financiera.
Por ahora, Twenty One Capital se posiciona en la vanguardia de esta transformación, con la mirada puesta en superar a MicroStrategy y consolidarse como un actor inevitable en el panorama global de inversiones en activos digitales.