El mundo avanza rápidamente hacia un modelo energético más limpio y sostenible, donde los vehículos eléctricos (VE) y las tecnologías de almacenamiento de energía juegan un papel fundamental. En este contexto, la gestión responsable y eficiente del ciclo de vida de las baterías es crucial para alcanzar objetivos medioambientales y económicos. LG Energy Solution Ltd (LGES), uno de los principales fabricantes de baterías para vehículos eléctricos a nivel global, ha tomado un paso estratégico al firmar un acuerdo con la empresa francesa Derichebourg SA para establecer una empresa conjunta dedicada al reciclaje de baterías en Francia. Esta colaboración no solo marca la primera incursión de LGES en el mercado europeo de reciclaje, sino que también representa un avance significativo hacia un sistema de circulación de recursos cerrado en el continente. El acuerdo establece la creación de una empresa conjunta al 50% entre LGES y Derichebourg, con la construcción de una planta de reciclaje en Bruyères-sur-Oise, ubicada en la región de Val-d’Oise, al norte de Francia.
Se espera que la infraestructura esté terminada en 2026 y comience sus operaciones en 2027. Esta planta de última generación estará equipada para procesar más de 20.000 toneladas de baterías desechadas anualmente cuando esté operativa en plena capacidad. El proceso de reciclaje que se implementará en la nueva planta será integral y avanzado. En primer lugar, la etapa de preprocesamiento incluirá la descarga segura de las baterías al final de su vida útil, su desmantelamiento y trituración para reducirlas a una forma apta para el siguiente paso.
Esta fase también contemplará el tratamiento de residuos generados durante la producción de baterías nuevas, lo que amplía la capacidad de recuperación de materiales valiosos. Uno de los principales productos finales del preprocesamiento es la denominada “masa negra”, un material que contiene concentrados de elementos esenciales como litio, níquel y cobalto. Posteriormente, esta masa negra será sometida a procesos de pos-tratamiento para aislar y recuperar dichos metales, que son materias primas críticas para la fabricación de nuevas baterías. La visión de LGES es cerrar el ciclo reutilizando estos recursos en sus propias plantas, específicamente su planta de baterías ubicada en Polonia, lo que incrementa la sostenibilidad y reduce la dependencia de fuentes externas y la extracción minera. Derichebourg, con una sólida experiencia en gestión de residuos y reciclaje, desempeñará un papel fundamental en la recolección de baterías usadas.
Esta empresa opera más de 200 sitios de recolección en Francia y más de 285 a nivel mundial, facilitando la captación de baterías provenientes no solo de Francia, sino también de países vecinos. La infraestructura y red de Derichebourg aseguran un suministro constante y eficiente para la planta de reciclaje. Desde el punto de vista estratégico, esta alianza es clave para LGES, que gracias a la colaboración puede asegurar un abastecimiento estable y competitivo en costos de materiales reciclados, indispensables para mantener la competitividad en el segmento de baterías para vehículos eléctricos. Chang Beom Kang, director de estrategia de LGES, ha enfatizado en la importancia de esta colaboración como una manera de potenciar el valor entregado al cliente en el sector de reciclaje y asegurar un futuro más sostenible en la cadena de suministro. El establecimiento de esta planta de reciclaje en Francia también responde a una creciente presión regulatoria y social en Europa para promover la economía circular y la reducción de residuos peligrosos.
La Unión Europea ha venido estableciendo normativas cada vez más estrictas acerca del reciclaje de baterías, el manejo de materiales peligrosos y la minimización del impacto ambiental, impulsando a las empresas a innovar y colaborar en soluciones sostenibles. La inversión en reciclaje de baterías es una respuesta directa a la demanda creciente de vehículos eléctricos en Europa y a la necesidad de contar con cadenas de suministro sólidas, responsables y lo más autónomas posible. La extracción de metales como el litio, níquel y cobalto es históricamente costosa y ambientalmente problemática, por lo que recuperar estos materiales de baterías usadas ofrece doble impacto positivo: disminuye la contaminación y asegura una provisión estratégica para la industria automotriz y tecnológica. Además de los beneficios económicos y ambientales, la planta de Bruyères-sur-Oise generará empleo local y fomentará el desarrollo tecnológico en la región de Val-d’Oise. Su enfoque innovador en el procesamiento y reutilización de materiales constituye un ejemplo de cómo la economía circular puede ser aplicada a gran escala para enfrentar los retos del futuro energético.
En un panorama global donde la transición hacia energías limpias es imprescindible, alianzas como la de LG Energy Solution y Derichebourg consolidan el compromiso de la industria hacia prácticas sustentables y responsables. El impacto de esta joint venture en Francia trasciende el ámbito empresarial, ya que contribuye a posicionar a Europa como un referente mundial en reciclaje de baterías y gestión eficiente de recursos. Esta colaboración también abre la puerta para futuras iniciativas en el continente y a nivel global, alentando a otras empresas a invertir en tecnologías limpias y en soluciones innovadoras que minimicen la huella ambiental del creciente mercado de baterías y vehículos eléctricos. A medida que el proyecto avance hacia su puesta en marcha, será relevante observar cómo la planta de reciclaje influye en la oferta de materiales reciclados en Europa y en la reducción de la dependencia de importaciones de materias primas críticas. Asimismo, la experiencia y resultados obtenidos podrían servir como modelo para otras regiones del mundo que buscan implementar sistemas circulares de reciclaje de baterías.
En resumen, la alianza entre LG Energy Solution y Derichebourg representa un paso decisivo en la consolidación de una industria de baterías más sostenible, eficiente y responsable en Europa. A través de esta joint venture, se potencia la recuperación de metales valiosos, se impulsa la economía circular y se fortalecen las cadenas de suministro utilizadas para la fabricación de productos de alta tecnología. La inauguración de la planta en 2027 promete ser un hito que redefinirá el manejo y reciclaje de baterías en la región, proporcionando una solución integral a los desafíos ambientales vinculados con el avance imparable de la movilidad eléctrica y las energías renovables. Así, Francia y Europa se posicionan para liderar un cambio necesario que combina crecimiento económico con protección ambiental, en beneficio de las generaciones presentes y futuras.