En el acelerado mundo de las finanzas descentralizadas (DeFi), la gobernanza de los protocolos juega un papel crucial en la evolución y sostenibilidad de las plataformas. Lido, reconocido como el mayor proveedor de soluciones de staking líquido para Ethereum, se encuentra en la antesala de una transformación significativa en su estructura de gobernanza. Su propuesta, denominada Lido Improvement Proposal 28 (LIP-28), introduce un modelo de gobernanza dual que busca empoderar a los titulares de stETH para que tengan una voz activa en las decisiones que afectan directamente al ecosistema. Hasta ahora, la gobernanza de Lido ha sido exclusiva de los poseedores de su token nativo LDO, quienes tienen el control completo sobre las propuestas y modificaciones que impactan al protocolo. Sin embargo, esta estructura ha dejado fuera a un grupo fundamental: los usuarios que apuestan su Ethereum y obtienen stETH a cambio, un token que representa su participación en el staking y que puede ser utilizado para generar liquidez en diversas aplicaciones DeFi.
Pese a su importancia central en la plataforma, estos usuarios carecen de mecanismos formales para influir o incluso oponerse a decisiones que podrían afectar sus intereses. La actualización propuesta busca remediar esta brecha otorgando un papel estratégico a los titulares de stETH a través de un sistema de gobernanza dual. Esta iniciativa no solo reconoce la relevancia de los stakers en el éxito de Lido, sino que también los habilita para participar en procesos decisivos, especialmente en aquellos casos donde una propuesta aprobada por los titulares de LDO pueda resultar controversial o perjudicial para ellos. El funcionamiento del modelo dual se sustenta en un mecanismo de retraso o timelock entre la aprobación de una propuesta y su ejecución efectiva. Esta pausa temporal es crucial porque proporciona a los titulares de stETH la oportunidad de reaccionar si consideran que la propuesta afecta negativamente sus intereses.
Para ello, deberán bloquear (lock) sus tokens stETH, wstETH o sus NFTs de retiro en un contrato especial de depósito en garantía. Este proceso funciona con umbrales basados en el valor total bloqueado (TVL) de Ethereum en Lido. Si los depósitos en el contrato de garantía alcanzan el 1% del TVL, se activa un periodo de retraso que suspende momentáneamente la ejecución de la propuesta. Si la cantidad bloqueada crece hasta el 10%, la propuesta entra en un estado conocido como "rage quit", donde no puede avanzar hasta que los tokens bloqueados sean convertidos nuevamente a ETH y liberados. Este sistema permite a los stETH holders presentar una forma tangible de disenso sin necesidad de abandonar el protocolo, fomentando así un equilibrio entre gobernabilidad y estabilidad.
Expertos en el ecosistema de Ethereum y la industria DeFi han reconocido la importancia de esta actualización. Hasu, líder estratégico de Flashbots, describió la propuesta como la "actualización más importante de Lido hasta la fecha", dada la mayor inclusión y protección que ofrece a una amplia base de usuarios. Lido, con cerca del 27% del mercado total de staking de ETH, representa una pieza clave en la infraestructura de Ethereum. Su innovación no solo se limita a ofrecer staking líquido, sino que también impacta la manera en que las comunidades defienden sus intereses y participan en la gobernanza descentralizada. Este cambio propuesto no solo podría fortalecer la confianza en la plataforma, sino que también sirve como modelo para otras comunidades DeFi, demostrando cómo equilibrar el poder de los poseedores de tokens de gobernanza y los usuarios activos del protocolo.
Al crear una gobernanza más inclusiva, Lido contribuye a la resiliencia y crecimiento sostenible del ecosistema Ethereum. Además, otorgar poder a los titulares de stETH puede aumentar la transparencia y responsabilidad dentro del proceso decisorio, resolviendo posibles conflictos que antes quedaban sin solución formal. Este modelo no elimina el poder de los titulares de LDO, pero introduce un sistema de frenos y contrapesos, enriqueciendo la dinámica comunitaria. En la práctica, la gobernanza dual también podría incentivar una mayor participación y compromiso de los stakers con el protocolo. Al sentirse más representados y capaces de influir, los usuarios pueden estar más motivados a contribuir, promoviendo un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida.