En la última semana, Bitcoin ha dado señales claras de fortaleza al acercarse a la cifra psicológica y técnica de los $95,000. Esta etapa de su cotización genera expectativas importantes entre inversores y analistas por igual, ya que supera niveles clave de resistencia y pone en jaque a posiciones cortas valoradas en más de $700 millones. El comportamiento del mercado de criptomonedas en estos momentos está marcado por una combinación de acumulación institucional, movimientos técnicos y una percepción de optimismo moderado que podría desencadenar una carrera alcista en las próximas semanas. La subida reciente de Bitcoin se produjo luego de una consolidación que mantuvo al activo bajo una resistencia promedio de alrededor de $87,000 durante varias semanas. El avance hasta la zona cercana a $94,000 representa un segundo nivel de resistencia relevante que ha sido crítico para definir la sensación de mercado y la confianza de los operadores.
A nivel técnico, esta resistencia coincide con el retroceso de Fibonacci del 61.8%, un punto que históricamente ha sido determinante en movimientos futuros, lo que lo convierte en un soporte o resistencia crucial según sea superado o rechazado. Las señales técnicas sugieren que un cierre semanal por encima de los $94,250 podría ser el motor necesario para abrir la puerta hacia una subida sostenida que posiblemente lleve a Bitcoin a tocar la barrera simbólica de los $100,000. Esta cifra ha sido un objetivo recurrente para los inversores y analistas, y un rompimiento de esta magnitud podría desencadenar liquidaciones masivas de posiciones bajistas o cortas, generando una presión de compra adicional y volatilidad positiva en el mercado. Por otro lado, es importante resaltar cómo la tendencia favorable no solo depende de análisis técnicos sino también de fundamentos sólidos que refuerzan el panorama alcista.
Un factor inquietante durante semanas han sido las tensiones geopolíticas y las discusiones sobre aranceles que si bien han tenido ciertos avances, todavía no registran resoluciones concluyentes. Estos elementos externos pueden influir en la volatilidad y generar movimientos erráticos en Bitcoin, los cuales podrían poner a prueba los niveles de soporte. Un aspecto que destaca en el comportamiento actual de Bitcoin es su creciente desvinculación con los mercados bursátiles tradicionales. Donde anteriormente mantenía una correlación alta con activos de riesgo, recientemente la criptomoneda ha empezado a comportarse más como un refugio seguro, acercándose a la dinámica del oro. Esto es relevante porque refleja una percepción institucional más madura sobre el activo digital, que lo considera no sólo como una herramienta de especulación sino también un almacén de valor en periodos de incertidumbre macroeconómica.
La acumulación de grandes inversores es otro indicio positivo para el mercado. Datos on-chain muestran que desde mediados de abril, las direcciones con cantidades significativas de Bitcoin, que van de 10 a 10,000 BTC, han sumado más de 19,000 BTC en compras. La retirada de monedas de los exchanges también ha aumentado considerablemente, con más de 425,000 BTC removidos desde noviembre de 2024, lo que reduce la liquidez disponible para ventas rápidas y refleja una confianza sólida en una perspectiva a largo plazo. Este movimiento hacia la escasez, combinado con la avalancha de fondos institucionales que se canalizan hacia los ETF de Bitcoin, está sosteniendo la actual tendencia alcista. Solo en la última semana, la entrada neta en ETFs de Bitcoin al contado ascendió a $2.
2 mil millones, generando un volumen y liquidez que han impulsado el precio y la confianza en el activo. El entorno del mercado cripto en general también muestra un aumento del apetito por el riesgo, con un crecimiento de capital cercana al 10% en la última semana. Bitcoin lidera este impulso, pero el resto de las criptomonedas se beneficia indirectamente del optimismo reinante. La expectativa es que si Bitcoin logra una ruptura sostenida sobre el nivel de $95,000, podrían activarse órdenes de liquidación masiva en cortos valorizadas en $700 millones, promoviendo una expansión rápida y potente hacia los máximos anuales o históricos. No obstante, existe una cautela natural.
La resistencia actual en torno a los $94,250 es un punto de inflexión. Convertir este nivel en soporte será fundamental para que la tendencia alcista siga creciendo. Si los mercados se ven afectados por nuevas tensiones económico-políticas, el riesgo de una corrección rápida está presente, y en ese caso, el primer soporte significativo estaría en los $90,500. Una caída adicional podría dirigir el precio hacia otra zona de soporte clave en $87,000, área donde anteriormente se consolidó el precio y que ha demostrado fortaleza. Desde un punto de vista técnico, la configuración de medias móviles exponenciales (EMAs) sigue favoreciendo la narrativa positiva.
La alineación de EMAs de corto plazo por encima de las de mediano plazo indica momentum alcista. No obstante, en movimientos de esta naturaleza, las correcciones o retrocesos temporales son frecuentes y saludables, pudiendo llevar a Bitcoin a probar niveles inferiores como el umbral de $90,000 antes de continuar la tendencia. En conclusión, el panorama para Bitcoin es optimista con un sesgo alcista, apoyado por fundamentos robustos y señales técnicas contundentes. La fuerte acumulación de grandes inversores, la disminución de suministro en exchange, y la entrada masiva de capital institucional reafirman un posicionamiento fuerte para el activo. Sin embargo, la prudencia es necesaria en un mercado que puede verse afectado por factores externos tanto económicos como políticos.
Los días próximos serán cruciales, especialmente el cierre semanal que ayudará a definir si Bitcoin puede mantener su impulso hacia niveles más altos o si se producirá una pausa o corrección. Para inversores y analistas, entender estos niveles técnicos, junto con el contexto macroeconómico y fundamental, será imprescindible para tomar decisiones informadas. En resumen, mientras Bitcoin se acerca a la marca de los $95,000, se mantiene en el centro de atención global del mercado financiero, con una comunidad de inversores expectante ante posibles movimientos que podrían definir el futuro de la criptomoneda más grande del mundo. Los próximos pasos y la reacción del mercado tras el cierre semanal serán indicadores claves para anticipar si la tendencia alcista continuará su marcha o si será necesario esperar un nuevo ciclo de consolidación.