El mundo de las criptomonedas continúa mostrando dinámicas interesantes y potenciales oportunidades para inversores y entusiastas. En particular, el precio de Bitcoin se mantiene en una zona que muchos expertos califican como de ganga, a pesar del reciente aumento en la compra por parte de inversionistas institucionales. Esta situación coincide con un informe clave sobre empleo en Estados Unidos, que ha vuelto a despertar esperanzas acerca de posibles recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), lo que a su vez podría favorecer el desempeño de los activos de riesgo, incluyendo las criptomonedas. Fidelity Digital Assets, una firma de inversión reconocida, ha destacado que Bitcoin sigue estando subvalorado y presenta una perspectiva optimista a mediano plazo. Esto se refleja en sus análisis que van más allá del precio actual, centrándose en indicadores fundamentales que consideran la seguridad y fortaleza de la red Bitcoin en relación con su capitalización de mercado.
Uno de estos indicadores es el denominado “Bitcoin Yardstick”, que mide la relación entre la capitalización de Bitcoin y su hashrate, que equivale a la potencia computacional destinada a la validación de la red. Un nivel bajo en esta proporción indica que Bitcoin está relativamente barato frente a la solidez energética que respalda la red, lo que puede interpretarse como una señal prometedora para los inversores. Durante el primer trimestre de 2025, este indicador se mantuvo dentro de un rango saludable, fluctuando entre una y tres desviaciones estándar, tras un periodo de altos niveles al cierre de 2024. Esto sugiere que el precio de Bitcoin es más asequible en comparación con la fuerza del trabajo minero que sostiene el ecosistema. Además, la firma señala una fase de aceleración para Bitcoin, en la cual no sería extraño observar repuntes y nuevos máximos.
Sin embargo, también advierte sobre la posible formación de un “blow-off top”, o un pico abrupto en el precio que podría preceder correcciones significativas. Este equilibrio refleja la naturaleza volátil pero con potencial alcista propio del mercado de las criptomonedas. Un dato adicional que respalda esta perspectiva es el cambio en la distribución de la oferta de Bitcoin entre lo que se considera suministro ilíquido y líquido. Se ha observado un aumento en el porcentaje de suministro ilíquido, que pasó de aproximadamente el 61.5% al 63.
5%, mientras que el suministro líquido ha disminuido cerca de un 4%. Esto indica que una proporción mayor de Bitcoin está siendo retenida por inversores comprometidos a largo plazo, disminuyendo la cantidad que podría salir al mercado en el corto plazo. Por otro lado, la Iliquid Supply Shock Ratio, un índice que mide la contracción del suministro disponible, está en niveles inferiores en un 16% a su pico histórico de 2017, lo que sugiere que aún existe un amplio espacio para que la escasez influya en el precio en el futuro cercano. En paralelo a estos fundamentos, el mercado ha sido testigo de movimientos significativos por parte de fondos institucionales. Una muestra clara de esto es el iShares Bitcoin Trust de BlackRock (IBIT), que el 28 de abril de 2025 reportó una entrada neta de fondos de 970.
9 millones de dólares, situándose como la segunda mayor entrada diaria desde su creación en enero de 2024. Desde el 22 de abril del mismo año, IBIT ha acumulado más de 4.5 mil millones de dólares en flujos netos, un desempeño destacado en un contexto donde otros fondos de criptomonedas han enfrentado retiros. Este auge refleja el interés persistente de actores institucionales en Bitcoin y contribuye a reforzar la liquidez y aceptación del activo en los mercados convencionales. IBIT representa con más de 54 mil millones de dólares en activos bajo gestión, aproximadamente un 51% del mercado estadounidense de ETFs de Bitcoin al contado, consolidando su liderato.
El detonante de esta renovada confianza y optimismo parece estar vinculado estrechamente con el último informe de empleo de Estados Unidos, el cual ha arrojado datos sorprendentes en su resumen de ofertas de trabajo abiertas y rotación laboral conocido como JOLTS. Para marzo de 2025, el número de vacantes cayó a 7.19 millones, desde los 7.57 millones de febrero, una cifra inferior a la previsión estimada de 7.48 millones.
Una baja inesperada en este indicador sugiere un enfriamiento del mercado laboral estadounidense, lo que incrementa las probabilidades de que la Reserva Federal opte por reducir las tasas de interés para estimular la economía. Esta perspectiva tiene un efecto positivo en activos con mayor riesgo y correlación con la inflación, como Bitcoin, al presionar a la baja el dólar y abrir camino para apreciaciones. Si bien una cifra más alta de ofertas laborales suele interpretarse como una señal de fortaleza económica que aleja la posibilidad de recortes en las tasas, la coyuntura actual, con despidos federales en niveles récord desde 2020, inclina la balanza hacia una expectativa más dovish, o favorable a políticas monetarias expansivas. Especialistas y analistas del mercado, como el economista y comentarista de Bitcoin, Alex Kruger, han resaltado que estos datos son positivos para Bitcoin como un activo híbrido que comparte criterios de riesgo y refugio, particularmente en un contexto de desescalada de tarifas comerciales luego de la pausa de 90 días de medidas proteccionistas establecida por la administración Trump. Este panorama mantiene a los mercados atentos a indicaciones que podría dar la Reserva Federal en su próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), donde se espera que el presidente Jerome Powell podría anticipar señales respecto a la potencial aceleración de los recortes en las tasas de interés.
Pese al optimismo, Kruger advierte sobre la posibilidad de una desaceleración económica en el tercer trimestre de 2025 que podría generar volatilidad en los mercados. No obstante, apunta a que Bitcoin conserva un perfil único de riesgo-recompensa que permitirá superar en rendimiento a otras criptomonedas, muchas de las cuales en su opinión están sobrecompradas. La oferta de Bitcoin catalogada como “hot supply”, o suministro activo en manos de inversores que participan activamente en el mercado, se acerca a los 40 mil millones de dólares, impulsada por entradas de nuevos inversores en niveles cercanos a los 95,000 dólares por Bitcoin, lo que muestra un interés creciente en esos rangos de precio. En conclusión, mientras Bitcoin se mantiene en una zona que puede considerarse una ganga sobre la base de indicadores fundamentales y comportamiento de inversionistas institucionales, el panorama macroeconómico con el alentador informe de empleo estadounidense apunta a una mayor posibilidad de recortes en las tasas de interés. Esto representaría un viento a favor para Bitcoin y el mercado criptográfico en general.
Sin embargo, es crucial entender que la volatilidad continuará siendo una característica predominante en este ecosistema. Los movimientos de precio pueden ser amplios y rápidos tanto al alza como a la baja, y es importante que cada inversor realice su propio análisis y gestión de riesgos antes de tomar decisiones financieras. Con la entrada constante de inversores institucionales, el fortalecimiento del respaldo energético de la red, y un ambiente macroeconómico que apunta hacia una política monetaria más flexible, Bitcoin muestra un potencial alcista interesante para el mediano plazo. El seguimiento a eventos económicos, movimientos de grandes fondos y evolución de indicadores técnicos serán determinantes para comprender el camino que tomará la principal criptomoneda en los meses venideros.