La familia Mellon es sinónimo de tradición, discreción y un legado que abarca más de un siglo de riqueza y poder en Estados Unidos. Fundada por Thomas Mellon, un inmigrante irlandés que estableció un imperio financiero en el siglo XIX, la familia ha estado vinculada a algunas de las figuras más influyentes de la política y las artes en el país. Sin embargo, en medio de este linaje de moderación, Tim Mellon, uno de los miembros menos conocidos de la familia, ha desafiado las normas al convertirse en un importante donante de la campaña 'Make America Great Again' (MAGA) de Donald Trump. A sus 82 años, Tim Mellon ha pasado la mayor parte de su vida en la sombra, lejos del bullicio de la vida pública. Durante décadas, su nombre casi no aparecía en los medios, hasta que en 2018 decidió aportar $10 millones al Congressional Leadership Fund, el super PAC que apoya a candidatos republicanos.
Desde entonces, su apoyo financiero se ha disparado, alcanzando más de $70 millones en donaciones para la campaña de Trump y otros candidatos conservadores en el ciclo electoral de 2020. Hasta 2022, sus contribuciones al movimiento MAGA han superado los $125 millones, lo que lo convierte en uno de los donantes más importantes en esta contienda electoral tan polarizada. El legado Mellon está marcado por su discreción. Personajes destacados como Paul Mellon, su padre, y Rachel Lambert Lloyd, su madrastra, eran conocidos por su refinamiento y por mantener un perfil bajo. Rachel, en particular, promovía la idea de que "nada debería ser notado", un principio que Tim parecía haber llevado a cabo durante la mayor parte de su vida.
Sin embargo, su reciente incursión en el mundo político y sus claras inclinaciones hacia la derecha han sorprendido a muchos, incluidos los propios miembros de su familia. La familia Mellon está llena de personalidades diversas y, en algunos casos, opuestas. Mientras varios miembros de la familia siguen una tradición de moderación política, Tim se ha alineado con las voces más extremas de la derecha estadounidense. Sus acciones han generado descontento entre sus parientes, quienes han expresado su horror ante su apoyo a causas y candidatos que consideran antidemocráticos. A medida que las opiniones políticas de Tim se han vuelto más públicas, algunos de sus parientes han señalado que les “da asco” su dirección política.
El hecho de que Tim haya elegido romper el moldura de su familia para aventurarse en la arena política de una manera tan sin ningún tipo de restricción ha despertado lamentaciones. John W. Warner IV, su sobrino, recordando cómo Tim siempre había sido el Mellon más privado y menos interesado en la vida pública, reflexionó: “Estoy tan sorprendido como tú sobre cómo ha salido a la luz. No puedo creer que se le mencione en la prensa”. A lo largo de los años, Tim se ha mantenido alejado de la política de forma intencionada.
Según los informes, realizó contribuciones de alrededor de $350,000 entre 1996 y 2017. No fue hasta que comenzó a afianzar su relación con el movimiento MAGA que su vida privada se volvió pública. A pesar de su elevado perfil en la política, se sabe que prefiere comunicarse con algunos candidatos a través de fax, lo que ha llevado a algunos a cuestionar su interés genuino en el activismo político. Entre las acciones controvertidas de Tim se encuentra un e-book autopublicado titulado "panam.captain", en el que expone sus opiniones sobre temas raciales y sociales.
Este libro, que presentaba comentarios despectivos hacia las personas de color y críticas a la dependencia gubernamental, fue retirado tras la cobertura mediática. Sin embargo, su contenido reveló las creencias extremas y a menudo contradictorias de un hombre que heredó su riqueza de una familia que, irónicamente, se benefició de políticas que han perpetuado la desigualdad económica. Los vínculos familiares de Tim son complejos y a menudo tensos. Su historia familiar incluye un doloroso pasado tras la muerte de su madre, Mary, cuando él tenía solo 10 años. Esta pérdida dejó una marca indeleble en su vida y ha provocado que algunos familiares especulen sobre cómo sus tragedias personales podrían haber influido en su comportamiento actual.
Bunny, su madrastra, fue una figura clave en su vida, pero la relación fue luchada, marcada por incomprensiones y tensiones. Mientras la fortuna de la familia Mellon se navega en el ámbito privado, el apoyo de Tim a Donald Trump ha llevado a muchas preguntas sobre la dirección que tomará el legado familiar. Los Mellons han sido conocidos como una de las familias más poderosas y ricas de Estados Unidos. Forbes estimó que su fortuna supera los 14,000 millones de dólares, y la familia sigue siendo una de las dinastías más influyentes del país. Sin embargo, la política controvertida de Tim ha llevado a una dicotomía.
Mientras que algunos disfrutan de la riqueza y el estatus asociados con el apellido Mellon, otros lamentan que Tim lo utilice para promover causas que ven como destructivas. A medida que se aproximan las elecciones, el papel de Tim como donante principal del movimiento MAGA plantea interrogantes sobre la influencia y el futuro de dinero en la política estadounidense. Su apoyo a candidatos radicales destaca un desafío en la crítica de la democracia en la que la riqueza puede dictar la narrativa política, desviándose de los principios tradicionales de la familia Mellon. En medio de esta turbulencia, la figura de Tim Mellon permanece enigmática. Muchos de sus parientes lo describen como un individuo socialmente incómodo y reservado que ha elegido vivir en su propia burbuja, lejos de las influencias y preocupaciones del público en general.